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“Salí el jueves de fiesta en Oviedo y aparecí el miércoles en Ibiza”
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LA POLICÍA LE ESTABA BUSCANDO

“Salí el jueves de fiesta en Oviedo y aparecí el miércoles en Ibiza”

El músico Javo apareció en la isla seis días después de salir de fiesta sin recordar demasiados detalles de una noche que se le fue de las manos

Foto: Javo, el músico que desapareció el pasado fin de semana.
Javo, el músico que desapareció el pasado fin de semana.

No estaba muerto, estaba de parranda. A Javier Moros, un músico asturiano más conocido como Javo, la fiesta se le fue de las manos y apenas se explica cómo recorrió mil kilómetros el pasado fin de semana hasta una casa ibicenca de la que guarda vagos -y estrambóticos- recuerdos.

“El jueves salí a tomar algo con una amiga que hacía tiempo que no veía y mezclé alcohol y drogas. No puedo beber porque tomo metilfenidato para la hiperactividad, así que me puse como el hombre lobo; no me pude controlar”, explica Javo, aún desde un hotel en Ibiza.

Encendí el teléfono y tenía muchísimas llamadas perdidas, ahí me di cuenta de que la había liado

A medida que va superando la resaca, vagos retazos vuelven a su memoria. Después de la noche de copas "y más cosas", volvió el viernes a su casa. Se fue a domir, como hubiera hecho cualquiera, pero se despertó “aún colocado” y le dio una crisis de ansiedad que le hizo tomar una drástica decisión. “La noche antes me había dicho mi amiga que se iban a ir a Ibiza, así que la llame y me fui con más gente que no conocía de nada”.

Como en la película 'Resacón en las Vegas', la fiesta no decaía a medida que se acercaban a la isla. “Cada vez que parábamos a repostar caía algo, y luego cogimos un barco”, explica entre risas y vergüenza.

Al echarse al mar, su mente empezó a sufrir lagunas. Lo siguiente que recuerda es una casa con un hombre disfrazado de marinero “que decía que era pirata”. “La verdad es que en su momento me hizo gracia pero pensándolo ahora da un poco de miedo”, reconoce.

En un momento de bajón, y cinco días después de que empezase la aventura, se dio cuenta de que estaba en Ibiza. “Encendí el teléfono y tenía muchísimas llamadas perdidas, ahí me di cuenta de que la había liado”. A la primera persona que llamó fue a su exnovia, “que es como hermana”. Después, fue la Guardia Civil la que marcó su teléfono y le hizo personarse en un cuartel de la isla para asegurarse de que estaba bien.

Pensaron que había sido asesinado

Durante su desaparición corrieron además los rumores y sospechas en la prensa local de que podía haber sido secuestrado o asesinado, y la Policía ya estaba investigando su paradero. Se basaban en unas llamadas amenazantes que había recibido hacía unas semanas y que él mismo había publicado en Facebook. “Esos días apareció además el cadáver de un chaval y estaban todos muy preocupados”, confiesa el músico.

Sin embargo, no es la primera vez que a Javo le pasa algo similar. “Una vez me desperté al día siguiente en Palencia, en la habitación de un hotel. Vino el director a despertarme y no sabía ni donde estaba”, explica el madrileño afincado en Asturias, que dice no beber nunca por este tipo de episodios.

Ahora, tiene miedo de volver porque asegura que hay “mucha gente enfada” y está esperando a que los ánimos se relajen. “Siento mucho lo que se ha montado”, comenta. De momento se quedará unos días en la isla -“máximo hasta el lunes”-, para recuperarse “y aprovechar la playa”.

No estaba muerto, estaba de parranda. A Javier Moros, un músico asturiano más conocido como Javo, la fiesta se le fue de las manos y apenas se explica cómo recorrió mil kilómetros el pasado fin de semana hasta una casa ibicenca de la que guarda vagos -y estrambóticos- recuerdos.

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