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El debate del PSOE: Susana Díaz y Pedro Sánchez, un cara a cara y dos posverdades
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El debate del PSOE: Susana Díaz y Pedro Sánchez, un cara a cara y dos posverdades

La baronesa andaluza, el exlíder y Patxi López ultiman sus estrategias antes de la cita del lunes. El foco se volcará en el duelo entre los dos principales candidatos, que intentarán imponer su relato

Foto: Susana Díaz, este 12 de mayo en Mataró, Barcelona, en un encuentro con militantes. (EFE)
Susana Díaz, este 12 de mayo en Mataró, Barcelona, en un encuentro con militantes. (EFE)

Desde el 1 de octubre no se han vuelto a dirigir la palabra. En estos siete meses, Pedro Sánchez ha construido un relato como víctima de un golpe y un derrocamiento que le está resultando muy rentable ante su militancia. En ese mismo tiempo, Susana Díaz ha pasado demasiado tiempo escondida, evitando dar su versión de lo que pasó aquel fatídico sábado para el PSOE, tratando de remontar su imagen de líder con un puñal en la mano. Ese silencio, admiten fuentes próximas a la presidenta, ha dado alas a Sánchez. "Teníamos un relato, pero no nos atrevimos a explicarlo", dicen los suyos sobre la abstención al PP.

Ahora es la oportunidad, pero ninguno de los dos acude con la intención de ser franco y decirle a la cara al otro lo que piensa. A seis días de la cita con las urnas, no habrá verdad en ninguno de los candidatos sino posverdad, es decir, una construcción de los hechos realizada con la intención de ganar una batalla interna que está siendo desgarradora. No se sabe cómo saldrá. Si aguantarán el tipo. Si lograrán mantenerse en su relato y desmontar al contrario. Los de Díaz celebran que esté Patxi López. "Un debate a tres nos conviene mucho más que un duelo a dos", admiten.

A seis días del 21-M habrá posverdad, es decir, una construcción de los hechos realizada con la intención de ganar una batalla interna desgarradora

El equipo de Susana Díaz insiste en restar importancia al debate de este lunes y asegura que no moverá el voto en mitad de una confrontación tan polarizada y cuando ya la militancia ha enseñado sus cartas en la fase de avales. La candidata socialista, que encara un intenso fin de semana entre Cataluña, Asturias y Castilla-La Mancha, tres territorios clave para remontar y agrandar la distancia con Pedro Sánchez, sacará ratos para preparar el debate. Lo hará con sus asesores "de siempre", según señalan en su equipo, aunque hay muchas manos preparando papeles. Este fin de semana viaja con el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, y con el secretario general de la Presidencia, Máximo Díaz-Cano.

Foto: Susana Díaz durante el 'briefing' informativo ofrecido este 12 de mayo en el hotel AC Atocha de Madrid. (EFE)

A Díaz los debates no se le dan bien

Nadie oculta que gente como el diputado y sociólogo Ignacio Urquizu está dando argumentario y que ella pide opinión fuera de su círculo de más confianza aunque al final decide con la gente más cercana. En una contienda socialista que, según la propia Susana Díaz, se ha convertido en "una carrera de expectativas", la intención es rebajar lo que se espera de ese cara a cara. No será un combate, dicen, sino un encuentro "entre compañeros". Nada que ver, precisan, con un debate electoral clásico frente a PP o Podemos.

Díaz no sabe qué Sánchez se va a encontrar. Desconoce si él va a explotar su relato de víctima de un "derrocamiento". Ella quiere desmontarlo

Aunque esa es la intención, simplemente no meter la pata, la realidad es que desde el fatídico 1 de octubre Pedro Sánchez y Susana Díaz no se han mirado a la cara ni han hablado. Si ya en los últimos meses la tensión entre ambos cuando estaban juntos era un secreto a voces, qué esperar cuando la contienda entre los bandos del PSOE está siendo despiadada. No va a un debate duro ni a un combate pero la aspirante a la Secretaría General tiene un problema, no sabe qué Sánchez se va a encontrar enfrente. Desconoce si él va a explotar su relato de víctima de un "derrocamiento" a manos de los barones directamente. Ella tiene que desmontarlo, sin perder los nervios ni la sonrisa, para no alimentar esa imagen de 'golpista' que se ha instalado en una parte notable de la militancia. ¿Lo conseguirá?


A Susana Díaz los debates no se le dan bien. En la campaña de las autonómicas en marzo de 2015 protagonizó dos frente a Juanma Moreno (PP) y Antonio Maíllo (IU). Al primero no lo consideraba políticamente como un rival. Del segundo le separaba una ruptura de Gobierno y una relación personal sin química y muy complicada. Acudió al debate como ganadora y salió de ambos como perdedora. El primero fue muy encorsetado, no se la vio, no se reconoció a Díaz. El segundo quiso arreglarlo y fue muy suelta de manos. "Miente, miente", espetaba reiteradamente al líder del PP-A. Quedó como demasiado agresiva y afianzó su imagen de sobrada. ¿Y? Se preguntan los suyos. Nada, recuerdan. Ganó las elecciones.

Foto: Pedro Sánchez, durante su rueda de prensa de este 12 de mayo en el Casino de la Reina de Madrid, en una sala repleta de militantes. (EFE)

Sánchez y su experiencia

Sánchez espera encontrar esa Díaz "agresiva", y hasta "nerviosa", como decía él esta semana en un breve encuentro con periodistas. En su equipo afrontan el duelo con seguridad, muy convencidos de que él, a diferencia de su principal oponente, ya se ha fogueado en muchos debates complicados y ha salido, creen, airoso. Así que encara la cita con "serenidad" y hasta recalcan que tiene los nervios mucho más controlados gracias a que "está fuerte, sano y hace mucho deporte".

En el equipo del exlíder enfatizan que se ha bregado en los debates y que recordará que tiene proyecto, y no "uno hecho deprisa y corriendo" como el de Díaz

Su intención es no embarrar el terreno de juego, protagonizar un encuentro "de guante blanco", del que los militantes y los votantes "se sientan orgullosos". Pero eso no quiere decir que renuncie a las líneas maestras que han guiado su campaña. Como dicen sus colaboradores más directos, pondrá sobre la mesa "las verdades y el proyecto". Es decir, que no eludirá volver la vista atrás para recordar su "derrocamiento" a manos de los barones y el "volantazo" que el partido dio hacia la abstención para acabar facilitando el Gobierno al PP. Pero que saque este tema a colación dependerá de cómo fluya la discusión, "no será la idea principal", según sus colaboradores.

El candidato desplegará su proyecto, "que lo tiene", aunque al mismo tiempo pueda convertirse en una debilidad por los "vaivenes" que ha dado, en opinión de Díaz. Los sanchistas sostienen, en cambio, que lo mejor de su programa es su "formulación", elaborado de una forma "participada", producto de un diálogo intenso con las bases —de ahí los cambios respecto al borrador inicial, explican—. "No es un proyecto hecho deprisa y corriendo y por decir algo", recuerdan, en una evidente crítica a la baronesa andaluza, que presenta su listado de propuestas el martes, a solo cinco días de la votación.

Susana Díaz confía en que tendrá el apoyo suficiente para liderar el PSOE

El tono será "firme, pero tranquilo", y la voluntad es "mirar al futuro", señalan sus asesores, con los que está preparando el debate del lunes. Aunque la fijación de la estrategia descansa finalmente en las manos de Sánchez, y no está al cien por cien perfilada. En estos días, Sánchez "ha estudiado temas, revisado las declaraciones de los otros candidatos", examinado en profundidad su documento. Este sábado, viajará de su acto de Málaga a Madrid y se dispondrá a preparar el debate a fondo del lado de su principal consejero en comunicación, el dirigente sevillano Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.

Los candidatos socialistas defienden la “coherencia” de sus programas a tres días del debate

La ayuda de una agencia externa

El domingo no tiene acto con militantes y lo dedicará a descansar con su familia en Madrid, aunque se prevé que le dedique unas horas a la cita del día siguiente. El aspirante se ha apoyado, además de en Celis, de sus coordinadores de campaña, los diputados José Luis Ábalos y Adriana Lastra, y de su jefe de Gabinete y jefa de prensa, Juanma Serrano y Maritcha Ruiz. Y también cuenta con la ayuda externa de la presidenta y fundadora de Affidávit Comunicación, Teresa Morán, que ha diseñado la estrategia mediática del madrileño en los últimos meses.

López seguirá su estrategia de campaña sin sobresaltos. "Como los buenos estudiantes, no empolla la última noche", comentan en su círculo

En cualquier caso, Sánchez afronta el debate como "un paso más dentro de la campaña", pero no como un punto de inflexión definitivo, salvo que alguno de los contendientes meta la pata. Ninguno de los tres candidatos espera, de hecho, que el duelo televisado sirva para mover mucho voto de los militantes.

Para Patxi López, sin embargo, sí es una fase crucial de la campaña, porque es su oportunidad para exponer su proyecto ante una gran audiencia, toda vez que sus encuentros con las bases han sido numerosos pero mucho más reducidos. De hecho, él ha pedido que haya más debates, sin éxito, para que puedan contrastarse proyectos.

Patxi López dice que no retirará su candidatura para la que reclama el "voto útil"

De cara al lunes, el exlendakari pretende "desplegar el discurso que ha defendido en los últimos cuatro meses", "sin balas de plata" ni sorpresas. Se ofrecerá como el candidato de consenso, capaz de "salvar al PSOE" y de liderar una "izquierda exigente". Él mismo confesaba a los periodistas el pasado miércoles que no espera ser "ninguneado" por Díaz y Sánchez, porque está "convencido" de que su espacio es el que "necesita" el partido. Está tan tranquilo que seguirá con sus actos (este sábado, Zaragoza, el domingo, en Alcalá de Henares, Madrid). "Como los buenos estudiantes, no empolla la última noche, sino que va con la lección ya aprendida", aseguran los suyos. López se ha apoyado en sus colaboradores habituales para preparar el debate: Óscar López, Rodolfo Ares, Rafa Simancas, Andoni Unzalu… La duda es si el exlendakari logrará romper la polarización de sus dos grandes rivales y sacar tajada del enfrentamiento de ambos, consolidándose como el refugio de los militantes hartos de la crispación.

Sánchez, el primero en llegar y el que estará a la derecha de la imagen

Ya todo está listo para el debate del lunes en Ferraz, que moderará la periodista de 'La Vanguardia' Carmen del Riego. Los últimos detalles acabaron de cerrarse en una reunión de la gestora con las candidaturas el pasado jueves

El primero en llegar a la sede federal será Pedro Sánchez, a las 11:15 horas. Cinco minutos más tarde lo hará Susana Díaz, y a las 11:25, Patxi López. Tras ser recibidos por el presidente de la cúpula provisional, Javier Fernández, y posar para las cámaras, podrán subir al despacho de su candidatura, ubicado en la tercera planta de Ferraz. A las 12:10, los tres posarán juntos en el 'photocall' junto a la moderadora, y cinco minutos más tarde todos bajarán en la sala Ramón Rubial del edificio, en el sótano. En el centro de la imagen estará Patxi López (él pudo elegir primero la ubicación); a la izquierda, Susana Díaz (la segunda en seleccionar sitio), y a la derecha, Pedro Sánchez. 

A las 12:15 comenzará el debate, que abrirá Susana Díaz. Tras la apertura (un minuto cada uno), se pasará a la discusión de tres bloques temáticos, en cada uno de los cuales cada aspirante dispondrá de nueve minutos: el político lo abre Sánchez; el económico, Díaz, y el de modelo de partido, que será antecedido de una pausa de cinco minutos, por Patxi López. Luego llegará el cierre, el 'minuto de oro', que inaugura Díaz. El ex secretario general tuvo la suerte de cerrar tanto el último turno como el bloque de modelo de partido, en el que se cree más fuerte y con un discurso más atractivo para los militantes. El debate se calcula que concluirá sobre las 13:45 horas. 

Al salón de actos podrán acceder siete personas de cada una de las candidaturas, y un redactor de cada medio de comunicación acreditado. La señal realizada que facilitará el PSOE estará servida por seis cámaras de televisión.

Para cubrir el debate, según informó Ferraz, se han acreditado cerca de 200 profesionales de 85 medios nacionales e internacionales. La etiqueta promocionada para Twitter por el partido es #debatePSOE.

Desde el 1 de octubre no se han vuelto a dirigir la palabra. En estos siete meses, Pedro Sánchez ha construido un relato como víctima de un golpe y un derrocamiento que le está resultando muy rentable ante su militancia. En ese mismo tiempo, Susana Díaz ha pasado demasiado tiempo escondida, evitando dar su versión de lo que pasó aquel fatídico sábado para el PSOE, tratando de remontar su imagen de líder con un puñal en la mano. Ese silencio, admiten fuentes próximas a la presidenta, ha dado alas a Sánchez. "Teníamos un relato, pero no nos atrevimos a explicarlo", dicen los suyos sobre la abstención al PP.

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