Las 'miniblack' de la Guardia Civil: un mando repostaba su coche con la tarjeta oficial

Una pareja de agentes de la Guardia Civil pilló hace cuatro años al comandante del puesto de Alcalá de Guadaíra, A. R. S., repostando gasolina en su coche particular con cargo a la tarjeta que utilizan los vehículos patrullas u oficiales de la corporación, que están a nombre de la Dirección General. Los funcionarios denunciaron la infracción ante el capitán, pero este únicamente se limitó a apercibir verbalmente al presunto infractor. De ahí que los denunciantes se decidieran a acudir a la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).

Esta última puso los hechos en conocimiento del superior del capitán, que abrió diligencias a través de Policía Judicial. Tras investigar el asunto, el Juzgado número 2 de Alcalá de Guadaíra —que se hizo cargo de las pesquisas— acreditó que al menos en dos ocasiones el hombre había llenado su vehículo privado de combustible con cargo a la tarjeta oficial. Sin embargo, el denunciado devolvió el importe y el juzgado decidió archivar el caso. Tras recurso de AUGC, el pasado 26 de junio, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla ratificó la sentencia previa.

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"No se discute que el investigado en sendas ocasiones repostó gasolina en su vehículo particular con la tarjeta de los coches oficiales de la Guardia Civil por importe de 80 euros (...), dinero que devolvió después", admite la resolución, que sin embargo apostilla que "la exigua cuantía a que ascendió el total de gasolina con que rellenó el depósito diluye y descartaría el ánimo defraudatorio y de malversación de caudales públicos por parte del investigado, máxime teniendo en consideración el hecho de haberlo realizado solo en dos ocasiones puntuales (...), todo ello sin perjuicio de las responsabilidades de otra índole en que pudiera haber incurrido, bien de tipo administrativo o disciplinario, que no corresponde hacer a este tribunal".

Este último punto, de hecho, es el que AUGC critica, dado que la Dirección General no ha abierto expediente disciplinario alguno al denunciado. Desde la asociación, censuran la "indolente actuación" del Ministerio del Interior, que abre diligencias penales contra agentes de base del cuerpo y expedientes disciplinarios por asuntos menores y no lo hizo en este tema. "Esta inusual inacción facilitó la situación al comandante, que no sufrió repercusión interna por los hechos", añaden.

Según AUGC, esto muestra el "doble rasero" y la "dispar línea de actuación" de la Dirección General "en función de la escala a la que pertenezca la persona de que se trate". "Si en los casos en los que está implicado un guardia civil de base la apertura de expediente es automática, tenemos que deducir que los galones funcionan", concluyen desde la asociación, donde consideran este comportamiento como "un privilegio para los mandos".