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El PSOE afronta la segunda gran batalla: Pedro Sánchez va a por los territorios
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la clausura del 39º congreso federal del psoe

El PSOE afronta la segunda gran batalla: Pedro Sánchez va a por los territorios

Ferraz da luz verde para tratar de desbancar a Ximo Puig y quedarse Asturias y Madrid, busca la retirada de Lambán, anima el ‘patio’ de Susana Díaz y dará paz a Vara y García-Page

Foto: Pedro Sánchez, durante el mitin de clausura del 39º Congreso Federal, en el pabellón 3 de Ifema de Madrid. (Reuters)
Pedro Sánchez, durante el mitin de clausura del 39º Congreso Federal, en el pabellón 3 de Ifema de Madrid. (Reuters)

El día después de la batalla no habrá tregua en el PSOE ni paz para los derrotados. Empieza la segunda ofensiva de Pedro Sánchez tras barrer a Susana Díaz en las primarias con el apoyo indiscutible de los militantes y hacerse un partido y un equipo a su medida, sin concesiones.

Los líderes territoriales ofertaron un pacto de no agresión y garantizaron que darían manos libres al secretario general. A cambio pidieron respeto en sus territorios y que no hubiera maniobras que desestabilizaran los gobiernos autonómicos, muchos en minoría y en alianzas de izquierda. No han encontrado eso. El 39º Congreso del PSOE, además de dejar claro que la voluntad de integración de Sánchez es escasa, ha abierto la guerra de los congresos regionales y provinciales.

Foto: Pedro Sánchez, rodeado de su ejecutiva, encabezada por José Luis Ábalos, Adriana Lastra, Cristina Narbona, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Óscar Puente, este 18 de junio. (EFE)

Muchos dirigentes asisten estupefactos a lo que consideran un ajuste de cuentas que creen incomprensible en un secretario general legitimado por la militancia, que podría situarse por encima y trascender esta batalla. “No es él, es el odio que tiene alrededor”, comentaba tras la clausura del cónclave un dirigente del partido. “Será una guerra que nos hará perder los gobiernos autonómicos”, manifestaba a su vez un barón socialista.

La primera batalla del nuevo PSOE se disputará este mismo lunes en la Comunidad Valenciana. El presidente, Ximo Puig, ha avanzado con firmeza su intención de registrar hoy a primera hora su candidatura para continuar siendo secretario general del PSPV. El pasado sábado no se entrevistó con Sánchez y el domingo recibió una llamada telefónica breve en la que no tuvo ningún explicación sobre por qué Ferraz va a lanzar al alcalde de Burjassot, Rafa García, en su contra.

"Será una guerra que nos hará perder los gobiernos autonómicos", manifiesta un barón socialista. Los críticos creen que se mueve por el "odio" alrededor

Fuentes próximas a Puig dejaban entrever su perplejidad por esta ofensiva contra el líder valenciano en el que consideran el mejor momento del PSOE en esta comunidad en los últimos 22 años y cuando gobiernan no solo en la Generalitat, en alianza con Compromís, sino también para el 80% de la población. “Además, no hay un liderazgo fuerte que haga frente”, indicaban desde el entorno del presidente valenciano, convencidos de que la alternativa de Ferraz es “artificiosa” y no un clamor de la militancia. El perfil de Ximo Puig siempre ha sido “inclusivo”, recuerdan los suyos, integrando a todos sus críticos. Ahí estaba José Luis Ábalos, flamante secretario de Organización, a quien en 2012 promocionó para ocupar la secretaría provincial de Valencia, que en estas primarias ha servido de trampolín clave para Sánchez.

Entre los socialistas valencianos hay preocupación por el desgaste del Gobierno en esta nueva guerra interna, aunque Puig ha recibido el apoyo directo de sus socios y de Mónica Oltra. El equipo de Sánchez insiste en que no hay revancha ni venganza, sino una demanda de las bases y los militantes que la ejecutiva federal no puede ignorar. Esa es, en general, la explicación en la que se escudan para lanzar candidatos a las primarias en los territorios donde los secretarios generales gobiernan.

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Sin referente claro javierista

La otra gran batalla, liderada por Ferraz y con el empuje de la vicesecretaria general, Adriana Lastra, se va a librar en Asturias, que celebra su congreso en septiembre. Javier Fernández, presidente de la gestora y del Principado, ya ha anunciado que no se presentará a la reelección. Los sanchistas presentarán, en principio, a Adrián Barbón, alcalde de Laviana, una localidad de las cuencas mineras. Por Fernández no hay un nombre aún elegido y sí tres candidatos posibles: Josechu Pérez, portavoz municipal de Gijón; el portavoz del Gobierno, Guillermo Martínez, o el parlamentario regional Marcelino Marcos.

La situación será también complicada para Javier Lambán en Aragón, que celebra congreso más adelante. Fuentes de la ejecutiva federal señalan que en este caso podría llegarse a un acuerdo si Lambán da un paso atrás y postula a otro candidato. La más señalada es su número dos, Pilar Alegría. Su designación podría evitar el conflicto, pero el presidente también es de los que no creen en bicefalias. Del lado del jefe de Ferraz estaría como posible aspirante Susana Sumelzo, aunque su entrada en la ejecutiva federal como responsable de Política Municipal abre incógnitas.

[Las mejores imágenes del 39º Congreso Federal del PSOE]

De momento, la paz esta garantizada para Guillermo Fernández Vara en Extremadura, el único barón susanista que se ha reconciliado con Sánchez y estará al frente del consejo político federal (antiguo consejo territorial). Vara ha tenido que tragar con gestos como que una de sus principales rivales internas en el PSOE extremeño, Belén Fernández, haya entrado en la ejecutiva federal. Con él, admiten fuentes próximas a Sánchez, las aguas están tranquilas aunque nadie está confiado.

Habrá también candidato lanzado desde Ferraz en Madrid para relevar a Sara Hernández, que en las primarias se alineó con Patxi López. Apuestan por el diputado autonómico José Manuel Franco.

En Andalucía, los afines a Sánchez manejaron hasta el último momento la posibilidad de lanzar como candidato alternativo a José Antonio Pérez Tapias, que se enfrentó a Sánchez y Eduardo Madina en 2014. Los sanchistas andaluces han estado divididos sobre la posibilidad de dar la batalla regional en el congreso ya convocado para finales de julio y que, como en Valencia, hoy abrirá el plazo para inscribir las candidaturas. No había apenas tiempo y corrían el riesgo de quedar por debajo del 37% de votos antisusanistas cosechados en las primarias de mayo.

placeholder Susana Díaz consulta su móvil durante la inauguración del 39º Congreso Federal del PSOE. (EFE)
Susana Díaz consulta su móvil durante la inauguración del 39º Congreso Federal del PSOE. (EFE)

Al final, aunque la puerta no estaba al cien por cien cerrada, la mayoría de dirigentes andaluces cercanos al secretario general descartaban esa posibilidad y aseguraban que la gran batalla andaluza se librará en los congresos provinciales del otoño. Habrá listas seguras en Málaga, Almería y Cádiz, aunque la intención es trabajar para lograr candidatos alternativos a los oficialistas en las ocho provincias andaluzas.

Susana Díaz no acudió ayer al acto de clausura del cónclave y se marchó tras votar la ejecutiva de Sánchez. El sábado fue un día muy duro para ella y para la delegación andaluza, que se ausentó de la votación final del dictamen político. Hubo miembros del PSOE-A que colgaron en las redes fotos de una fiesta que se celebraba mientras sus sillones estaban vacíos en el plenario. Los sanchistas andaluces estaban el domingo indignados. Tanto como sus compañeros por la falta de integración y diálogo, seña de identidad de este cónclave.

La presidenta de la Junta insiste en que no va a incumplir su palabra y no responderá a “provocaciones”, según fuentes próximas a Díaz. “Cada maestrillo tiene su librillo”, fue lo máximo que dijeron sobre si la de Pedro Sánchez era una estrategia revanchista. Eso a pesar de que muchos de quienes le brindaron su apoyo en las primarias le habían reprochado su huelga de brazos caídos y le habían pedido que reivindicara el 40% obtenido en la contienda interna. Desde el entorno de Díaz insisten en que no intervendrá, pese al intento de desestabilizar a los barones, y dan por hecho que en Andalucía el partido está tan “cohesionado” alrededor de la secretaria general que los intentos de Sánchez de ganar espacio no prosperarán.

El día después de la batalla no habrá tregua en el PSOE ni paz para los derrotados. Empieza la segunda ofensiva de Pedro Sánchez tras barrer a Susana Díaz en las primarias con el apoyo indiscutible de los militantes y hacerse un partido y un equipo a su medida, sin concesiones.

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