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Murcia espera al nuevo presidente mientras los aforamientos atascan el pacto PP-C's
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LA INVESTIDURA SE CELEBRA ESTE JUEVES

Murcia espera al nuevo presidente mientras los aforamientos atascan el pacto PP-C's

La negociación continúa 'in extremis'. El pleno de investidura se celebra este jueves y los de centro permanecen a la espera de que el PP acepte su exigencia sobre aforamientos

Foto: Fernando López Miras (i), Pedro Antonio Sánchez (c) y Fernando Martínez-Maillo (d), tras la dimisión del segundo en Murcia. (EFE)
Fernando López Miras (i), Pedro Antonio Sánchez (c) y Fernando Martínez-Maillo (d), tras la dimisión del segundo en Murcia. (EFE)

"Cuesta avanzar". Son las palabras que más repiten los dirigentes de Ciudadanos que pilotan las nuevas conversaciones con el PP en Murcia para investir a Fernando López Miras en el pleno fijado para este mismo jueves 27. Apenas quedan cuatro días y la negociación continúa con muchos puntos de encuentro... y un escollo principal que mira directamente a la supresión de los aforamientos autonómicos. Es la nueva línea roja para la formación de centro, que cuenta con una ventaja innegable: el PP (22 diputados) está a un escaño de la mayoría y entre los candidatos para apoyarlo... solo está Ciudadanos. Dicho de otra manera: sin el voto favorable de la formación naranja, el popular no saldrá elegido nuevo presidente. Y frente a esa premisa, el partido de centro está tensando la cuerda al máximo posible.

Que haya trascendido a la esfera pública, solo se conoce un encuentro. Pero las conversaciones de trabajo y los 'tira y afloja' son diarios. Para los de centro, que deje de haber aforados en la Región es un asunto capital, y la única vía para hacerlo es modificando del Estatuto de Autonomía. Una reforma que deberá votarse antes del pleno de investidura según las exigencias naranjas, y que necesita una mayoría de tres quintos en la Asamblea para salir adelante. Los números son los que son y Ciudadanos solo puede lograrlo de la mano del PP —la suma con el resto de la oposición es insuficiente—. Además, no hay que olvidar que cualquier modificación del Estatuto deberá ser ratificada en el Congreso de los Diputados después —donde sí valdría una mayoría alternativa a la del PP— y en el Senado, donde se dará de bruces con la mayoría absoluta de los populares.

Aunque en el partido de centro entienden que si hay acuerdo en Murcia, lo habrá también en Madrid "por coherencia", los dirigentes de la cúpula naranja son partidarios de 'atar' todo acuerdo a nivel nacional a través de sus principales interlocutores, José Manuel Villegas y Fernando Martínez-Maillo, para asegurarse el apoyo en las Cortes.

Que habrá acuerdo es a todas luces indudable, pero la formación de centro insiste en que en estos momentos "no hay nada cerrado" y asegura que los próximos días serán clave para el entendimiento final: "Tienen que aceptar el asunto de los aforamientos", insisten. La petición de los de centro para suprimirlos no es nueva: lo han planteado en los otros acuerdos autonómicos y en el acuerdo nacional para investir a Mariano Rajoy pero, en efecto, es una cuestión que a los populares se les atraganta.

Las conversaciones también continúan en torno al ya célebre 'punto 1', referido al momento en el que un cargo público debe dimitir si está involucrado en un caso de corrupción, tal y como sucedió con Pedro Antonio Sánchez. Ciudadanos confirma que su postura no cambiará y mantiene la citación de un juez como investigado (antes denominado imputado) como supuesto para marcharse. En realidad, eso es lo que supuestamente el acuerdo de investidura anterior recogía, pero los populares hicieron una interpretación distinta, insistiendo en que la apertura de juicio oral determina una imputación formal.

Lo que el partido de centro plantea a los conservadores es redactar nuevamente el punto para no dejar lugar a dudas, pero afirman que en el momento en que un juez cite a un cargo público para declarar como investigado por la presunta comisión de delitos de corrupción, este deberá dimitir de forma inmediata, tal y como se recoge en la Ley de Transparencia aprobada el pasado año en Murcia.

El pulso sin retorno con Sánchez

La resistencia del presidente de Murcia a dimitir pese a estar imputado por cuatro delitos en el caso Auditorio —más tarde, la Audiencia pediría al TSJ de Murcia investigarle también por la trama Púnica— inició un pulso entre conservadores y centristas sin retorno. El pacto firmado por ambos para investir al popular en la Región lo dejaba claro: en caso de ser imputado, debía apartarse del cargo. Pero Sánchez no lo hacía y contaba con el apoyo de su partido. El malestar se palpaba cada día entre ambos socios y los desencuentros fueron múltiples. "Las lentejas" de Maillo —así se refirió al acuerdo con Ciudadanos: "Lo firmamos porque eran lentejas. Las tomas o las dejas"— supusieron el empujón definitivo. No había marcha atrás.

Los de centro no dudaron en avanzar en sus conversaciones con los socialistas en un acuerdo en el que sí o sí debía entrar Podemos, aunque fuera de forma colateral. Un día antes de que se debatiera la moción de censura para tumbar a Sánchez en la Asamblea murciana, Maillo, coordinador general de los conservadores, viajó a la Región para forzar la dimisión del presidente. Era miércoles a mediodía y Pedro Antonio Sánchez dejaba el Palacio de San Esteban asegurando verse envuelto en una "situación injusta". La crisis de Murcia se resolvía con lo que Ciudadanos consideraba "la opción A": el presidente se marchaba, en su lugar se pondría otro dirigente del PP sin necesidad de convocar elecciones anticipadas y sin verse obligados a pactar con PSOE y Podemos.

"Cuesta avanzar". Son las palabras que más repiten los dirigentes de Ciudadanos que pilotan las nuevas conversaciones con el PP en Murcia para investir a Fernando López Miras en el pleno fijado para este mismo jueves 27. Apenas quedan cuatro días y la negociación continúa con muchos puntos de encuentro... y un escollo principal que mira directamente a la supresión de los aforamientos autonómicos. Es la nueva línea roja para la formación de centro, que cuenta con una ventaja innegable: el PP (22 diputados) está a un escaño de la mayoría y entre los candidatos para apoyarlo... solo está Ciudadanos. Dicho de otra manera: sin el voto favorable de la formación naranja, el popular no saldrá elegido nuevo presidente. Y frente a esa premisa, el partido de centro está tensando la cuerda al máximo posible.

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