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Los vips del congreso: Felipe se descuelga, Almunia va y Zapatero y Rubalcaba callan
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HACIA EL 39º CONGRESO FEDERAL

Los vips del congreso: Felipe se descuelga, Almunia va y Zapatero y Rubalcaba callan

González viaja la próxima semana a Colombia para atender sus labores de verificador del proceso de paz. Su sucesor en el liderazgo del PSOE tiene previsto ir a la apertura y clausura del cónclave

Foto: Sánchez, con González, Zapatero, Rubalcaba y Almunia, en el cierre del último congreso extraordinario del PSOE, el 27 de julio de 2014. (EFE)
Sánchez, con González, Zapatero, Rubalcaba y Almunia, en el cierre del último congreso extraordinario del PSOE, el 27 de julio de 2014. (EFE)

Quedan ocho días para el arranque del 39º Congreso Federal del PSOE y ya se van cerrando algunos detalles. Está definida la línea gráfica y el eslogan —'Somos la izquierda'—, está concretada la clausura —en un espacio diferente, y mucho más grande, al elegido para el desarrollo del cónclave, con objeto de dar vistosidad y empaque al discurso del secretario general—, se está trabajando sobre las enmiendas a la ponencia marco y Pedro Sánchez sigue perfilando, con mucha discreción, su nueva ejecutiva federal. Y también se va componiendo el carácter de la foto final: quiénes de los ex, de los referentes del partido, acompañarán al líder en su segunda proclamación. Ya son seguras una ausencia y una presencia: Felipe González no podrá finalmente asistir al surgirle un viaje a Colombia, en calidad de verificador del proceso de paz, mientras que Joaquín Almunia sí estará tanto en la apertura como en el cierre. Ferraz aún no tiene constancia de qué harán José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba. Ninguno de los dos ha manifestado aún en público sus intenciones.

Una vez concluida la ronda con los barones, Sánchez emprendió los contactos con los ex secretarios generales, para invitarles directamente al congreso de la próxima semana y para comenzar a reconstruir los puentes rotos con ellos. Todos ellos, salvo Almunia —que no dio su respaldo explícito a ningún aspirante a las primarias, pero al que se ubicaba como afín a Patxi López—, apoyaron a Susana Díaz y la acompañaron, de hecho, con más o menos entusiasmo, en el acto de lanzamiento de su candidatura, el pasado 26 de marzo en Madrid.

González nunca se deshizo en elogios hacia la presidenta andaluza, pero era su apuesta y perdió, como él mismo reconoció dos días después de la aplastante victoria de Sánchez en las urnas. Estaba "en minoría", "como otras veces". "Creo que hay que apoyar a la mayoría, hay que fortalecer al partido, hacer un buen congreso y salir con un proyecto sólido", declaró a los medios en Madrid. Después, había manifestado su intención de acudir al congreso. Pero el martes por la tarde comunicó telefónicamente al líder de los socialistas que no podrá asistir. Y le explicó las razones: la semana próxima tiene que volar a Colombia, país que le nombró verificador, junto al uruguayo José Mujica, en el proceso de paz entre la guerrilla de las FARC y el Ejecutivo. "Estaba pendiente de que le surgiera un viaje a Colombia, y dependía de las circunstancias. Y al final ocurrió. El proceso pasa por un momento importante y debe ir allí como garante del cumplimiento de los acuerdos. Pero él sí quería ir" al cónclave, explican en el entorno más próximo del expresidente a este diario.

El desarme de las FARC tenía que estar listo el 20 de junio, pero el Mecanismo de Monitoreo y Verificación ha detectado incidentes

El desarme de las FARC tenía que estar ya listo para el 20 de junio, tras una prórroga de 20 días acordada por las partes —el desarme debía de haber concluido el 29 de mayo—, pero este martes el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MM&V), del que forman parte observadores de la ONU y miembros de la fuerza pública y de la guerrilla, constató 10 incidentes ocurridos desde febrero pasado en diferentes puntos del país, tres de ellos catalogados como "violaciones graves". Y eso es lo que, según el círculo de González, explica su viaje urgente a Colombia la próxima semana. Pero no cabe duda de que las relaciones del exjefe del Ejecutivo con Sánchez no pasan por su mejor momento: el primero se sintió "engañado" por el secretario general después de las elecciones del 26 de junio de 2016, cuando le aseguró que conduciría al PSOE a la abstención y luego se ancló en el 'no es no' a Mariano Rajoy. Esa revelación desató las hostilidades de los barones contra él que concluirían en su dimisión forzosa en el comité federal del 1 de octubre. Luego se despachó duro contra él. "Dudo de que tenga un discurso sobre España de más de media hora", dijo en una entrevista en 'Politique Internationale'.


Almunia, al margen

En el caso de Zapatero, aún no hay respuesta. El expresidente se encuentra estos días en Venezuela, país en el que ejerce de mediador entre la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro. Acudir al cónclave sería para él un trago aún mayor, puesto que se implicó muy activamente en la campaña de Díaz y, de hecho, fue uno de los 'embajadores' de su candidatura de los que ella más tiró. Y él sí le dispensó numerosas alabanzas y creyó fervientemente en ella y en sus posibilidades. Su ruptura con Sánchez, al que sí apoyó en 2014, llegó muy pronto: a raíz del rechazo que el secretario general verbalizó acerca de la reforma exprés de la Constitución, primero, y del profundo malestar que ocasionó en Ferraz que Zapatero cenase, acompañado de José Bono y Emiliano García-Page, con Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. La relación nunca se reconstruyó.

Ferraz no tiene aún constancia de la decisión de Zapatero y Rubalcaba. El expresidente voló a Venezuela, en cuyo conflicto ejerce de mediador

Almunia, secretario general en un breve espacio de tiempo (1997-2000), sucesor de González al frente del PSOE, siempre ha permanecido más ajeno a las disputas orgánicas. En la última contienda no hizo público su apoyo a ninguno de los aspirantes, y eso es ahora para él un plus. Él mismo confirmó a este periódico que tiene previsto acudir tanto a la apertura —el sábado 17— como a la clausura, el domingo, del 39º Congreso.

Rubalcaba, el inmediato predecesor de Sánchez (2012-2014), no se ha pronunciado aún. Este diario intentó contactar con él este miércoles, sin éxito. Su entorno aún no sabe tampoco qué va a hacer. No obstante, el exvicepresidente del Gobierno siempre se ha sentido muy ligado a González. Cabría la posibilidad de que si comprobara que los dos expresidentes faltan, él también excusara su asistencia. Rubalcaba apoyó a Díaz, pero se resguardó mucho más que Zapatero. Prestó más ayuda discreta a la baronesa andaluza, como uno de sus asesores de confianza.

'Somos la izquierda', lema del 39º Congreso Federal del PSOE

Acercarse a la clausura no es una decisión fácil ni plato de gusto para ninguno de los notables del PSOE. Tampoco para los barones, aunque ellos tienen más difícil ausentarse, puesto que la mayoría de ellos acudirá al cónclave como delegados —a excepción de los presidentes de Valencia y Castilla-La Mancha, Ximo Puig y Emiliano García-Page, y los secretarios de Castilla y León y La Rioja, Luis Tudanca y César Luena, que asistirán como miembros natos, sin derecho a voto—. Saben que en el mitin de cierre acudirán más de 4.000 militantes y simpatizantes, fans entusiastas de Sánchez. Se exponen a ser abucheados por el público, habida cuenta de la hostilidad que parte de las bases siente aún hacia los jefes territoriales y quienes han sido hasta ahora referentes del PSOE. Una posibilidad que ni siquiera niegan en el círculo más estrecho del secretario general.

En el círculo de Sánchez creen que el nuevo PSOE "hace bien distanciándose" de los ex, que además se exponen a ser abucheados en la clausura

"Este PSOE hace bien en comenzar su nueva andadura distanciándose de los ex. No aportan nada nuevo, y los que van a ir, eso es así, son fieles de Pedro. ¿Les va a resultar agradable estar allí? Es comprensible que no quieran aparecer, entra dentro de la lógica, porque les pueden pitar si Pedro les menciona, por ejemplo. Almunia es el único que se puede permitir el lujo, aunque también es cierto que tendrá enfrente a Josep Borrell, al que él se cargó", explica uno de los dirigentes de confianza del restituido secretario general. "Si no van, quedan mal ellos ante la militancia, al visualizar que no aceptan los resultados", opina otro de los llamados a entrar en su ejecutiva. Una solución intermedia es que los ex sí se acercen al cónclave, pero no al mitin de clausura, el que puede generar una situación más violenta.

Perfilando la dirección

Mientras, Sánchez sigue diseñando su ejecutiva. Aún hay pocas piezas afianzadas, más allá de la figura de portavoz de la dirección, que ejercerá el alcalde de Valladolid, Óscar Puente. Ni siquiera está claro que Patxi López acepte la oferta de integrarse en la cúpula en un puesto de mucho relieve, la secretaría de Política Federal. El exlendakari aún no ha contestado, y en el entorno del exdiputado madrileño creen que se debe a que quiere negociar no solo su entrada, sino un paquete de 'condiciones', entre las cuales figuraría que hubiera algún representante más de su sector.


Pero en el equipo de Sánchez sostienen que no será posible: que se ha hecho el gesto directamente hacia López, planteándole ocupar un cargo muy potente. Alegan que ampliar el número de patxistas no se correspondería con el porcentaje por él obtenido en las primarias (un 9,84%), y además no sería fácil proceder al encaje, pues buena parte de los dirigentes que ayudaron al también expresidente del Congreso fueron los colaboradores directos de Sánchez que luego le abandonaron —caso de César Luena, su número dos, o de Óscar López—, paso que sintió como una decepción personal. O una traición.

López aún no ha contestado a la oferta de Sánchez. Los próximos al líder advierten de que no habrá hueco para más patxistas en la dirección

El hermetismo sigue rodeando al círculo de López. Lo único que recuerdan sus cargos de confianza es que él desea que la ejecutiva refleje "la pluralidad" del PSOE. "Queremos que en la dirección haya personas de las tres candidaturas", repiten como un mantra, sin dar más detalles. Los que rodean al secretario general consideran que tiene más lógica integrar a más de un susanista que engordar la cuota representada por López. Respecto a este último punto, sí precisan que puede haber dirigentes que hayan "apoyado a Díaz", pero no que estuvieran en primera línea de frente, en su 'staff' de campaña.

Narbona, Hermosín, Calvo, Borrell...

Sánchez también ha lanzado otra oferta a una persona de su confianza: la exministra Cristina Narbona. Fuentes de su entorno en Ferraz sí ratifican que le hizo la oferta de "entrar en la ejecutiva, aunque sin un cargo concreto". No obstante, sí reconocen que el puesto más idóneo sería el de presidenta del PSOE, una figura de enorme valor simbólico. La extitular de Medio Ambiente, representante genuina del ala izquierda y verde del partido, fue de las primeras en enrolarse en el proyecto del líder, junto a su pareja, Josep Borrell, y participó en la redacción de su programa político, haciendo hincapié en la importancia de la sostenibilidad ecológica.

"La presidencia es la mejor opción, es verdad, pero allá donde esté lo hará bien, porque es una grandísima profesional", insistían en el equipo de Sánchez, y añadían que se barajan otros nombres para ocupar la ese puesto —y suceder así a la jiennense Micaela Navarro—, como el de la exministra de Cultura Carmen Calvo o la histórica Carmeli Hermosín, ambas andaluzas, sin descartar al propio Borrell, aunque varios cuadros le ponen pegas por su pasada relación con Abengoa, de cuyo consejo de administración formó parte, pese a que la imputación que pesaba sobre él por la gestión de la empresa fue retirada.

El líder ofrece a Narbona entrar en su ejecutiva, y la mejor opción es la presidencia. Fuentes próximas indican que ella se lo piensa, pero por ahora declina

Fuentes próximas a Narbona rehusaban confirmar la información y se remitían a Ferraz. "Es decisión de otra persona. Es Pedro quien debe decidir y Ferraz quien debe decidir cómo lo gestionan y cuando", subrayaban a este diario. En el entorno de Sánchez aseguraban que la exministra recela y que no es a día de hoy probable que entre en la dirección porque quiere seguir siendo miembro del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo en el que ingresó a finales de 2012 dejando vacante su escaño de diputada y cediéndoselo, precisamente, al hoy secretario general. Ella, no obstante, está inmersa en un proceso de reflexión y no tomará uno u otro camino hasta dentro de unos días. Aunque legalmente podría compaginar el CSN con un cargo en la dirección, Narbona cree que no es ético compatibilizar ambas carteras.

Aún queda por despejar la asignación definitiva de funciones de los dos pretorianos de Sánchez: los diputados José Luis Ábalos, actual portavoz provisional en la Cámara Baja, y Adriana Lastra. Hasta ahora, él parecía destinado a ocupar Organización y ella, a hacerse con las riendas del grupo. Esa distribución está en entredicho ahora y de ella dependerá, en buena medida, el resto de ajustes.

El programa, a votación el sábado 17

El orden del día del 39º Congreso Federal aún no está fijado al cien por cien. Pero en principio se cuenta con una pequeña alteración, que se suma a la anomalía de que el presidente de la gestora, como jefe del órgano ejecutivo saliente, no intervenga en la apertura. Se trata del debate de las enmiendas a la ponencia marco

La previsión que maneja el equipo de Pedro Sánchez, y de la que es conocedora la cúpula provisional, es que la discusión programática se concentre en el sábado 17, tanto la deliberación en comisiones como la votación última en el plenario. Así, se dejaría para el domingo 18 la elección en urna de los órganos de dirección (ejecutiva, comité federal y comisión de ética y garantías) y la clausura. Por ahora, se cuenta con que la votación se desarrollará, como el resto del cónclave, en el Palacio Municipal de Congresos, mientras que el mitin final tendrá lugar en el pabellón 1 de Ifema, según fuentes del gabinete de Sánchez y de la dirección interina. 

Quedan ocho días para el arranque del 39º Congreso Federal del PSOE y ya se van cerrando algunos detalles. Está definida la línea gráfica y el eslogan —'Somos la izquierda'—, está concretada la clausura —en un espacio diferente, y mucho más grande, al elegido para el desarrollo del cónclave, con objeto de dar vistosidad y empaque al discurso del secretario general—, se está trabajando sobre las enmiendas a la ponencia marco y Pedro Sánchez sigue perfilando, con mucha discreción, su nueva ejecutiva federal. Y también se va componiendo el carácter de la foto final: quiénes de los ex, de los referentes del partido, acompañarán al líder en su segunda proclamación. Ya son seguras una ausencia y una presencia: Felipe González no podrá finalmente asistir al surgirle un viaje a Colombia, en calidad de verificador del proceso de paz, mientras que Joaquín Almunia sí estará tanto en la apertura como en el cierre. Ferraz aún no tiene constancia de qué harán José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba. Ninguno de los dos ha manifestado aún en público sus intenciones.

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