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Díaz carga contra Iglesias: no le permitirá ni "humillar" ni poner "de rodillas" al PSOE
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LA RECTA FINAL DE LAS PRIMARIAS DEL PSOE

Díaz carga contra Iglesias: no le permitirá ni "humillar" ni poner "de rodillas" al PSOE

La baronesa andaluza hace de los ataques a Podemos marca de su candidatura frente a Sánchez. Promete impulsar "desde ya" la derogación de la reforma laboral si vence el domingo

Foto: Susana Díaz, a su llegada al mitin en Toledo, con el presidente regional y líder del PSOE manchego, Emiliano García-Page, y su número dos, Jesús Fernández Vaquero. (EFE)
Susana Díaz, a su llegada al mitin en Toledo, con el presidente regional y líder del PSOE manchego, Emiliano García-Page, y su número dos, Jesús Fernández Vaquero. (EFE)

A una semana de la apertura de las urnas, cuando el liderazgo del PSOE se disputa en un pañuelo y las maquinarias de todos los contendientes están a pleno rendimiento, es muy difícil pillar a Susana Díaz en un gancho directo a su inmediato rival, Pedro Sánchez, aunque los suyos no escatimen diatribas contra él y adviertan del "riesgo" que supondría para el partido su victoria. Pero ella ha decidido seguir ese estilo de campaña, si acaso endureciéndola a partir del susto de los avales, que fue el momento a partir del cual intentó contrarrestar el relato del ex secretario general y recordarle que llevó al PSOE a los peores resultados de su historia. Pero manotazos contra él no los hay directos. Si acaso la reivindicación del "PSOE de siempre", el de "toda la vida", solo que liderado por los "socialistas de hoy", la insistencia en que no quiere "reescribir la historia", sino sentirse "orgulloso" de ella y mirar al futuro. A Sánchez ni lo cita. Un preludio del tono que utilizará este lunes en el debate con los otros dos candidatos, para el que ha pedido "respeto".

Díaz pone más interés, en sus intervenciones públicas, en salir a la carga contra Pablo Iglesias y Mariano Rajoy. Al primero diciéndole que "nunca" le permitirá que le diga al PSOE qué debe hacer, clamando contra el "escrache" a su partido programado para el sábado que viene. Al segundo, dibujando sus políticas más insensibles con los ciudadanos y abominando de su "relación turbia con las instituciones" —una forma suave de decir presunta corrupción—. Todo eso sirvió de ingrediente durante su mitin de este domingo en Toledo, acompañada del presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, y de una pléyade de cargos orgánicos e institucionales de la provincia y de la región. Aunque también aprovechó para hacer dos anuncios de dos iniciativas que impulsará de forma automática si gana dentro de una semana: la derogación de la reforma laboral y la puesta en marcha "urgente" del pacto de Estado contra la violencia de género. Díaz no quiere quedarse con el traje de dirigente escorada a la derecha del PSOE. Distinto es que consiga combatir esa imagen que hábilmente ha instalado su rival.

La baronesa andaluza defendió que cree en un partido "autónomo, sólido y sin complejos" —puntualización que sirve como oposición a los "vaivenes" que aprecia en el político madrileño—, el "PSOE de toda la vida con una generación dispuesta a liderar el cambio", "los socialistas de hoy con los valores de siempre". "¿Quién nos va a acomplejar? ¿Rajoy? ¿Este hombre está para acomplejarnos?", se preguntó, para dar a continuación la respuesta: no, no lo puede hacer no solo por los escándalos de corrupción que atosigan al PP, sno porque "no tiene un proyecto para España", ni quiere que la recuperación económica la sientan los ciudadanos.

Foto: Pedro Sánchez, durante su rueda de prensa de este 12 de mayo en el Casino de la Reina de Madrid, en una sala repleta de militantes. (EFE)

No a los "escraches"

Pero enseguida se lanzó al cuello de Podemos, la "izquierda inútil" que "hace el juego a la derecha". "Nunca, nunca como secretaria general del PSOE voy a permitir que nuestro partido interfiera en los procesos internos de otros partidos. Jamás lo hemos hecho". Así que miró al líder de la formación morada, que intenta desafiar al PSOE con su propuesta de moción de censura a Rajoy y que ha programado una concentración de apoyo en la Puerta del Sol de Madrid la víspera de las primarias socialistas. "Iglesias tiene que tener claro que no voy a permitir nunca no solo que se manche la dignidad de los socialistas, sino que nadie nos diga lo que tenemos que hacer". Y siguió: "Al PSOE nadie le va a decir lo que tiene que hacer, nadie nos va a humillar, nadie nos va a poner de rodillas, nos vamos a defender libremente lo que queremos hacer". Este domingo también reiteró que Podemos no logrará hacer del PSOE lo que, a su juicio, ya hizo con IU: ningunearla, orillarla, fagocitarla.

Díaz incide en que quiere un proyecto "autónomo" y "sólido" para el PSOE, por oposición a Sánchez, del que denuncia "vaivenes" y mano tendida a Iglesias

Los ataques a Podemos no forman parte de la retórica de Díaz por casualidad. La relación con el partido emergente forma parte del temario de estas primarias. Mientras que Sánchez defiende el acercamiento a Iglesias —aunque, sobre el papel, ha matizado esa mano tendida y no anticipa si está dispuesto a impulsar una moción de censura contra Rajoy con su concurso—, la presidenta andaluza muestra una actitud muchísimo más dura y belicosa con Iglesias. Ninguna concesión. Esta semana tuvo ocasión para desacreditar a esa "izquierda inútil": la escena que propició el senador de Compromís Carles Mulet en el pleno de la Cámara Alta al romper una foto de ella: es la "izquierda del teatro y del espectáculo, por delante de la vida de las personas".

Susana Díaz asevera que ningún partido va a acomplejar al PSOE ni lo va a "humillar"

Díaz aprovechó la cita en Toledo, en la Fábrica de Armas de la Universidad de Castilla-La Mancha, y ante más de 700 personas (900, según la organización), para avanzar dos iniciativas que pondrá en marcha si alcanza la secretaría general del PSOE —algo que está por ver, porque ya ha perdido la condición de favorita—: impulsar "desde ya" la derogación de la "injusta" reforma laboral y "exigir de manera inmediata y urgente" que se ponga en pie el pacto de Estado contra la violencia machista, porque los socialistas no están "dispuestos a contar más mujeres asesinadas a manos de sus parejas" y hacen falta más medios, de todas las Administraciones, para que las mujeres se sientan protegidas.

Foto: Carteles de apoyo a los tres candidatos a la secretaría general del PSOE colocados en la sede del PSOE de Valladolid. (EFE) Opinión
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La "misma familia"

La primera medida es más importante a efectos simbólicos, ya que esa demanda de liquidación de la reforma del mercado de trabajo que aprobó Rajoy en 2012 se ha convertido en uno de los caballos de batalla de estas primarias. En realidad, todos los candidatos piden acabar con esa ley, y la ponencia marco del 39º Congreso así lo recoge, pero se ha probado como una vara para medir la dureza del marcaje al Gobierno.

"No quiero el voto del insulto, ni el voto de los que insultan, porque ser socialista es una forma de ser, vivir y estar", señala tras pedir "respeto"

El mensaje más en clave interna se ligaba, necesariamente, al debate de este lunes en Ferraz que Díaz protagonizará con Pedro Sánchez y Patxi López. A la entrada del acto, en declaraciones a los periodistas, la presidenta advirtió de que será un encuentro "entre compañeros de militancia y tendrá siempre ese tono" de quienes forman parte "de la misma familia". Así que no será, dijo, como los duelos electorales al uso entre contendientes de distintos partidos. Ya durante el mitin, apuntaló esa misma idea: hay que vivir las primarias "en positivo", haciendo saber a los ciudadanos que el PSOE sale "unido", una pretensión, a día de hoy, harto difícil de conseguir, dado el nivel de fractura. "Lo primero que os pido es respeto, que no se insulte a nadie, que no se hable mal de nadie. No me sale", y también porque quiere ser la líder de "todos los socialistas". "No quiero el voto del insulto, ni el voto de los que insultan, porque ser socialista es una forma de ser, vivir y estar", aseguró la candidata.


Díaz apeló constantemente al "orgullo de partido", de sus casi 140 años de historia, de los avances emprendidos por los Gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, los que están desplegando los presidentes autonómicos y alcaldes socialistas. Y llamó a no "mirarse al ombligo" y sí "mirar a los ojos" de quienes necesitan una respuesta a sus problemas, urgió a "levantarse" y "dejar de lamentarse", recuperar la "autoestima". Ella se comprometió a liderar el proyecto "desde el trabajo y la entrega", a rodearse "de los mejores", y a abanderar un "PSOE de izquierdas, del cambio". "¡El domingo empieza lo mejor!", exclamó como despedida, arengando a la tropa y dando por segura su victoria.

Page... y todo su Gobierno

La candidata no articuló ningún discurso enteramente nuevo —a estas alturas de la campaña, ningún aspirante lo hace—, pero sí le puso energía a su intervención, muy aplaudida por los más de 700 congregados en la Fábrica de Armas. Emiliano García-Page no hizo de telonero: la tarea recayó en el secretario general de Juventudes en Toledo, Rodrigo Moreno; la portavoz provincial de la plataforma susanista y directora general de Promoción Institucional de la Junta, Esther Padilla, y el eurodiputado y exlíder federal de Juventudes Sergio Gutiérrez, quien elogió la capacidad de Díaz de "gobernar desde la complejidad" y no desde "la simpleza de un eslogan". "Susana representa un PSOE de izquierdas, de la mayoría, no rupturista [...]. No quiero una izquierda acomplejada con otra izquierda, no quiero a nadie que se acompleje con Podemos, sino que saque la cara por el PSOE". Ese fue justo una de las principales ideas fuerza de Díaz este domingo.

Al acto en Toledo, ante más 700 personas, acude la cúpula del PSOE regional y provincial, y dirigentes madrileños como José Cepeda y Nina Moreno

La presidenta estuvo arropada por Page, su vicepresidente y jefe de filas en Cuenca, José Luis Martínez Guijarro, y sus siete consejeros; el responsable de Organización del PSOE manchego y presidente de las Cortes regionales, Jesús Fernández Vaquero; los líderes provinciales del partido y presidentes de la Diputación de Toledo y de Ciudad Real, Álvaro Gutiérrez —hermano del eurodiputado—, y Josele Caballero; la número dos autonómica del PSOE, Cristina Maestre; los diputados en el Congreso José Miguel Camacho, Guadalupe Martín, Pablo Bellido (secretario del PSOE en Guadalajara) y Luis Carlos Sahuquillo, o el secretario manchego de UGT, Carlos Pedrosa. Pero también se podía a dirigentes recién aterrizados de Madrid, como el senador José Cepeda; la alcaldesa de Aranjuez, Nina Moreno, y el redactor de la ponencia económica, José Carlos Díez. Cepeda, junto con otro de los presentes, José Luis Fernández Peña, 'Chunda' —exjefe de prensa de José Bono—, pilotaron la campaña de Sánchez de 2014. Ahora ambos están con Díaz.

Confianza del PSOE manchego en que crecerá la diferencia respecto a los avales en la votación del 21-M

Las sensaciones han cambiado en la última semana. Tras el susto de los avales, donde se comprobó que Susana Díaz solo aventajaba a Pedro Sánchez en 6.539 firmas y que este, por tanto, había hecho un esfuerzo de movilización extraordinario, la maquinaria de los fieles a la presidenta se puso a funcionar sin descanso. 

Pese al temor inicial, las expectativas son crecientes, según defienden tanto en el círculo de la presidenta como en la federación manchega, unas de las de mayor peso en todo el PSOE. Consideran que ella sigue siendo la que tiene más papeletas de ganar. Directamente, no contemplan otra alternativa, aunque asumen que esa victoria puede ser corta, por apenas 4.000-5.000 votos en toda España. 

En Castilla-La Mancha, y según los datos confesados por las candidaturas de Díaz y Sánchez, antes del recuento oficial por parte de Ferraz, la presidenta obtuvo 5.025 avales, y su rival, 4.156. 869 firmas de distancia. Ahora, según fuentes próximas a Page consultadas por este periódico en Toledo, esa diferencia puede aumentar, crecer hasta las 1.200-1.500 rúbricas. Creen que el ambiente es más positivo, que el aparato se ha puesto manos a la obra y que seguidores de Patxi López, que en el norte de España y en otras zonas podrían dar el paso y votar a Sánchez, en Castilla-La Mancha al final confiarán en Díaz para parar los pies, precisamente, al madrileño. 

Pero la contienda no depende de una sola federación, y la votación del 21 de mayo dependerá del comportamiento de todas ellas. Los susanistas adelantan que ven posible un crecimiento ligero o el afianzamiento de la ventaja en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha o Aragón, y que será posible recortar la diferencia que hay a favor de Sánchez en Comunidad Valenciana, Asturias o Galicia. Queda una semana para saberlo.  

A una semana de la apertura de las urnas, cuando el liderazgo del PSOE se disputa en un pañuelo y las maquinarias de todos los contendientes están a pleno rendimiento, es muy difícil pillar a Susana Díaz en un gancho directo a su inmediato rival, Pedro Sánchez, aunque los suyos no escatimen diatribas contra él y adviertan del "riesgo" que supondría para el partido su victoria. Pero ella ha decidido seguir ese estilo de campaña, si acaso endureciéndola a partir del susto de los avales, que fue el momento a partir del cual intentó contrarrestar el relato del ex secretario general y recordarle que llevó al PSOE a los peores resultados de su historia. Pero manotazos contra él no los hay directos. Si acaso la reivindicación del "PSOE de siempre", el de "toda la vida", solo que liderado por los "socialistas de hoy", la insistencia en que no quiere "reescribir la historia", sino sentirse "orgulloso" de ella y mirar al futuro. A Sánchez ni lo cita. Un preludio del tono que utilizará este lunes en el debate con los otros dos candidatos, para el que ha pedido "respeto".

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