Comienzan las quinielas para suceder a Moix: ¿candidato duro o pacificador?

El hasta este jueves fiscal jefe de Anticorrupción, Manuel Moix, aún no ha abandonado físicamente el departamento que dirigió durante menos de tres meses. Sin dar tiempo a que recoja sus cosas, ya han comenzado las cábalas sobre la identidad de su sustituto. Según apuntan a El Confidencial fuentes jurídicas, el primer debate se basa en el perfil idóneo del candidato y las dudas de los jefes de Fiscalía entre escoger a un duro o a un aspirante de consenso que aporte calma tras la tormenta.

En este segundo grupo, el de los 'pacificadores', se encuentra precisamente la persona que se ocupará de los designios de esta Fiscalía especializada hasta la elección definitiva de un nuevo jefe. La teniente fiscal Belén Suárez encaja en el perfil de acuerdo entre las fuerzas del Consejo Fiscal que vota a los candidatos y, según las fuentes consultadas, contaría con el respaldo de la representación progresista, la minoritaria UPF.

También responde al perfil el fiscal que quedó en segundo lugar en la carrera por el puesto en febrero, que ganó Moix con el respaldo de sus colegas conservadores, a pesar de ser el único de los propuestos que no procedía de Anticorrupción. En la persona de Alejandro Luzón se aúnan dos componentes atractivos: su larga experiencia, que le ha ganado el respeto de sus compañeros, y el puesto que ocupa en la actualidad, precisamente en la secretaría técnica de la Fiscalía General del Estado, en contacto diario con el jefe, José Manuel Maza.

Es posible que repitan otros candidatos de hace tres meses, a pesar de que el puesto ha perdido con los últimos acontecimientos gran parte de su relumbrón para pasar a ser una apuesta arriesgada. Entre ellos, se encontraban el representante del Ministerio Público en la causa que investiga los papeles de Bárcenas, Antonio Romeral, y una de las dos responsables de la Púnica, Teresa Gálvez.

El 'tapado'

El misterio está en detectar qué sucederá si la balanza se inclina a favor de elegir a un duro que siga la labor de control iniciada por Moix con poco tino, visto el resultado de su gestión. La elección de un 'tapado' se antoja complicada después de lo sucedido, y los lugares en los que bucear en busca de un candidato con el perfil adecuado para ultimar el cometido que la salida precipitada de ya ex fiscal jefe ha dejado a medias son escasos.

Las fuentes consultadas apuntan a algún miembro de la conservadora Asociación de Fiscales que aupó a Moix, presidida por Concepción Talón. También a la elección de fiscales del Tribunal Supremo, que Maza conoce a fondo. Algunos de los preguntados al respecto por este medio se han atrevido a hacer una apuesta y han apuntado la posibilidad de que el veterano fiscal jefe de Antidroga, José Ramón Noreña, concurra para el puesto.

En todo caso, la votación del Consejo Fiscal no resulta vinculante. Es el fiscal general del Estado quien, tras escuchar a sus miembros, propone al Ejecutivo el nombre del seleccionado. El Gobierno lo designa. Fuentes gubernamentales han apuntado en las últimas horas que la dimisión no afecta a la consigna de "poner orden" en la casa y recalcado que el "posible sucesor" seguirá también órdenes de tener la institución controlada.