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El Supremo rechaza el último recurso y alivia a todos los policías del caso Emperador
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Rechaza los últimos recursos de la fiscalía

El Supremo rechaza el último recurso y alivia a todos los policías del caso Emperador

Tras cinco años perseguidos por una sombra de duda, los últimos funcionarios en entredicho logran una sentencia firme exculpatoria que limpia su nombre de cualquier vinculación delictiva

Foto: Los seis policías absueltos, durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional el pasado octubre. (EFE)
Los seis policías absueltos, durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional el pasado octubre. (EFE)

Todos los policías que han estado en algún momento señalados por la Fiscalía Anticorrupción en el marco del caso Emperador, que investiga a la mafia china que se conformó en Madrid en torno al empresario Gao Ping, pueden presumir ya de estar limpios de toda duda. El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso interpuesto por el ministerio público que insistía en acusar de revelación de secretos al comisario Manuel Patricio Rodríguez San Román, el último funcionario cuya profesionalidad seguía estando en entredicho. La sentencia del alto tribunal, dictada el pasado 13 de julio, exonera al policía y da carpetazo definitivo de este modo, por tanto, a la pieza separada del caso Emperador que ha llegado a investigar a casi una decena de funcionarios del instituto armado.

Junto a Rodríguez San Román, también queda exculpado por el Supremo Yongping Wu Liu, a quien Anticorrupción señaló como el lugarteniente de Gao Ping y que estaba siendo investigado en el marco de la misma pieza de los policías. El ministerio público acusaba a ambos del delito de revelación de secretos porque el comisario, según la Fiscalía, consultó bases de datos oficiales para facilitar información al ciudadano de origen chino, que le había preguntado por el estado de una denuncia interpuesta por su hermana.

Foto: Los seis policías, el empleado público y el empresario chino acusados de recibir regalos de la red de Gao Ping. (EFE)

"Los argumentos incriminatorios que vierte la parte recurrente […] han quedado sin fundamento", resuelve el Supremo. "No aparece probado –añade, por un lado– que cuando le solicitó al funcionario policial que le informara del estado de la denuncia policial formulada por su hermana […] le especificara que lo hiciera acudiendo a la utilización de bases informáticas". No se puede descartar, agrega, "que el funcionario se enterara por una simple llamada a la comisaría de Torremolinos sobre cuál era el estado de esa denuncia".

Además, el alto tribunal critica que Anticorrupción "ni siquiera especifica qué base de datos utilizó el acusado para informarse de las diligiencias policiales tramitadas en Torremolinos" a cuenta de la mencionada denuncia. "Esta falta de concreción es patente que impide conocer la vinculación del funcionario policial con una base de datos concreta y qué disponibilidad legal tenía con respecto a la misma", argumenta la sala, que entiende que "no cabe reconvertir la sentencia absolutoria –que dictó la Audiencia Nacional– en otra condenatoria".

placeholder Gao Ping, supuesto líder de la mafia china, según la Fiscalía Anticorrupción. (EFE)
Gao Ping, supuesto líder de la mafia china, según la Fiscalía Anticorrupción. (EFE)

El Supremo explica también que Wu Liu requirió la información del estado de la denuncia porque esta versaba sobre un episodio de violencia de género que había sufrido su hermana y pretendía posteriormente trasladar los datos a la víctima que según el alto tribunal está "legitimada" para conocer lo que reclamaba. "Tenía derecho a saber cuál fue el contenido, la evolución y el destino del atestado policial que se tramitó en virtud de su propia denuncia y de las informaciones que aportó sobre su vida marital", justifica la resolución judicial.

La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional absolvió el pasado marzo a Wu Liu, Rodríguez San Román, el comisario Ángel Luis Olmedo, el inspector Federico Sánchez de Frutos, los policías Blas Donoso Adán y Óscar García Frade, el agente de la Policía Local de Fuenlabrada Mario José Selas Martínez y el excoordinador de Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Coslada Pablo García Lozano de todos los delitos que les atribuía Anticorrupción, que fundamentalmente les acusó de cohecho al entregar o recibir dádivas y de revelación de secretos por trasladar información de las bases de datos policiales, extremos ambos descartados por la sentencia de marzo que ya es firme. Tras la resolución, la Fiscalía únicamente recurrió contra Wu Liu y Rodríguez San Román, que tras el fallo del Supremo también quedan definitivamente exonerados.

Foto: Gao Ping, líder de la trama desmantelada, a la salida de la Audiencia Nacional en 2012 (EFE)

Durante la instrucción, Anticorrupción –basándose en los informes de la Unidad de Asuntos Internos del cuerpo– acusó a los mencionados y a otros agentes de formar parte de la trama liderada por Gao Ping, cosa que también quedó descartada en la sentencia de la Audiencia Nacional. Además, señaló a otros funcionarios de la corporación por los mismos motivos, pero las diferentes instancias fueron rechazando su implicación. En concreto, desde que el Juzgado Central de Instrucción numero 4 pusiera en marcha la operación Emperador en 2012 y abriera la pieza separada relativa a los funcionarios de Policía, la Fiscalía y Asuntos Internos han tratado de implicar también al comisario Carlos Salamanca y al inspector jefe de la Brigada de Extranjería Miguel Ángel Gómez Gordo. El primero nunca fue formalmente acusado. El segundo salió del procedimiento cuando la causa estaba concluyendo, tras acordarlo así la Sección Tercera de la Audiencia Nacional.

La instrucción además ha estado salpicada de polémica no solo por el tipo de comportamientos que la Fiscalía consideraba delictivos, sino también por la amistad que el titular del Juzgado número 4, Fernando Andreu, tenía con el mencionado comisario Salamanca. El juez, de hecho, se abstuvo de seguir investigando la causa cuando existía la posibilidad de que el entonces responsable de las dependencias de la Policía en el aeropuerto de Barajas estuviera implicado, extremo que finalmente fue descartado y permitió la continuidad del magistrado. Asimismo, Andreu protagonizó un duro auto contra la investigación de Asuntos Internos que destacaba numerosos errores de los miembros de esta unidad.

Foto: El comisario José Manuel Villarejo. (EFE)

En paralelo a la pieza separada de los policías, el Juzgado Central 4 continúa instruyendo la pieza principal del caso Emperador, con la que lleva más de cinco años. Según fuentes jurídicas, el asunto se encuentra paralizado y pendiente de requerimientos realizados por Andreu a la Agencia Tributaria en relación con decenas de personas vinculadas supuestamente a la red de Gao Ping. La operación Emperador, además, fue el origen de la guerra de comisarios que ya en 2017 se desató en el seno de la Dirección General de Policía y que aún continúa en el marco de otros procedimientos judiciales polémicos como el caso de Elisa Pinto y Javier López Madrid o el que investiga al joven Francisco Nicolás Gómez Iglesias.

El entonces comisario José Manuel Villarejo se quejó de que el responsable de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas, quisiera involucrar al hijo del primero en la operación. Esto provocó diferencias entre ambos mandos que se alargaron hasta la actualidad y que se extendieron en los mencionados asuntos. En el primero, la dermatóloga identificó a Villarejo en una rueda de reconocimiento como el hombre que la apuñaló. En el segundo, este comisario está acusado de filtrar a los medios la grabación de una reunión entre Martín Blas y agentes del Centro Nacional de Inteligencia en la que los presentes hablaban del caso Nicolás.

Todos los policías que han estado en algún momento señalados por la Fiscalía Anticorrupción en el marco del caso Emperador, que investiga a la mafia china que se conformó en Madrid en torno al empresario Gao Ping, pueden presumir ya de estar limpios de toda duda. El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso interpuesto por el ministerio público que insistía en acusar de revelación de secretos al comisario Manuel Patricio Rodríguez San Román, el último funcionario cuya profesionalidad seguía estando en entredicho. La sentencia del alto tribunal, dictada el pasado 13 de julio, exonera al policía y da carpetazo definitivo de este modo, por tanto, a la pieza separada del caso Emperador que ha llegado a investigar a casi una decena de funcionarios del instituto armado.

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