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Una denuncia con 1.500 firmas destapa años de acoso en un colegio de Madrid
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los padres critican la pasividad de la dirección

Una denuncia con 1.500 firmas destapa años de acoso en un colegio de Madrid

La Consejería de Educación abre una investigación a raíz de un caso mientras una campaña en Change.org desvela "sucesivos" episodios de "agresiones" en el centro escolar

Foto: El hijo de Luis Miguel y Arantza, tras una de las agresiones sufridas. (EC)
El hijo de Luis Miguel y Arantza, tras una de las agresiones sufridas. (EC)

"Un día, la niña vino a casa llorando; le pregunté qué le pasaba y me dijo que había suspendido un examen, pero luego mi sobrina me enseñó los mensajes de WhatsApp que describían cómo entre varios la habían tirado al suelo, le habían dado una patada y una bofetada", recuerda Esmeralda, la madre de una de las niñas supuestamente agredidas en el colegio público Cardenal Herrera Oria de Madrid. "Le mandé los mensajes al tutor, que me dijo que los metería en registro para que llegara a dirección; sin embargo, la directora no me llama y soy yo la que pide hablar con ella; me responde que el problema había ocurrido fuera del colegio y que por lo tanto no era su problema; le dije que había sido a pocos metros y que era jurisdicción suya; me prometió que lo mirarían y que no volvería a pasar; pero volvió a pasar", relata la madre, que muestra abiertamente los nuevos wasaps con insultos que mandaron los agresores a su hija. Hoy, la pequeña, ya en 1º de la ESO, hace vida normal en otro instituto.

También tuvo que cambiar de centro a su hijo Marga, que aún conserva el informe psicológico, el parte de lesiones firmado por el médico y la denuncia que puso hace cuatro años ante el Grupo de Menores de la Policía Nacional. "Entonces el niño tenía ocho años, le enseñé los documentos a la directora y me dijo que es que mi hijo se autolesionaba; luego vino la policía y habló con ella; nos llamó el inspector de educación de la zona y nos dijo que la única opción era cambiarlo de colegio, que sería al que quisiéramos y cuando quisiéramos; en el centro en el que está ahora hay varios niños que salieron muy rebotados de allí", describe la mujer, que critica que la directora siempre "negaba los hechos" y que esto "no soluciona los problemas".

Foto: Imagen del cortometraje sobre acoso escolar 'Kome'.

Luis Miguel y Arantza sienten en sus carnes estos días lo que vivieron Marga y Esmeralda. Su hijo de seis años, que entró nuevo en el centro este año, sufrió la última agresión hace una semana a primera hora del día. Según describen en su denuncia ante la Policía Nacional, a la que ha tenido acceso El Confidencial, permitieron que siguiera compartiendo aula con su agresor durante toda la jornada sin llamarles a ellos. "Fuimos a pedir explicaciones, pero nos dijeron que fue un error, también que fue nuestro hijo quien empezó la pelea; hemos denunciado al colegio por la negligencia", dice la pareja mientras muestra las fotos de las heridas de su hijo. Relatan que el pequeño lleva tres meses siendo objeto de burlas e insultos por parte principalmente de un compañero que jalea al resto, y que como consecuencia de estos hechos el pequeño se ha vuelto a orinar en la cama.

Los padres explican que el menor tiene los dientes un poco grandes y que esta característica es objeto de burla, que el niño se queja de que sus compañeros ya no quieren ir con él y que ahora se muestra más violento cuando nunca lo ha sido. "Desde siempre ha sido un niño muy alegre y con muchas ganas de acudir al colegio, puesto que lo veía como algo divertido; ahora su actitud es bien distinta, puesto que muestra desgana y apatía, incluso nos pide quedarse en casa o que le volvamos a cambiar a su antiguo colegio", cuentan Luis Miguel y Arantza en una carta remitida a la dirección del centro, que ordenó cambiar al pequeño de clase sin ofrecer una explicación. "Exigimos que conste por qué cambian al niño", reclama la pareja.

Foto: El Juzgado Militar investiga un acoso reiterado durante casi cuatro años. (EFE)

Desde la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, explican que la Inspección está elaborando un informe respecto a este último caso que conllevará la revisión de "todas las cuestiones sobre convivencia" del colegio. "Estamos a la espera de lo que diga ese informe", aseguran desde el departamento dirigido por Rafael Van Grieken. Desde la consejería, dicen no haber recibido más denuncias relativas a este centro sobre casos de acoso escolar. Sin embargo, El Confidencial ha podido comprobar que, el mismo día en el que Luis Miguel y Arantza presentaron su denuncia en comisaría, otra madre del mismo colegio hacía lo propio.

Alejandra contó a la policía que un compañero de clase pegaba, empujaba e insultaba a su hija de seis años y le hacía el "vacío" para que el resto de sus compañeros no se juntaran con ella. "La directora me dijo que eran cosas de niños y que habían sido los dos los que habían dado", recuerda la madre, quien explica que un día vino su hija con un dibujo a casa en el que ponía "puta cerda americana". "Fui de nuevo al despacho, le quitaron hierro a la cosa y me dijeron que no me preocupara, pero a la semana siguiente el niño la cogió del cuello otra vez y acudí a ver a la directora, que me dijo que era culpa de mi hija porque pasaba cerca del niño", apunta Alejandra, quien no dudó entonces en acudir al agente tutor.

Foto: ¿Resolvería una cámara de videovigilancia el acoso escolar en los colegios? (iStock) Opinión

"Este último se quedó asombrado porque hubiera dejado pasar tanto tiempo e instó a que la directora abriera el protocolo de acoso, pero ella no quería hacerlo", relata la madre, quien añade que al día siguiente su hija llegó a casa "con el brazo señalado por un puñetazo". "Fuimos a La Paz y a comisaría; al día siguiente, presenté un escrito y por fin abrieron el protocolo, pero la única medida que ha conllevado ha sido que mi hija entre por otra puerta, y esto a mí me parece discriminatorio, porque mi hija es la agredida y no debería sufrir ningún cambio", reivindica Alejandra.

En paralelo a sus denuncias, Luis Miguel y Arantza pusieron en marcha el pasado miércoles una campaña en Change.org bajo el título "Investigación de casos de acoso escolar en el colegio Cardenal Herrera Oria". La iniciativa, dirigida al Servicio de Inspección Educativa de la Comunidad de Madrid, fue creada por los padres porque estos veían que "el centro no tenía una actitud colaboradora" y para que así se les escuchara. Hasta el momento, ha sido apoyada por más de 1.500 firmantes.

"Ante los sucesivos y recientes casos de agresiones producidas en el centro y que no son gestionados debidamente por el equipo directivo, incluso llegan a ser negados, ocultados y/o justificados como provocación por parte del agredido, cambiando los roles de víctima y verdugo, solicitamos la investigación oportuna de instancias superiores para saber por qué el colegio no enciende todas las alarmas ante la mínima evidencia, esperando que de una vez se ataje esta grave lacra", argumentan los padres para justificar la campaña. "No se puede consentir que ni un solo menor sea agredido en este colegio ni en ningún otro; la sociedad debe actuar y reaccionar para que estos hechos deleznables no se repitan; hoy ha sido mi hijo, pero mañana puede ser a ti a quien le toque", insisten.

Foto: Varios niños a su llegada al colegio público Mario Vargas Llosa de Las Rozas en el primer día del curso escolar 2016-2017. (Efe)

Una de las madres que apoya a Luis Miguel y Arantza es Mamen, que también denuncia sufrir en su casa la zarpa del acoso en el mismo centro escolar. "A mi hija la llamaban gorda e hija de puta, la cogían del cuello y la agredían física y psicológicamente; fui a la directora, pero no me quiso atender, lo hizo la jefa de estudios; me dijo que se solucionaría, pero la cosa seguía, porque no hablaron con los padres de los agresores, solo con los niños", recuerda la mujer, que asegura que hoy siguen agrediendo a su hija. "Lo denuncié ante la Consejería de Educación, tuve una cita con la inspectora del distrito, quien días después me mandó una carta en la que decía que mi niña era la que empezaba los conflictos; he ido cuatro veces a quejarme al centro y no han abierto nunca un protocolo de acoso escolar", explica.

La mayoría de padres consultados denuncia ante El Confidencial o en los escritos que presentan en la Policía, en la Inspección de Educación o en el propio centro así como en las cartas que remiten a la Consejería de Educación que la actitud de la directora ante un caso de acoso es, en primer lugar, quitarle hierro y minimizar la relevancia de los hechos. Pero, como dice Marga, "negarlo no soluciona nada". Este periódico ha tratado varias veces a lo largo del día de ayer de ponerse en contacto con la responsable del colegio para conocer su versión, pero no ha obtenido respuesta más allá de que la directora estaba en una reunión.

"Un día, la niña vino a casa llorando; le pregunté qué le pasaba y me dijo que había suspendido un examen, pero luego mi sobrina me enseñó los mensajes de WhatsApp que describían cómo entre varios la habían tirado al suelo, le habían dado una patada y una bofetada", recuerda Esmeralda, la madre de una de las niñas supuestamente agredidas en el colegio público Cardenal Herrera Oria de Madrid. "Le mandé los mensajes al tutor, que me dijo que los metería en registro para que llegara a dirección; sin embargo, la directora no me llama y soy yo la que pide hablar con ella; me responde que el problema había ocurrido fuera del colegio y que por lo tanto no era su problema; le dije que había sido a pocos metros y que era jurisdicción suya; me prometió que lo mirarían y que no volvería a pasar; pero volvió a pasar", relata la madre, que muestra abiertamente los nuevos wasaps con insultos que mandaron los agresores a su hija. Hoy, la pequeña, ya en 1º de la ESO, hace vida normal en otro instituto.

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