Carmena asegura el Mutua Madrid Open tras los ceses políticos en Madrid Destino

La continuidad, sin interferencias políticas de ningún tipo, del torneo de tenis Mutua Madrid Open, ha sido asegurada por la alcaldesa Manuela Carmena. Los cambios decretados en la empresa municipal que le da cobertura, Madrid Destino, así lo han hecho posible, principalmente los relativos a la sustitución como consejera delegada de Ana Varela por Antonio Fernández, “un perfil técnico en gestión de empresas” y al cese del edil de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, como vicepresidente del consejo de administración.

La gestión llevada a cabo en anteriores ediciones había sido cuestionada en el consejo, al tiempo que se planteó reformular el contrato de cesión de uso de la Caja Mágica y no contribuir a los gastos derivados, que ascienden a 2,5 millones de euros, según fuentes del consejo de administración de Madrid Destino. Las supuestas “molestias” que plantearon máximos responsables de la empresa municipal y miembros del Gobierno municipal a los organizadores provocaron la intermediación de Luis Cueto, el coordinador de la alcaldía y mano derecha de Carmena, que decidió cortar de raíz la situación despolitizando la entidad.

La transformación de Madrid Destino se consumó precisamente el día previo a que se autorizase en su consejo de administración los contratos de cesión de espacios y gastos. Según señalaban fuentes del sector crítico de Ahora Madrid, la apuesta de Carmena conlleva dejar de lado la “vocación de servicio público” para priorizar los negocios. Asimismo, añaden, “se evita molestar a cierto tipo de gente”, dicen, dejando en el aire acusaciones sobre posibles irregularidades cometidas en el pasado.

En 2012, la exalcaldesa Ana Botella firmó un contrato de 34 millones euros con el dueño del Mutua Madrid Open, el polémico multimillonario Ion Tiriac, en el que se aseguraba la celebración del evento deportivo en la capital durante diez años más. Entonces, la popular justificó los 34 millones de euros para el Ayuntamiento de Madrid porque el torneo de tenis “es muy importante desde el punto de vista del turismo, que es lo que ha ido mejor en Madrid en los últimos años".

Este modelo turístico y cultural heredado de los anteriores equipos de gobierno es precisamente lo que Ahora Madrid planteaba revertir en sus inicios y que Carmena, a través de Cueto, estaría volviendo a reproducir. Desde Ganemos, la plataforma municipalista a la que se adhieren seis de los veinte concejales de Ahora Madrid, así lo lamentaron en un duro comunicado cuando se dio a conocer la hoja de ruta de la alcaldesa por la que emprendió los cambios en Madrid Destino e inició la remodelación del Gobierno de cara a la segunda mitad de la legislatura.

Madrid Destino es una herramienta central para políticas empresariales en la cultura y el turismo, con un presupuesto de más de 85M de euros al año

Mediante esta nueva estrategia, en la que se prioriza la gestión empresarial en menoscabo de las políticas transformadoras, “se afianza el presidencialismo de la estructura municipal que heredamos de gobiernos anteriores en esta ciudad y se desmarca de la candidatura democrática, abierta y participativa que propuso Ahora Madrid como bandera desde sus inicios”, indicaban en el comunicado. Asimismo, aseguraban que “la consecuencia directa del cambio de competencias en Cultura viene a reforzar algunas posturas conservadoras más afines a discursos manejados por la derecha que a un verdadero proyecto que cambie la política cultural de esta ciudad”.

La guerra interna en Ahora Madrid desatada tras la reconversión de Madrid Destino se debe a que esta entidad es una herramienta central para políticas empresariales en el mundo de la cultura y el turismo y cuenta con un presupuesto de más de 85 millones de euros al año. Clave para las políticas culturales y turísticas de la ciudad, tiene bajo su control centros como Matadero, Caja Mágica, Medialab Prado, así como los principales espacios escénicos y museísticos municipales. El buque insignia para la guerra cultural que Ahora Madrid trató de emprender con su asalto institucional, a través de un cambio en el modelo de gestión público que ha sido abortado, según los críticos, para continuar con la senda de los anteriores gobiernos municipales.