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El PP toma nota de los guiños Sánchez-Iglesias pero confía en el PSOE para Cataluña
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el gobierno se ve reforzado con la moción

El PP toma nota de los guiños Sánchez-Iglesias pero confía en el PSOE para Cataluña

En el PP confían en que el PSOE no dejará a su jefe coquetear con Podemos y los secesionistas para ir contra el Gobierno mientras requiera cuestionar la soberanía nacional

Foto: El portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando (d), es felicitado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras su intervención en el debate. (EFE)
El portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando (d), es felicitado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras su intervención en el debate. (EFE)

La dirección del Partido Popular ha tomado nota de la abstención del nuevo PSOE, el sanchista, en el intento de Pablo Iglesias de postularse como presidente del Gobierno, y también del cruce público de mensajes para organizar una alternativa de izquierdas. Es lo que esperaban desde la vuelta de Pedro Sánchez y ya se preparan para utilizar cualquier amago de Frente Popular en su contra para presentarse como garantes del marco constitucional y de una política económica 'razonable'.

Pero en el PP también dicen que confían en que los socialistas no dejarán a su reelegido jefe coquetear con los secesionistas catalanes para cerrar ese círculo contra Mariano Rajoy mientras requiera cuestionar la soberanía nacional y la unidad de España. A Sánchez le consideran capaz de casi todo con tal de abrirse el camino hacia La Moncloa, pero no al PSOE como tal.

"Es lo que les frena y diferencia, Iglesias ha dejado claro que su proyecto político incluye liquidar la nación de la mano de los independentistas, y los socialistas no pueden negociar ni ceder en eso". Así se expresan en el Grupo Popular después de escuchar al portavoz eventual del PSOE en el Congreso, José Luis Ábalos, recoger la oferta de colaboración de Iglesias.

No obstante, el futuro hombre fuerte de Sánchez en la ejecutiva socialista hizo también un discurso —en defensa de la unidad constitucional de España y en contra de las teorías "plurinacionales" del secretario general de Podemos— contundente, claro y bastante más elaborado que los comentarios de su jefe de filas sobre el significado del término nación a preguntas de Patxi López.

En el Gobierno confían oficialmente en las palabras de apoyo y de cierre de filas recibidas de Sánchez frente a la escalada de anuncios de preparativos del referéndum independentista en Cataluña. Tampoco creen que el secretario general tenga de momento margen ni interés personal en abrir otra guerra interna en su partido para someterlo a los postulados más nacionalistas del PSC, aunque él los haya asumido ya personalmente.

La colaboración PSOE-Podemos en la vida parlamentaria para poner cerco al Gobierno se da por hecho en el PP. El Ejecutivo tendrá más difícil con Sánchez que con la gestora y los barones pactar el techo de gasto, el objetivo de déficit, la subida del salario mínimo o el aumento del gasto en sanidad y educación (competencia autonómica), acuerdos que sí logró en el arranque de la legislatura. Fue después de que los socialistas forzaran la dimisión de su secretario general, empeñado en el 'no es no' del bloqueo político.

“En estos momentos, lo que tiene que elegir el PSOE es entre caminar hacia el populismo del 'no es no' o ser una oposición útil que permita llegar a acuerdos como los que hemos alcanzado en esta legislatura”, dijo en el Congreso y en previsión de lo que ocurrirá en los próximos días el portavoz del Grupo Popular, Rafael Hernando.

Pero lo que pidió por encima de todo el dirigente del PP al nuevo equipo de Sánchez en el debate de la moción de censura es que no caigan en la trampa de Podemos y supediten la estabilidad institucional de España a los grupos populistas y "nacionalistas de izquierda radical”. Según Hernando, la obsesión de Iglesias es liquidar el sistema democrático y "no duda en mercadear con la soberanía nacional en función de sus intereses exclusivos”.

La dirección del Partido Popular ha tomado nota de la abstención del nuevo PSOE, el sanchista, en el intento de Pablo Iglesias de postularse como presidente del Gobierno, y también del cruce público de mensajes para organizar una alternativa de izquierdas. Es lo que esperaban desde la vuelta de Pedro Sánchez y ya se preparan para utilizar cualquier amago de Frente Popular en su contra para presentarse como garantes del marco constitucional y de una política económica 'razonable'.

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