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El Vaticano amenaza el pujante mercado 'online' de las hostias sin gluten
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tras la última carta del papa

El Vaticano amenaza el pujante mercado 'online' de las hostias sin gluten

El aumento de celíacos diagnosticados en los últimos años ha revolucionado los sistemas tradicionales de distribución de obleas, que incluso los mayores ya compran por internet

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Mónica empezó a comulgar con hostias sin gluten hace cuatro años. Unas fuertes molestias intestinales azotaban su salud y, tras una sucesión de pruebas, surgió el diagnóstico: la celiaquía, una enfermedad en aquel momento no tan conocida entre la mayoría como en la actualidad. Y menos todavía entre la comunidad religiosa. Una dieta adaptada hizo mejorar su estado, pero otra preocupación rondaba insistentemente por su cabeza. Mónica quería seguir tomando el pan sagrado —que lleva gluten— cada domingo en su parroquia y no sabía si iba a poder a hacerlo.

Antes de llegar la siguiente misa dominical se acercó a su párroco para conversar sobre el tema. Necesitaba compartir su incertidumbre y la respuesta fue una sorpresa para ella: “Tuve mucha suerte, porque desde un primer momento el padre me dijo que se encargaba él mismo de conseguir el pan para celíacos y que yo no debía preocuparme por nada”, explica esta madrileña a El Confidencial. A esto se comprometió el eclesiástico y así sucedió. Unas consultas ágiles entre sus conocidos y el párroco en seguida encontró la solución: la compra de hostias sin gluten a través de internet.

Internet se ha establecido como la mejor alternativa para los católicos practicantes que quieren continuar tomando la Eucaristía

El último sábado, el Vaticano difundió, por encargo del papa Francisco, un polémico documento que marcaba las pautas de elaboración del pan y el vino para la Eucaristía. El texto, titulado 'Carta de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos', anunciaba que las hostias sin nada de gluten son “materia inválida para la Eucaristía” e inducía a producir las obleas “sin añadir sustancias extrañas ni recurrir a procedimientos que desnaturalicen el pan”.

“Hace cinco años recibíamos muchas peticiones de ayuda de creyentes celíacos que se encontraban con dificultades para comulgar”, apunta a El Confidencial el portavoz de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), Víctor Brieva. Pero, añade, "esto ya no sucede, o al menos no de forma tan recurrente, en la actualidad”. “Los párrocos se han ido adaptando a la realidad actual y son ellos mismos quienes se suelen ocupar de encargar las formas sin gluten para los fieles que acuden a misa”, señalan a este diario desde la FACE.

Es en este contexto en el que el gran mercado global, internet, se ha establecido como la mejor alternativa para los católicos practicantes que quieren continuar tomando la Eucaristía. Y no solamente entre los jóvenes, sino también ancianos que están al corriente de la tendencia y piden a hijos y nietos el encargo del pan sagrado para los domingos a través de páginas web.

Foto: El trigo es mal aliado de los pacientes con enfermedad celiaca (Corbis)

Son portales como Holy Art o Brabander los que ofertan paquetes de entre 25 y 50 hostias sin gluten por poco más de tres y cinco euros, respectivamente. Los productos forman parte de su catálogo de artículos religiosos y, aunque se presentan como una cómoda solución para los celíacos, los fieles más tradicionales se oponen a este nuevo mercado.

Desde la FACE explican que las hostias sin gluten están compuestas por distintos tipos de cereales, pero que “contienen siempre una mínima parte de gluten para cumplir con los requisitos pautados por la Iglesia”. En julio de 2014, la Comisión Europea emitió el reglamento de ejecución número 828/2014, una normativa para definir por primera vez los requisitos generales para la declaración de productos ‘sin gluten’. La UE anunciaba que “solamente podrá utilizarse cuando los alimentos, tal como se venden al consumidor final, no contengan más de 20 mg/kg de gluten”.

La historia de Mónica pone rostro a una coyuntura en aumento. El mercado de hostias sin gluten amenaza así la ley del Vaticano. O viceversa. Esta afirmación se desprende de la estimación de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España, que ubica en alrededor de un 75% las personas celíacas en Europa todavía sin diagnosticar. “Como siempre, la Iglesia va un poquito más despacio, pero la realidad se impone siempre”, lamenta a El Confidencial Mónica entre susurros.

Más de dos décadas con el mismo discurso

Por su parte, desde el Arzobispado de Madrid insisten en lo innecesario de la controversia. “Estas pautas no son nuevas y, por tanto, no existe debate posible”, porfía el director de Medios de la jurisdicción eclesiástica de la Iglesia católica en España, Rodrigo Pinedo. Concretamente, Pinedo se refiere al pronunciamiento que la Iglesia realizó sobre el uso del pan con poca cantidad de gluten en 2003. El Vaticano anunciaba que “el fiel celíaco que no pueda recibir la comunión bajo la especie del pan, incluido el pan con una mínima cantidad de gluten, puede comulgar bajo la sola especie del vino”. Es decir, se negaba —y así se ha reiterado en el último comunicado de la máxima autoridad católica— la toma de obleas para celíacos.

Hasta la llegada del mercado 'online' de las hostias sin gluten, la sagrada forma solía producirse artesanalmente. La misma carta emitida por el Papa Francisco menciona el cambio en los sistemas de producción. “Mientras que hasta ahora, por lo general, algunas comunidades religiosas se ocupaban de preparar el pan y el vino para la celebración de la Eucaristía, hoy se venden también en los supermercados, en otros negocios y a través de internet”, apunta el texto.

Las cartas de este 2017 y la de 2003 no son los únicos comunicados que el Vaticano ha emitido sobre el asunto a lo largo de la historia. Ya en 1995 se difundió la 'Carta circular a los presidentes de las conferencias episcopales' con exactamente la misma posición ante el tema. Ni el más mínimo intento de actualización en todos ellos. Más de 20 años han pasado desde la difusión de este documento y la ley del Vaticano sigue siendo la misma. “En ningún supuesto se está negando la comunión de los creyentes, que pueden comulgar solo con vino”, insisten en negar desde el Arzobispado de la capital.

Mónica empezó a comulgar con hostias sin gluten hace cuatro años. Unas fuertes molestias intestinales azotaban su salud y, tras una sucesión de pruebas, surgió el diagnóstico: la celiaquía, una enfermedad en aquel momento no tan conocida entre la mayoría como en la actualidad. Y menos todavía entre la comunidad religiosa. Una dieta adaptada hizo mejorar su estado, pero otra preocupación rondaba insistentemente por su cabeza. Mónica quería seguir tomando el pan sagrado —que lleva gluten— cada domingo en su parroquia y no sabía si iba a poder a hacerlo.

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