Rajoy pone la base para asegurarse otro año de estabilidad con prórroga hasta 2019

Mariano Rajoy cierra el primer año de su segundo mandato con la estabilidad parlamentaria garantizada hasta 2019. En junio sacó adelante los Presupuestos Generales del Estado para el ejercicio en curso y en julio acaba de lograr que el Congreso ponga las bases, el llamado techo de gasto, para aprobar las siguientes cuentas del Estado, las de 2018. Un prórroga posterior permitiría al PP completar más de tres años de legislatura. Pese a sus exiguos 137 diputados, el Grupo Popular engrasa una mayoría con Ciudadanos, el PNV y los regionalistas canarios que parece sólida para mantener la política económica, al menos la de gestión, pero nula para afrontar cualquier reforma.

En medios gubernamentales, reconocen que dan por hecho la reproducción a partir de septiembre en el Congreso del mismo proceso, votaciones y socios para aprobar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado que se dio durante la pasada primavera. "Es lo lógico, lo coherente y lo que está encarrilado", reconocen después de las negociaciones de las últimas semanas con los representantes del partido de Albert Rivera, los nacionalistas vascos y los dos grupos canarios, el de Ana Oramas y el de Pedro Quevedo, el 'diputado 176'.

El crecimiento económico, la creación de empleo y el aumento de la recaudación permiten al Gobierno incrementar el gasto público y fomentar la ampliación de plantillas de funcionarios. Y le dan más margen que este año para dar a Ciudadanos el protagonismo que requiere Rivera en medidas populares (rebajas de impuestos y apoyo a los autónomos), además de inversiones y subvenciones para el País Vasco o Canarias. Con esos parámetros, el último Consejo de Ministros de septiembre aprobará el proyecto de Presupuestos que centrará a continuación, durante todo el otoño, la actividad parlamentaria hasta concluir con un nuevo pacto presupuestario antes de Navidad.

Ese panorama 'normalizado' que se presenta para el Ejecutivo es similar al que afronta en cada periodo de sesiones cualquier Gobierno con mayoría parlamentaria o pactos de legislatura estables. La diferencia en este caso es que Rajoy solo tiene respaldo para los Presupuestos.

En fuentes del PP reconocen que el problema más grave al que se enfrentan es el desafío independentista en Cataluña, pero también que tienen las manos atadas para tomar cualquier otra iniciativa que no sea aplicar los Presupuestos. Y además de tener vetada la posibilidad de intentar cualquier reforma, se tienen que aplicar a impedir que los partidos de la oposición y sus socios, siempre eventuales, no se pongan de acuerdo para abordar sus proyectos de contrarreforma, desde la legislación laboral a las leyes y medidas de control del déficit de las administraciones.

El Gobierno apuesta a la estabilidad política para culminar la superación de la crisis antes de volver a examinarse ante las urnas. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, insistió en ello en la defensa del acuerdo sobre el techo de gasto para 2018, al sostener que España afronta la "mejor oportunidad de crecimiento económico de su historia". El texto aprobado por el Congreso enmarca los planes del Gobierno para toda la legislatura, con los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública para el periodo 2018-2020 y el límite de gasto no financiero.

Montoro aprovechó para reprochar a los socialistas que ya no quieran colaborar con el Gobierno en esa estabilidad presupuestaria fundamental para la recuperación económica. En concreto, se refirió al regreso de Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE cuando recordó que el marco presupuestario vigente fue pactado con el primer partido de la oposición hace seis meses y el de 2018, que crece hasta los 119.834 millones y supone aumentar el gasto en 1.497 millones, sea rechazado por el mismo partido.