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Mariano Rajoy recurre a la crisis del PSOE frente al acoso de la corrupción
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también al programa de pablo Iglesias

Mariano Rajoy recurre a la crisis del PSOE frente al acoso de la corrupción

Ha repetido que el Ejecutivo cumple con sus obligaciones para combatir la corrupción al mejorar los controles y apoyar a la Fiscalía, Policía y los jueces, y endurecer las sanciones por esos delitos

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su intervención en el Congreso para responder a las preguntas de la oposición sobre la corrupción política. (EFE)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su intervención en el Congreso para responder a las preguntas de la oposición sobre la corrupción política. (EFE)

Tres semanas después de la detención de Ignacio González, Mariano Rajoy se ha enfrentado en el pleno del Congreso a las preguntas del PSOE y Podemos sobre los últimos casos de corrupción que afectan al PP, y lo ha hecho con el viejo recurso parlamentario de devolver los golpes donde más duele al adversario. El socialista Antonio Hernando acusó al presidente del Gobierno de estar “acorralado por la corrupción de su partido”, mientras que Pablo Iglesias aprovechó para promocionar su moción de censura y, de paso, se metía con los socialistas: “ni están ni se les espera”.

El jefe del Ejecutivo atribuyó la agresividad de Hernando a la guerra interna en el PSOE, además de esgrimir una de las propuestas programáticas de Iglesias en materia de Justicia: la de nombrar fiscales “comprometidos con el cambio” para reformar el sistema a su gusto.

El portavoz socialista se esmeró en describir en menos de minuto y medio las salpicaduras del caso Lezo, más los rescoldos de Bárcenas y Gürtel, que enmarcan el cerco de escándalos de corrupción que afectan al Partido Popular. Hernando se adornó con citas de las disculpas que en su día dio Rajoy al conocerse las fechorías del tesorero y sus cuentas en Suiza para destacar que cualquier excusa suena caduca. Y concluyó que un presidente del Gobierno “a merced de los tribunales” hace daño a España.

Rajoy repitió que el Ejecutivo cumple ya con sus obligaciones para combatir la corrupción al mejorar los controles, apoyar a las instituciones que persiguen el fenómeno como la Fiscalía, la Policía y los jueces, y endurecer las sanciones por esos delitos. Dolido con las acusaciones de Hernando, el presidente del Gobierno comentó que se ahorraba describir los casos de corrupción que afectan al PSOE porque no hubiera tenido tiempo en toda la sesión; pero también le pidió que fuera más “constructivo” y propusiera soluciones en vez de aplicarse a la demolición con un discurso. O que apoyara los Presupuestos Generales del Estado que contienen aumento de inversiones, recursos y plantillas para la Fiscalía y los tribunales.

Rajoy atribuyó la contundencia o agresividad del portavoz socialista a la crisis interna del partido, un discurso, el de Hernando, que vio dirigido al “consumo interno” y para hacer méritos. Pero Hernando recibió aplausos unánimes en su grupo, de diputados de los tres sectores en liza dentro del proceso de primarias.

El jefe del Ejecutivo estuvo más cómodo a la hora de replicar a Pablo Iglesias, más burdo en las acusaciones de corrupción que Hernando al acusar al PP de “parasitar las instituciones” y volver sobre su última operación de imagen: la moción de censura con la que quiere dar otro golpe al PSOE. El jefe de Podemos cargó contra los socialistas por no apoyar esa iniciativa contra Rajoy (“ni están ni se les espera”) y leyó el contenido de las escuchas a Ignacio González con gran dramatismo para sostener que el Gobierno impide a los fiscales perseguir la corrupción.

El presidente del PP acabó por lucirse en la réplica al leer la propuesta en la materia que Iglesias hizo a Pedro Sánchez en sus negociaciones para gobernar juntos: promover el nombramiento de fiscales “comprometidos con el cambio” (el suyo). Los diputados del Grupo Popular prorrumpieron en aplausos después de que su jefe pasara el trago de las preguntas sobre corrupción, acosado pero con demostración de recursos parlamentarios; al menos ante Iglesias.

Tres semanas después de la detención de Ignacio González, Mariano Rajoy se ha enfrentado en el pleno del Congreso a las preguntas del PSOE y Podemos sobre los últimos casos de corrupción que afectan al PP, y lo ha hecho con el viejo recurso parlamentario de devolver los golpes donde más duele al adversario. El socialista Antonio Hernando acusó al presidente del Gobierno de estar “acorralado por la corrupción de su partido”, mientras que Pablo Iglesias aprovechó para promocionar su moción de censura y, de paso, se metía con los socialistas: “ni están ni se les espera”.

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