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Dos tercios de los condenados por el 11-M están ya libres y el siguiente sale en junio
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17 de los 26 procesados

Dos tercios de los condenados por el 11-M están ya libres y el siguiente sale en junio

Solo quedan 9 personas en prisión, ocho en España y uno en Marruecos. En junio de este año está previsto que salga Hassan el Haski, exdirigente del Grupo Combatiente Islámico Marroquí

Foto: Jamal Zougam, Rachid Aglif, Rafa Zouhier y Abdelilah El Fadual, durante el juicio del 11-M. (EFE)
Jamal Zougam, Rachid Aglif, Rafa Zouhier y Abdelilah El Fadual, durante el juicio del 11-M. (EFE)

Quince años después de los atentados del 11M (el ataque terrorista más grave que ha sufrido España en su historia), 17 de los 26 condenados por la masacre (que dejó 191 víctimas y 1.856 heridos) están ya en libertad. En junio de este año está previsto que salga de prisión otro más, Hassan el Haski, exdirigente del Grupo Combatiente Islámico Marroquí (GICM). Ocho de los condenados están recluidos en cárceles españolas, el noveno en Marruecos. Obviamente, estos 26 condenados no son los únicos que idearon y perpetraron la matanza o colaboraron en ella. Siete islamistas radicales se suicidaron en el piso de Leganés, y otros tres murieron tiempo después en Irak.

La instrucción judicial dejó 116 personas investigadas, aunque solo 28 se llegaron a sentar en el banquillo de los acusados. Finalmente la Audiencia Nacional condenó a 21 de ellos, aunque un año después el Tribunal Supremo absolvió a cuatro pero condenó Antonio Toro, que había sido inicialmente absuelto por la Audiencia. Así, entre ambos tribunales (Audiencia y Supremo) las condenas se elevaron a 22. En Marruecos los tribunales de este país condenó a otras cuatro personas, las 26 en total. Dos tercios (17) ya han saldado su deuda con la justicia.

placeholder Emilio Suarez Trashorras (Reuters)
Emilio Suarez Trashorras (Reuters)

Dos de los ocho presos que aún siguen en cárceles de nuestro país son españoles. Se trata de José Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro Castro. El primero, el exminero asturiano condenado por suministrar los explosivos que se usaron en los brutales atentados, es el preso nacional con más años de condena de toda la historia: 34.715 años, aunque la ley solo permite que el cumplimiento de 40 efectivos. Como publicó El Confidencial en enero de este año, Trashorras fue reubicado el verano pasado en la prisión de La Moraleja, en el municipio palentino de Dueñas. Llegó aquí después de que amenazara seriamente a uno de los funcionarios de la cárcel de A Lama, su anterior destino, al que intimidó diciéndole que se anduviera con cuidado porque sabía donde vivía su mujer.

Además, Trashorras empezaba a tener relaciones fluidas con ciertos presos yihadistas de A Lama, por lo que al final se decidió que fuera trasladado de centro. Este agravamiento de su conducta ha motivado que vuelva a ser clasificado en primer grado (estaba en segundo desde 2013), el más restrictivo. Trashorras lleva ya tiempo incluido en el Programa para la Atención Integral a Enfermos Mentales, conocido como programa PAIEM. Antonio Toro, por su parte, aunque la Audiencia Nacional le absolvió en un primer momento por considerar que ya había sido condenado tráfico de explosivos en la 'Operación Pipol' en 2001, el Tribunal Supremo le condenó finalmente a cuatro años de prisión porque entendió que ofreció los explosivos al comando del 11M con posterioridad a su intervención en 'Pipol'.

Foto: Emilio Suárez Trashorras. (Reuters)

En 2009 la Audiencia Nacional acordó acumular todas las condenas impuestas a Toro en tres procesos diferentes (por tráfico de drogas y explosivos) y fijó en 18 años el límite máximo de cumplimiento por todas ellas. No saldrá de prisión hasta marzo de 2022. Otros dos presos que tienen condenas altísimas son Jamal Zougam (42.922 años) y Otman el Gnaoui (42.924 años). El primero es el único condenado como único autor material de los atentados. La sentencia acredita que dos testigos que viajaban en el tren que estalló en Santa Eugenia le reconocieron. Desde su locutorio de Lavapiés facilitó las tarjetas de los teléfonos utilizados en las bombas.

Recluido en la cárcel coruñesa de Teixeiro, la Guardia Civil le relacionó el año pasado con una red de adoctrinamiento yihadista dentro de las cárceles españolas. El Gnaoiu, por su parte, fue reclutado por uno de los suicidas de Leganés para traer los explosivos desde Asturias hasta la casa de Morata de Tajuña (acondicionada por el propio El Gnaoui), donde se montaron las 13 bombas utilizadas en los atentados.

placeholder Antonio Toro. EFE
Antonio Toro. EFE

Entre 2022 y 2023 también está previsto que sean excarcelados otros tres islamistas: Rachid Aglif, marroquí, alias 'el conejo', que fue condenado a 18 años de prisión por su activa participación en los atentados; Mohamed Bouharrat, marroquí, condenado a doce años por pertenencia a banda armada (la Policía encontró fotos suyas en el piso de los suicidas de Leganés); y Abdemaljid Bouchar, marroquí, alias 'el gamo'. Durante gran parte de la investigación se le consideró presunto autor material de los atentados, aunque la sentencia finalmente no lo pudo determinar porque un testigo que creyó identificarle luego se retractó e incriminó a Zougam. Estaba en Leganés con los suicidas, aunque tuvo suerte porque el cerco policial le pilló bajando la basura y logró huir. Fue detenido en julio en Serbia y extraditado a España. Fue condenado a 18 años de prisión.

El último de los ocho que sigue preso en España es Hassan el Haski, marroquí, alias 'Abu Hamza', condenado a 15 años como dirigente del Grupo Combatiente Islámico Marroquí (GICM), aunque el Supremo luego le redujo la pena a 14 años por considerar que el máximo legal para los cargos que se le imputaban (pertenencia a banda terrorista, cualificado por su condición de dirigente) es de 14 años. No tuvo implicación directa en los atentados, pero estaba al corriente de ellos. Cuando sea liberado previsiblemente en junio de este año deberá ser extraditado a Marruecos, donde tiene otra condena pendiente. Él es uno de los líderes de la red de yihadistas que hacían proselitismo en las cárceles españolas desarticulada en octubre de 2018.

Foto: Uno de los trenes del 11-M. (Reuters)

Marruecos también mantiene actualmente preso a otra terrorista relacionado con el 11M. Se trata de Abdelilah Hriz, condenado en 2008 a 20 años de prisión. Su ADN estaba en la casa de Morata de Tajuña, la guarida de los autores del 11M, y en el piso de Leganés. Huyó a Estambul (Turquía) tras los atentados. Pilar Manjón, expresidenta de la asociación 11-M Afectados del Terrorismo, siempre ha creído que Hriz fue el asesino de su hijo Daniel, ya que pudo dejar la maleta en el cuarto vagón del tren que los terroristas reventaron en la estación del Pozo.

Su caso es considerado un precedente en la cooperación antiterrorista bilateral, ya que fue la primera que Marruecos ha juzgó y condenó por terrorismo a un nacional por un delito cometido fuera de su país. Otras tres personas han sido condenas en Marruecos en relación con los atentados de Madrid: Hicham Ahmidam (primo de Jamal Ahmidan, uno de los líderes de la célula terrorista inmolados en Leganés); Mohamed Belhadj (alquiló el piso de Leganés); y Abdelazziz El Merabet (ofreció cobertura logística y apoyo a algunos de los autores del 11M que lograron huir). Los tres acaban de cumplir sus penas.

placeholder Flores y velas junto al monumento a las víctimas de los atentados del 11M en la estación de El Pozo. EFE
Flores y velas junto al monumento a las víctimas de los atentados del 11M en la estación de El Pozo. EFE

Las últimas tres excarcelaciones relacionadas con el 11M se produjeron 2017. Youssef Belhadj, alias 'Abu Dujanah', fue considerado uno de los tres presuntos autores intelectuales de los atentados. Acusado de ser el enlace del GICM con la célula de Madrid, fue condenado a doce años de prisión porque no quedó acreditado que reivindicara la masacre. Tras salir de prisión fue expulsado a Marruecos. Hamid Ahmidan es otro primo del 'chino', el cabecilla de la célula terrorista que se suicidó en Leganés. Tenía las llaves de la casa de Morata de Tajuña, donde ayudó a excavar los zulos para guardar los explosivos. Saed el Harrak, marroquí, fue condenado a doce años de prisión. Su número de teléfono se halló entre los restos del piso de Leganés.

Quince años después de los atentados del 11M (el ataque terrorista más grave que ha sufrido España en su historia), 17 de los 26 condenados por la masacre (que dejó 191 víctimas y 1.856 heridos) están ya en libertad. En junio de este año está previsto que salga de prisión otro más, Hassan el Haski, exdirigente del Grupo Combatiente Islámico Marroquí (GICM). Ocho de los condenados están recluidos en cárceles españolas, el noveno en Marruecos. Obviamente, estos 26 condenados no son los únicos que idearon y perpetraron la matanza o colaboraron en ella. Siete islamistas radicales se suicidaron en el piso de Leganés, y otros tres murieron tiempo después en Irak.

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