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Ábalos: "Nuestro proyecto debe culminar. No podemos ir a componendas con los barones"
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ENTREVISTA AL NUEVO SECRETARIO DE ORGANIZACIÓN DEL PSOE

Ábalos: "Nuestro proyecto debe culminar. No podemos ir a componendas con los barones"

El número tres del PSOE subraya que la obligación de Ferraz no es "preservar los privilegios" de ningún líder territorial. Reconoce "fallos de comunicación" respecto al cambio de criterio con el CETA

Foto: José Luis Ábalos, nuevo secretario de Organización del PSOE, el pasado 9 de abril en Valencia. (EFE)
José Luis Ábalos, nuevo secretario de Organización del PSOE, el pasado 9 de abril en Valencia. (EFE)

Se le nota oficio, mucho oficio. Tablas para sortear los charcos pero al tiempo sin dejar de lanzar mensajes claros. Pero sin pasarse de frenada. No es extraño. José Luis Ábalos (Torrent, Valencia, 1959) lleva toda la vida en las entrañas del partido. Lo conoce a fondo, sobre todo el PSPV, su federación, la que le aportó casi 10.000 votos a Pedro Sánchez y la que se convirtió en el campamento base de su resurrección política. El diputado, también secretario de la provincia de Valencia, la segunda más grande de todo el PSOE, confió en él hasta el final y le proporcionó el aparato que necesitaba. El reelegido líder le premió y le invistió como nuevo responsable de Organización, el número tres del organigrama socialista tras la asturiana Adriana Lastra.

Ábalos luce ese estilo campechano que le reconocen amigos y detractores. Talante afable, negociador. Conversa durante una hora larga con El Confidencial en la sede de Ferraz y no se irrita pese a la lluvia de preguntas y repreguntas. Admite errores en la explicación del cambio de criterio del tratado de libre comercio UE-Canadá (CETA), pone líneas rojas frente a los barones, a algunos de los cuales les acusa de querer "blindarse" y de "victimismo", corrige palabras de compañeras de ejecutiva (Adriana Lastra, Núria Parlon) y advierte de que el proyecto de Sánchez ha de "culminar", porque el nuevo PSOE no puede "defraudar" a las bases.

PREGUNTA. ¿Cree que el PSOE ha explicado bien el viraje respecto al CETA? ¿Un asunto tan complejo se despacha a través de un tuit de la presidenta del partido o con una decisión unilateral del secretario general anunciada al comisario de Finanzas, Pierre Moscovici, durante su reunión del jueves?

RESPUESTA. Ha fallado la comunicación en este sentido. Este lunes tenemos programada una reunión de la permanente de la ejecutiva con los dos líderes de CCOO y UGT para abordar esta cuestión. Lo normal habría sido esperar a ese encuentro para adoptar la decisión, pero estos tiempos líquidos tienen estas cosas.

Foto: Pedro Sánchez, flanqueado por Cristina Narbona y Adriana Lastra, presidenta y vicesecretaria general del PSOE, en la ejecutiva del 19 de junio. (EFE)


P. ¿No lo hicieron por el aluvión de críticas recibidas?

R. Cuando se tomó la decisión [del voto en el Parlamento Europeo, en febrero], estaba condicionada por la posición tomada por el grupo de los socialdemócratas europeos. Los sindicatos nos remitieron a todos los diputados su posición y su petición de que lo rechazáramos. En aquel momento estaba la gestora al frente del PSOE y no tuvimos un debate al respecto. Es verdad que el partido no ha mantenido una discusión a fondo sobre el CETA. En el 39º Congreso se adoptó una resolución...

Ha fallado la comunicación con el CETA. Lo normal habría sido esperar a la ejecutiva, pero los tiempos líquidos tienen estas cosas

P. Sí, que no es concreta.

R. No lo es, pero sí invita a una revisión de nuestra postura.

P. El tratado de libre comercio lleva negociándose años. Incluso cuando Sánchez era secretario general. ¿Por qué no se revisó la posición entonces?

R. Nadie tenía la clarividencia suficiente como para tener una posición tan definida desde el principio. Todo acto acertado exige siempre una maduración.

P. ¿No es una postura oportunista?

R. No. Lo más oportunista habría sido no entrar en ello, dejarlo estar. Habría sido lo más fácil, y lo menos comprometido. Pero esta dirección quiere situarse a la izquierda, y quiere ser más sensible a la posición de las organizaciones de trabajadores. El PSOE se ha sensibilizado más con los sindicatos. No podemos olvidar que en nuestras siglas tenemos la letra O de Obrero.

P. ¿El cambio no obedece a un guiño a Podemos?

R. No. No vamos a orientar nuestras decisiones en función de si suponen o no un acercamiento a Podemos. Estamos en la tarea de definir una posición propia e inconfundible, y se verá una actitud más valiente, más decidida y sin complejos en temas que definen a la izquierda. El cambio respecto al CETA tiene que ver más bien con el contexto internacional, con el neoliberalismo tan brutal, y con la ofensiva conservadora… Por supuesto que estamos con la competitividad, con el mercado abierto, con la globalización, pero que no sea a costa de los derechos de los trabajadores ni de rebajar las exigencias medioambientales.

P. El otro "hecho" que Podemos pide para creerse al PSOE de Sánchez es el rechazo al techo de gasto de 2018. ¿Qué va a hacer su partido?

R. No está claro aún.

El tratado de comercio entre Europa y Canadá pone a prueba el nuevo PSOE

P. El martes Pedro Sánchez se reúne con Pablo Iglesias, y el miércoles, con Albert Rivera. Pero ambos partidos se han declarado incompatibles mil veces. ¿Su pretensión no conduce a una frustración permanente?

R. No nos consta que se vaya a producir esa exclusión.

P. No es eso lo que ellos dicen. El comunicado que lanzó Ciudadanos decía que Rivera dejó muy claro a Sánchez que no iba a meterse en un "bucle" ni a repetir el fracaso de 2016.

R. Me parece bien que no quiera meterse en un bucle ni por supuesto hay que repetir el fracaso de 2016. Podemos compartir eso, no reincidir en el error, pero no significa que no tratemos de explorar una dinámica nueva.

P. ¿Qué tipo de dinámica nueva? ¿Cómo se construye una alternativa con ambos partidos que dicen que no tienen nada que ver?

R. Caminando en torno a políticas concretas, sin definir el objetivo de las mismas. En 2016, estábamos hablando del objetivo de una investidura. Otros pueden pensar en el objetivo de una censura, pero nosotros no marcamos el objetivo, salvo en la definición de una alternativa al Gobierno del PP.

Si no se incrementa el apoyo parlamentario, no habrá moción de censura. El PSOE no teme para nada nuevas elecciones

P. Sánchez dijo el pasado martes que la meta es avanzar "juntos hacia La Moncloa" y sacar al Gobierno del PP.

R. Nuestro objetivo es La Moncloa, obviamente. Pero al margen de ello, queremos ir construyendo una alternativa política a la derecha, en el ámbito parlamentario, y es compatible con nuestra meta unilateral de aspirar a La Moncloa.

P. ¿Confían en que C's se vaya desenganchando del PP?

R. Tendrán que saber si son la muletilla del PP. Si esa es su aspiración…

P. ¿Pero ustedes confían en que se fragüe esa alternativa a tres o es una manera de Sánchez de recuperar el protagonismo al no ser diputado?

R. No, no se hace por eso, va más allá.

P. ¿Se puede mantener esa expectativa hasta las siguientes elecciones?

R. Serán los hechos los que lo digan. No hay que anticipar nada. De todas formas, el secretario general ya dijo que impulsaría estos espacios de encuentro, y si fracasaban nos dedicaríamos exclusivamente a ser la alternativa de la derecha por nosotros mismos.

P. Podemos persigue la moción de censura para "antes de Navidad". ¿La habrá en los próximos meses?

R. Para que una moción de censura tenga virtualidad, no tiene que ganar ni conseguir la mayoría absoluta, pero sí tiene que proyectar la imagen de que es una alternativa capaz de ganar las elecciones. Eso pasa por incrementar todo lo posible el apoyo parlamentario. Si no se da esa circunstancia, será otro acto fallido.

P. Y no lo harán con las formaciones independentistas.

R. No, desde luego.

placeholder José Luis Ábalos, el pasado 25 de mayo en Valencia. (EFE)
José Luis Ábalos, el pasado 25 de mayo en Valencia. (EFE)


P. ¿El PSOE está preparado para afrontar nuevas elecciones si Rajoy las convocara ya o sigue muy débil? ¿Tiene miedo a nuevos comicios?

R. Para nada. Quien no los querrá será el PP. La expectativa está ahora muy bien.

P. Hay quienes sostienen, incluso dentro de su partido, que si el PSOE se escora demasiado a la izquierda pierde el espacio del centro, que ha sido clave en las victorias del PSOE.

R. Históricamente, ese espacio fundamental siempre lo hemos conseguido desde la izquierda. Así ocurrió en 1982, en 1993, en 2004. ¿Se acuerda del "Zapatero, pancartero" por nuestra defensa del 'No a la guerra'? Desde el centro nunca hemos conquistado la izquierda, y nuestra fractura no se produce en el centro. La fractura electoral y social está en la izquierda, y se produjo en 2015. El PSOE puede quitar a C's, porque hay mucha gente de C's que es progresista, abierta, moderna, y si esos electores ven que C's cada vez es el sustento de la derecha, que acaba siendo lo mismo que el PP, les abandonarán.

Foto: Pedro Sánchez, durante su discurso de clausura del 39º Congreso Federal, este 18 de junio en el pabellón 3 de Ifema de Madrid. (EFE)


P. ¿Una ejecutiva monocolor como la aprobada en este 39º Congreso no es a la larga una equivocación? Si hay errores, las culpas se echarán a Sánchez.

R. Es evidente que si tú haces una dirección política con las manos libres es lógico que tengas que responder plenamente, pero eso está bien. Esto de la integración no ha sido algo constante, y por una cuestión muy clara. Las ejecutivas antes eran muy reducidas, luego no podían ser muy integradoras. Y esa integración se producía tras situaciones de conflicto, pero nunca ha resultado bien, porque el mayoritario después del gesto ha procurado eliminar a la minoría. Eso es una integración de fachada. Además, la experiencia última [la de 2014] nos llevó a esto, así que no hay que volver a cometer errores. Y finalmente, tampoco ha habido una demanda de integración, sí en los órganos de representación, que por otra parte es donde corresponde…

P. Pero tampoco se ha producido en el comité federal respetando los porcentajes obtenidos en las primarias.

R. Porque tampoco [los críticos] los han exigido.

P. Les han acusado de "sectarismo", de "revanchismo".

R. Los hay que ven sectarismo en los demás. Algunos de los que dicen eso están buscando una excusa para hacer lo propio en su casa.

P. Si los barones copian ese modelo de ejecutivas monolíticas, ¿no se alimenta la creación de trincheras en el PSOE, que se convierta en un partido de taifas?

Las integraciones tienen que ser reales y hay mucha de fachada, para adornar. Si hablamos de integración, debe ser efectiva

R. No necesariamente. Una integración no garantiza que no vaya a haber taifas. Las integraciones tienen que ser reales y mi experiencia es que hay mucha integración de fachada, de cara a la galería, para adornar. Si hablamos de integración, debe ser efectiva, y lo es más desde los órganos de representación que en los ejecutivos, en los que el secretario general tiene mucha capacidad.

P. ¿Por qué la integración ha sido posible en los grupos parlamentarios y no en la ejecutiva?

R. Porque los grupos están como están y no se pueden cambiar, los diputados son los que son y hay que responder a esa realidad. En ese ámbito es más efectiva la integración, mucho más.

P. Decía la vicesecretaria general, Adriana Lastra, que "la bicefalia es un buen modelo". ¿Usted lo comparte?

R. No, no creo que sea un modelo ni la bicefalia ni la concentración de poder. Hay que estar en función de las realidades de cada sitio. En Madrid la bicefalia es inevitable porque el portavoz [Ángel Gabilondo] no es militante [y no puede liderar el PSOE-M]. En Asturias el presidente [Javier Fernández] ha dicho que no va a continuar, así que el secretario general será forzosamente otro. En el País Vasco, en el PNV el modelo funciona…

P. Pero en el PSOE eso siempre ha sido un anatema.

R. No siempre. Por ejemplo en Asturias no fue así con [Vicente Álvarez] Areces. Depende de cada circunstancia. Cuando hay gobiernos monocolores y un apoyo parlamentario sólido es difícil la bicefalia, muy difícil. Toda la acción del partido inevitablemente se traslada a la acción de Gobierno. El programa del partido se aplica. Cuando hay gobiernos de concentración, es más complicado porque la acción de ese Gobierno no es la acción del partido, sino el resultado de un acuerdo entre varias fuerzas. Por lo tanto, no creo ni que haya que predicar bicefalia ni tampoco anatematizarla.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se reunirán el próximo martes

P. Los que se oponen a este modelo dicen que si el presidente tiene que pactar con su propio partido hace más mucho más complicada la gobernabilidad. El propio Ximo Puig se preguntaba hace una semana por qué había interés en debilitarlo.

R. Pues es muy sencillo: que no hubiera convocado el congreso [autonómico].

P. Tenía que hacerlo, le obligan los estatutos [a hacerlo en un plazo de 60 días desde el cónclave federal].

R. ¿Entonces él convoca primarias pero pone una norma no escrita diciendo que prohibido que alguien se presente? Esto es de esquizofrenia.

P. Entiende que Rafa García ha sido promocionado por el federal. La localidad de la que él es alcalde, Burjassot, acogió un gran mitin de Sánchez, fue aupado a la mesa del 39º Congreso Federal…

R. Entonces habrá que coger a alguien que no tenga ninguna relación con nadie. Y aunque fuera promovido [por Ferraz], que no es el caso, porque entre otras cosas no nos dio ni tiempo, porque estábamos aquí de congreso y al día siguiente cerraban ya la preinscripciones. Yo no he hablado todavía con ese muchacho y lo conozco mucho, pero alguien que da un paso en ese sentido, un alcalde de una población de 37.000 habitantes, que se presenta como alternativa frente a alguien que acumula todo el poder institucional, todo el poder orgánico y lo ejerce, no hay por qué machacarlo, y menos cuando ha hecho uso no de un derecho, sino de una convocatoria de la ejecutiva.

No creo ni que haya que predicar bicefalia ni tampoco anatematizarla. Hay que estar en función de la realidad de cada sitio

P. Puig daba una razón para querer repetir: entendía que Sánchez fuera secretario general y presidente del Gobierno…

R. Pero ese caso no se ha dado. Cuando Pedro sea presidente hablamos de esto, pero no es comparable.

P. Pero él querrá ser secretario general y presidente.

R. Ya veremos. Una vez que sea presidente, ya veremos cuál es el problema y las necesidades que tiene. Pero no hay ningún problema en que Ximo siga siendo secretario general. No hay ningún problema ni ninguna operación contra él, me parece razonable que quiera serlo, justificable incluso que pueda seguir siéndolo. Lo que hay que enfrentar sin dramatismo es un proceso que han convocado ellos mismos. ¿Nos fortalece tanto dramatismo, tanto victimismo?

P. ¿No cree que tener rival debilita los liderazgos de Ximo Puig en Valencia, Javier Lambán en Aragón o de Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha?

R. Yo estoy convencido de que esta candidatura [la de Rafa García] Ximo la podía haber evitado si hubiera tenido un proyecto más integrador.

P. Puig sí ha defendido que ha hecho ejecutivas integradoras e inclusivas.

R. La ejecutiva del PSPV tiene cerca de 100 miembros y no hay precisamente mucha integración.

P. ¿Y no hay ánimo de venganza por parte de Ferraz?

placeholder Ximo Puig posa con miembros de su delegación en la clausura del 39º Congreso, el 18 de junio. (EFE)
Ximo Puig posa con miembros de su delegación en la clausura del 39º Congreso, el 18 de junio. (EFE)


R. ¿Venganza de qué? ¿Con qué recursos? En otros sitios no se vislumbra ninguna alternativa y son barones que han hablado más que Ximo. Como Guillermo Fernández Vara. Además, ¿cuál es la influencia de Ferraz, si no tenemos nada con que intimidar?

P. Si pierde las primarias Puig, ¿el candidato a las autonómicas de 2019 debe ser García?

R. A quien le corresponde la candidatura es a Ximo. Nuestras normas le dan prioridad. Es verdad que no lo hacen inevitable, pero los presidentes y alcaldes están casi exentos de primarias. Tienen cierto blindaje. El procedimiento para elegir secretario general es inevitable, pero para la candidatura electoral lo razonable es dejar al que ya está gobernando.

P. ¿Usted qué va a votar en esas primarias del 16 de julio si ambos candidatos consiguen los avales?

R. No anunciaré mi voto. Pero sí espero que se pueda votar.

P. Porque espera que ambos lleguen a los avales.

R. Yo estoy cumpliendo escrupulosamente y no estoy llamando a nadie. Pero me molesta mucho que se haga tanta referencia a Ferraz.

P. ¿Por qué?

R. Porque no es cierto. Parece que es una invitación, una provocación a que nos dé por intervenir. Me molesta que hablen de influencias cuando otros usan las instituciones para influir sobre los demás.

Si alguien piensa que nosotros hemos llegado a la ejecutiva federal para saborear el triunfo y que todo siga igual, es un error

P. ¿Los barones están provocando a Ferraz? ¿No todos han asumido la derrota?

R. Cada uno está en su situación y su actitud es distinta. La actitud más colaboradora que vimos fue la de Guillermo.

P. ¿El PSOE de Sánchez es compatible con los barones que apoyaron a Díaz? ¿Cree que si no hay relevo en algunos territorios se puede frenar ese nuevo PSOE?

R. Eso es una clave muy vieja. Y además parece una enmienda a todo lo que hemos hecho. Si alguien piensa que nosotros hemos llegado a la ejecutiva federal para saborear el triunfo y que todo siga igual, es un error, y se lo digo incluso a quienes participaron en esta candidatura. El proyecto tiene que culminar.

Foto: Isaura Leal, Susana Sumelzo y José Luis Ábalos, miembros de la ejecutiva federal, acompañan a Pedro Sánchez al Congreso el pasado 20 de junio. (EFE)


P. ¿Y qué significa culminar?

R. No defraudar todo lo que hemos alimentado. No podemos ir a componendas. Tenemos que respetar la voluntad de la militancia y que esta tenga garantías para expresarse. No hemos llegado pidiendo la voz de la militancia, la militancia a su vez pidiendo libertad y capacidad para decidir y una vez en el poder vamos a volver a lo de siempre. A hacer pactos de despacho y silenciar, invalidar o neutralizar a la militancia. No nos lo van a perdonar. Sería un fraude. Y yo creo que algunos no lo han entendido. Creían que era una mera lucha por el poder y a ver quién se hacía con Ferraz, y no es así. En cada sitio se hará lo que los militantes quieran, y nuestra obligación no es preservar los privilegios de nadie, sino garantizar que los afiliados tengan ese derecho. Ya sé que cuesta entenderlo, porque la práctica política ha sido otra.

P. ¿Hay barones que quieren dinamitar el PSOE desde dentro, atrincherándose en sus territorios?

R. No prejuzgo nada. No sé si hay.

P. Ni invita a que en Aragón haya alternativa a Lambán.

R. Tampoco. Ni sé si la va a haber.

Los gobiernos se debilitan cuando se meten en lo orgánico. Hay que pedir moderación para no blindarse con lo institucional

P. ¿Habrá alternativa a Page en Castilla-La Mancha?

R. No la conozco, sinceramente.

P. ¿Su anuncio de que podría convocar elecciones anticipadas es una añagaza para preservar su poder orgánico?

R. Hasta donde nos consta, no lo está haciendo por eso, como un mensaje hacia el partido. Es un recado a Podemos.

P. Hay barones próximos a la dirección federal que dicen que plantear batalla a los barones expone al PSOE a perder esos Gobiernos autonómicos.

R. Los gobiernos se debilitan cuando se introducen en la batalla orgánica. Hay que pedir un poco más de moderación para no intentar blindarse con lo institucional. La posición orgánica no tiene que ver con la posición institucional. Las instituciones son de todos y al servicio de todos. No se pueden patrimonializar.

P. ¿Susana Díaz es una buena candidata para 2019?

placeholder Ábalos, el pasado 25 de mayo en Valencia. (EFE)
Ábalos, el pasado 25 de mayo en Valencia. (EFE)


R. Ella es presidenta y por tanto todas las condiciones se dan para que vuelva a serlo.

P. ¿Representa ese PSOE renovado? ¿Puede ser un freno para el PSOE de Sánchez?

R. Todos podemos y debemos ser parte del PSOE renovado. Todos deben adaptar las conductas a lo reflejado en el congreso, dejarse imbuir por ese sentimiento. Pueden discrepar, tener su voz crítica, pero todo desde la lealtad y desde el compromiso de formar parte de un mismo partido. Sentirse PSOE.

P. La secretaria de Cohesión Social, Núria Parlon, advertía de que si el Gobierno recurría al artículo 155 para frenar el desafío soberanista, el PSOE apelaría a la comunidad internacional. ¿Lo comparte?

R. No. Este país tiene el suficiente grado de desarrollo institucional como para no llegar a eso.

P. ¿Desautoriza sus declaraciones?

R. No desautorizo. Digo que pensamos que el Gobierno no va a acudir a eso, que se va a dejar llevar por la prudencia y no va a haber necesidad de recurrir a ese extremo. Y no hay motivos para recurrir a la comunidad internacional. Nosotros estaremos al lado de la ley, que no es lo mismo que al lado del Gobierno. Y si se mantiene al lado de la ley, coincidiremos con el Gobierno.

El Gobierno no va a acudir al artículo 155, se guiará por la prudencia. Y no hay motivos para recurrir a la comunidad internacional

P. Lastra comparaba la "plurinacionalidad" de España con la que existe en Bolivia. ¿Es pertinente ese ejemplo?

R. Para nada. Hay conceptos con diversas acepciones, y en este caso hay que conocer Bolivia. El término se refiere a los pueblos indígenas, porque estaban en el ostracismo. Nada que ver con nuestra polémica, ni la realidad en América Latina… Nosotros no tenemos esas circunstancias y creo que ella misma rectificó.

P. ¿Será posible reconstruir la relación de Sánchez con los expresidentes y ex secretarios generales?

R. Sí, yo creo que sí. Tuve la oportunidad de hablar con Zapatero durante la inauguración [del congreso] bastante tiempo y le vi muy buena disposición, aparte de que lo respeto y admiro mucho, y aposté por él en 2000. Los exlíderes y expresidentes quieren y merecen un reconocimiento por parte del partido y yo creo que el partido está necesitado de respetar a aquellas personas que han sido referentes. No vamos a renunciar a nuestros activos, pero uno tiene que procurar no poner en cuestión su activo.

La ubicación en el Congreso de Madina, Hernando, Rodríguez... y la de los ex en el comité federal

Aún queda una reestructuración pendiente. La de los grupos parlamentarios en Congreso y Senado tras la remodelación de las respectivas direcciones. José Luis Ábalos no quiere aventurar los cambios que puedan aprobarse en los próximos días. "Los retoques serán posiblemente los mínimos", sostiene. Pero dice no saber -"ya no soy portavoz provisional"- si Soraya Rodríguez seguirá presidiendo la Comisión Mixta para la Unión Europea, si Eduardo Madina continuará siendo el portavoz en ese órgano o si Antonio Hernando recibirá en recompensa una presidencia de comisión. La de Justicia, por ejemplo, que deja vacante Margarita Robles. Sobre este último, considera que "se merece" ese premio y subraya la buena valoración que tiene de él -"como parlamentario es muy aprovechable"- y lo mucho que le ha ayudado en el mes en el que él ha sido portavoz provisional en la Cámara Baja. 

Cuando se conoció la lista de miembros de la parte del comité federal que elige el congreso (la otra mitad la ponen los territorios), sorprendió que Sánchez se hubiera saltado la tradición de incluir en ese órgano máximo de poder del PSOE a los ex vicesecretarios generales (José Blanco o Elena Valenciano)  a los exsecretarios de Organización (como César Luena, el último, o bien Óscar López, su antecesor). "Nunca supe que había una norma no escrita. Y las normas no escritas no vinculan", señala Ábalos, que argumenta que esa regla no operó, por ejemplo, en el 35º Congreso, el de 2000, el que aupó a José Luis Rodríguez Zapatero, porque el responsable de Organización inmediatamente anterior, el valenciano Ciprià Císcar, no entró en ese momento en el comité. Lo tuvo que poner después su federación, el PSPV. Ábalos previene contra la tentación de no convertir el órgano en un "comité de la memoria". 

Para el número tres, el comité federal es un órgano en el que un dirigente debe entrar "no por la condición que ha tenido" en el pasado, sino por la "representación que ostenta". De lo contrario, supondría que los ex tienen "una pequeña acción sobre esta empresa", el PSOE. "Y no la hay ni pueden tenerla". "Si lo que se pretende es aportar sabiduría, que se cree un consejo asesor, pero no desvirtuemos el órgano y que se demanda, que es todo esté revestido de la mayor representación de la militancia". 

Se le nota oficio, mucho oficio. Tablas para sortear los charcos pero al tiempo sin dejar de lanzar mensajes claros. Pero sin pasarse de frenada. No es extraño. José Luis Ábalos (Torrent, Valencia, 1959) lleva toda la vida en las entrañas del partido. Lo conoce a fondo, sobre todo el PSPV, su federación, la que le aportó casi 10.000 votos a Pedro Sánchez y la que se convirtió en el campamento base de su resurrección política. El diputado, también secretario de la provincia de Valencia, la segunda más grande de todo el PSOE, confió en él hasta el final y le proporcionó el aparato que necesitaba. El reelegido líder le premió y le invistió como nuevo responsable de Organización, el número tres del organigrama socialista tras la asturiana Adriana Lastra.

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