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¿Debió anularse la práctica de barranquismo en el Jerte con alerta amarilla por lluvia?
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¿Debió anularse la práctica de barranquismo en el Jerte con alerta amarilla por lluvia?

Cuatro miembros de una misma familia, guiados por un monitor, fallecieron este jueves después de verse sorprendidos por la crecida del río en un barranco del valle del Jerte

Foto: Efectivos de Bomberos, junto al centro médico de Jerte, lugar donde se coordinaron este jueves las operaciones de salvamento. (EFE)
Efectivos de Bomberos, junto al centro médico de Jerte, lugar donde se coordinaron este jueves las operaciones de salvamento. (EFE)

Este jueves, la tragedia se cernió sobre el valle del Jerte, en Cáceres. Cuatro miembros de una familia fallecieron después de verse sorprendidos por la crecida del río mientras practicaban barranquismo guiados por un monitor. Una tromba de agua les hizo caer desde el lugar donde se encontraban, el barranco de Hoyos, como consecuencia de las precipitaciones registradas en las últimas horas en la zona.

Los cuerpos de los padres fueron hallados en el lugar por los efectivos de salvamento, que rescataron aún con vida a los tres hijos del matrimonio. A las dos niñas, de 11 y nueve años, se les practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar, pero los médicos no consiguieron salvarlas. El niño, de seis años, solo sufrió contusiones y a última hora de este jueves era trasladado al hospital de Don Benito, la localidad natal de la familia.

Foto: Efectivos de Bomberos, Guardia Civil, Protección Civil y personal sanitario, junto al centro médico de Jerte, donde han sido trasladados los cuerpos. (EFE)

El matrimonio era bien conocido en el pueblo, según explicaron a este diario allegados a la familia. La madre, M. G., regentaba la casa rural Los Abuelos de Mengabril, una localidad cercana a Don Benito, y el padre, J. G-M., trabajaba en una empresa eléctrica de Guareña.

La "tremenda tragedia", como la calificó el alcalde de Jerte, Gabriel Iglesias, ocurría poco después del mediodía. Según la delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, la zona del lugar de los hechos estaba destinada a principiantes, los cuatro miembros de la familia que fallecieron iban bien equipados e insistió en que el recorrido que se encontraban realizando no tenía peligro aparente.

Pero entonces, ¿qué falló? Desde el ayuntamiento donde está el valle, así como desde la Guardia Civil, detallaron que se registraron fuertes precipitaciones, lo que causó una crecida del río, pillando por sorpresa a esta familia. La alerta amarilla estaba activada por lluvias y tormentas y, según la Agencia Estatal de Meteorología, a 10 kilómetros de donde se encontraban cayeron hasta las cuatro de la tarde 52,2 litros por metro cuadrado, el mayor registro de precipitaciones de toda España este jueves.

¿Debió suspenderse la actividad?

Los expertos consultados por este diario prefieren no tildar de imprudencia lo ocurrido este jueves, sino que lo califican de fruto de la fatalidad. Sin embargo, al preguntarles si ellos practicarían barranquismo con la alerta por lluvias y tormentas activa, responden con una negativa.

"Este tipo de actividades requieren siempre tener presente la cuestión meteorológica", explican desde la Federación Extremeña de Montaña y Escalada (Fexme) a este diario. Este tipo de incidentes ocurren de imprevisto y, aunque remarcan que el hecho ocurrido en el Jerte fue un accidente, destacan que ante una alerta amarilla se debe valorar la situación del clima para decidir si se realizan las actividades de barranquismo programadas.

Siempre depende de la valoración que realicen los profesionales que se encargan de llevar la actividad a cabo de si hay que suspenderla o no. “El lugar no era para que esto ocurriera, era de iniciación para la práctica del barranquismo, no se daban las circunstancias”, explican.

Foto: Imagen del rescate de los dos montañeros fallecidos el pasado sábado (EFE)

"La prudencia aconseja hacerlo", asevera José Enrique Sánchez, vocal de la Asociación Española de Barrancos y Espeleología (Asedeb), nada más preguntarle sobre si las actividades de barranquismo debieron suspenderse este jueves en el valle del Jerte.

Sánchez, que ha tenido la oportunidad de visitar en otras ocasiones el barranco de Hoyos, lugar donde ocurrió la desgracia, dice que aunque la zona es segura y tranquila, "el agua es imparable. Una crecida puede aparecer de imprevisto siempre que hay lluvias. Lo que es un barranco sin peligro, puede convertirse en una ratonera en segundos".

"Con alerta amarilla por precipitaciones y en la parte baja de un río... Cuando el agua llega, no hay quien la detenga", sopesa Sánchez, que compara la exposición a este riesgo con la persona que decide continuar circulando con el coche a 120 kilómetros por hora por la autopista mientras cae la lluvia como un torrente de agua.

Extremadura despide entre lágrimas a la familia

Este viernes por la tarde, cientos de personas se han acercado hasta la iglesia parroquial de Santiago, en Don Benito, para dar su último adiós al matrimonio y a las dos hijas fallecidas. Los cuatro féretros han llegado en sendos vehículos fúnebres, con numerosas coronas de flores, y la sensación de duelo ha aumentado cuando han sido introducidos en el templo tras ser recibidos ante las puertas por tres sacerdotes del colegio en el que estudiaban las pequeñas fallecidas. A la ceremonia ha asistido el exministro José Manuel García Margallo, primo del cabeza de familia. El pésame ha durado más de hora y cuarto.

Este jueves, la tragedia se cernió sobre el valle del Jerte, en Cáceres. Cuatro miembros de una familia fallecieron después de verse sorprendidos por la crecida del río mientras practicaban barranquismo guiados por un monitor. Una tromba de agua les hizo caer desde el lugar donde se encontraban, el barranco de Hoyos, como consecuencia de las precipitaciones registradas en las últimas horas en la zona.

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