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Zapatero: el PSOE "no es una consultora" ni su líder puede hacer "lo que le venga en gana"
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LA LUCha del 39º congreso federal

Zapatero: el PSOE "no es una consultora" ni su líder puede hacer "lo que le venga en gana"

El expresidente sostiene que Sánchez sí contó con la "lealtad" de los cuadros, pero condujo al partido a una "situación extrema". Recuerda que fue él quien dimitió y decidió no preguntar por la abstención

Foto: Alfredo Pérez Rubalcaba, Felipe González, Susana Díaz y José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 26 de marzo en Madrid. (Reuters)
Alfredo Pérez Rubalcaba, Felipe González, Susana Díaz y José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 26 de marzo en Madrid. (Reuters)

Una crítica constante a Pedro Sánchez, la que le llega de forma más o menos directa de quienes están en su contra, es su forma de gestionar el PSOE. Lo que tachan de "cesarismo". Por esa razón su principal rival, Susana Díaz, decía este domingo que no quiere un partido que sea "cien por cien" suyo. Por eso Javier Fernández repudiaba un modelo de PSOE que se convierta en una "plataforma al servicio de un líder". Y por eso mismo José Luis Rodríguez Zapatero no quiere "un líder sin controles, que pueda hacer lo que le venga en gana", ni un partido que sea una "consultora" que pregunte de continuo a sus bases.

El expresidente del Gobierno acudió al plató de 'El objetivo' (La Sexta), dirigido y presentado por la periodista Ana Pastor, y toda la expectación estaba volcada en la convulsa situación en Venezuela y, sobre todo, en la crisis en su partido. Su opinión, no obstante, es bien conocida. Defiende a Susana Díaz a muerte. Es uno de sus más rendidos admiradores. Ha dicho de ella que tiene "más madera de líder" y que en política el liderazgo "es decisivo", ha dicho que es una "magnífica candidata" y ha señalado el ejemplo del SPD, que cambió de jefe de filas y con Martin Schulz mantiene la esperanza de poder vencer a la canciller, Angela Merkel.

Foto: Pedro Sánchez, con la senadora Luisa Carcedo y la diputada Adriana Lastra, este 2 de abril en el pabellón de las Naciones de la Feria de Muestras de Gijón. (EFE)

En esta ocasión, Zapatero se quedó con las ganas de defender a Díaz —Pastor no le dejó hacer 'propaganda' a favor de ella—, pero sí pudo desahogarse contra Sánchez. Sin palabras gruesas, eso sí. La mayor carga de profundidad se la lanzó a propósito del modelo de partido, una de las cuestiones que se ventilan en estas primarias. El expresidente se declaró "partidario de la responsabilidad colegiada", de forma que el comité federal, el máximo órgano, "tenga su poder, que controle". "No me gusta un líder sin controles, que pueda hacer lo que le venga en gana", porque el PSOE es y siempre ha sido "un partido de militantes y dirigentes" en el que debe reinar una buena relación entre ambos. "Los dirigentes toman decisiones. Si no, seremos otra cosa, una consultora que haga encuestas a los militantes", advirtió, posicionándose contra el modelo asambleario que él y otros cuadros creen que representa Sánchez. Zapatero confesó que siente "desconfianza" hacia los referendos, porque todos tienen un "aroma plebiscitario", y por eso no comparte la consulta soberanista en Cataluña o el Brexit.

Rodríguez Zapatero: "Soy partidario de que el comité federal controle al secretario general"

Defensa de Javier Fernández

No comparte tampoco las críticas de Sánchez a la cúpula provisional, a quien este mismo domingo acusó de ponerle "trabas" y de actuar con "favoritismo" hacia Díaz. "Tengo una confianza extraordinaria en el presidente de la gestora. Hay pocos compañeros tan íntegros y serios como Javier Fernández", sostuvo. Zapatero recordó que en 2000, tras la dimisión de Joaquín Almunia por el desastre de las generales de marzo, cuando tomó las riendas de forma interina una comisión política presidida por Manuel Chaves, a él como candidato "jamás" se le ocurrió dudar de ella, consciente de que la tarea de una dirección interina es "difícil". Así que Sánchez, a su juicio, ha de centrarse en competir con Díaz o con Patxi López, pero no con Ferraz, y menos con Fernández, "de lo mejor que este partido tiene", una persona "con una trayectoria que no se deja controlar por nadie", precisó, cuando se le preguntó si el poder recaía más en su número dos, el andaluz Mario Jiménez.

El exjefe del Ejecutivo se desliga de las derrotas de 2015 y 2016 y señala que el líder es quien ha de unir al partido, y que se une más cuando se gana

El "pronóstico" de Zapatero, no obstante, es que gane la presidenta andaluza, aunque no quiso entrar en qué ocurriría si quien venciera el 21 de mayo fuera Sánchez. El exjefe del Ejecutivo quiso liberarse de toda responsabilidad sobre lo ocurrido desde su salida de La Moncloa y el encadenamiento de derrotas electorales y malas apuestas para liderar Ferraz. "La responsabilidad del resultado de 2011 fue principalmente mía, y las victorias [de 2004 y 2008] fueron de todos. A partir de ahí, que la responsabilidad de 2015 y 2016 sea mía... pues por ahí no". Zapatero recalcó que Sánchez sí contó con la "lealtad" de los dirigentes socialistas, como él la tuvo en su época "en el 95% de las ocasiones". "Pero la responsabilidad de unir al partido es del liderazgo. Quien gana un proyecto político tiene que unir —reflexionó, haciendo ver que el madrileño nunca cohesionó al PSOE—. Se une cuando se gana, lo que más une es ganar, o la expectativa de ganar, es una ley de gravedad en la política", lo que explica que ni él ni Felipe González tuvieran "rival" mientras se sucedieron las victorias.

Zapatero: "La responsabilidad del resultado de 2011 fue mía. Pero la de 2015 o 2016... pues no"

"El único cesado fue Tomás Gómez"

Así, Zapatero rechazó la idea de que los notables del partido y los barones, empezando por Díaz, le hicieran la cama a Sánchez justo después de su aterrizaje en Ferraz, porque está en la "cultura de todo el partido", de los militantes y los dirigentes, el cultivar un "gran respeto" hacia su jefe de filas. De ahí que el trauma de llegar a "votar en contra del secretario general", como ocurrió el 1 de octubre, es la consecuencia de una "situación extremadamente grave" a la que él condujo al partido. Jamás ocurrió en los mandatos de los anteriores líderes, recordó.

Zapatero pronostica la victoria de Díaz y defiende que "algún criterio" tiene para percibir dotes de liderazgo, ya que él venció en dos elecciones

Zapatero combatió el relato de que el exlíder fue "destituido" o tumbado por los barones. "El único secretario general cesado fue Tomás Gómez en Madrid", en 2015, cuando Sánchez le decapitó. "Dimitió él", Sánchez, el 1 de octubre, tras perder la votación de su propuesta de congreso exprés. "La pregunta es por qué no planteó una consulta sobre la abstención al Gobierno del PP", lanzó, en la misma línea que el extremeño Guillermo Fernández Vara esta misma semana. El expresidente también apuntó que es el secretario general el responsable del desenvolvimiento de los comités federales, y lo es también de los resultados electorales. Deslizaba así que fue culpa suya la debacle de 2015 y 2016, y que por ellas tuvo que haberse marchado.

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No son "infrecuentes" los tumbos

De cualquier modo, la candidata de Zapatero es Díaz. "Alguien que ha ganado elecciones dos veces, como es mi caso, algún criterio debe tener sobre las condiciones para el liderazgo", sostuvo para defender su valía. Pastor le recordó que apostó por Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato presidencial en 2011 y por Sánchez como secretario general en 2014, y ambos fracasaron. El expresidente argumentó que no es "infrecuente" que tras un ciclo ganador, como el de Felipe González o el de él mismo, se sucedan varios "liderazgos interinos" hasta que el PSOE da con la tecla que lo lleva a La Moncloa. "Compañeros como Rubalcaba o [Joaquín] Almunia tienen una valía política extraordinaria", dijo, para explicar esos intentos fallidos, pero sin mentar expresamente a Sánchez. "Todos los compañeros tienen mi afecto", se excusó, para enfatizar luego que antes de una gran victoria del PSOE hubo una gestora al frente, como si el hecho de que ahora ocupe Ferraz una dirección interina preludie un triunfo socialista.

El exdirigente mantiene sus "dudas" respecto a la gestación subrogada, pero cree "conveniente" legislar sobre ella, con requisitos "exigentes"

Pastor interrogó a Zapatero sobre otras cuestiones. Respecto a Podemos, señaló que el PSOE no debe "dejarse llevar" por sus tesis, porque "algunas son profundamente equivocadas". La formación morada, dijo, tiene un "problema", y es que sabe, y él lo ha hablado con Pablo Iglesias —con quien cenó en casa de José Bono a finales de 2014 y con el que charló por teléfono en otras dos ocasiones más, una sobre Grecia y otra sobre Venezuela—, que "solo un proyecto socialdemócrata es la alternativa de cambio a la derecha". "Es así, ha sido y va a ser", auguró.

Foto: Rafa González Tovar, Pilar Cancela, César Luena, Sara Hernández y Guillermo Fernández Vara, durante el comité federal de este 1 de abril. (Inma Mesa / PSOE)

Zapatero abogó por "desactivar políticamente" el desafío soberanista en Cataluña con "un plan", que debería tener como punto de partida la convocatoria de todas las fuerzas políticas a una mesa, e ir "al origen del problema", la sentencia del Estatut de 2010. Por eso elogió que la ponencia marco del PSOE plantee rescatar aquello que desmontó el Tribunal Constitucional. El expresidente consideró "evidente" que los socialistas no podían pactar con formaciones independentistas, "que quieren acabar con el Gobierno de España", para alcanzar La Moncloa. "Que ese Gobierno no era posible lo sabíamos todos". Respecto al fin de ETA, apostó por el diálogo de Mariano Rajoy con Iñigo Urkullu. No se atrevió a recomendar el acercamiento de presos, con el argumento de que la política antiterrorista es una competencia del Gobierno, así que él no la va a "criticar" ni tampoco va a "aconsejar".

Zapatero: "En Venezuela hacemos un proceso de paz 'preventivo', la única alternativa es el diálogo"

Una última cuestión: la gestación subrogada. Zapatero reconoció que es uno de los temas en los que sigue teniendo "dudas". Pero sí cree que hay que "legislar con requisitos muy exigentes", ya que "hacer una aproximación normativa" a un debate que existe en la sociedad "puede ser conveniente". Una posición más valiente que la reflejada por su partido en la ponencia marco.

El "diálogo" como receta para Venezuela

La primera parte de la entrevista en 'El objetivo' estuvo centrada en Venezuela. José Luis Rodríguez Zapatero señaló que "el diálogo es más necesario que nunca" en el país latinoamericano, en cuyo conflicto ejerce de mediador. "Hacemos un proceso de paz preventivo, la única alternativa es el diálogo", una solución pacífica a un "antagonismo" existente en la sociedad venezolana desde hace 20 años. 

Zapatero celebró la "rectificación" del Tribunal Supremo de Justicia del país, que echó atrás su controvertida medida de despojar de sus facultades a la Asamblea Nacional. En todo caso, el Parlamento sigue sin apenas poderes porque se incorporaron tres diputados opositores cuyas investiduras la Justicia declaró suspendidas hasta que se investigara un supuesto fraude en su elección. Por eso el expresidente pidió "paciencia y prudencia" porque los mediadores aún han de seguir "trabajando". 

La labor que están desplegando Zapatero y los expresidentes de Panamá, Martín Torrijos, y República Dominicana, Lionel Fernández, ha logrado que hayan salido de las cárceles venezolanas "70 personas", y se espera que sean más cuando se constituya la 'comisión de la verdad'. 

Zapatero negó que esté "blanqueando" a Nicolás Maduro. Él aceptó la tarea de mediación el año pasado, sin cobrar un euro, "absolutamente nada", y ya advirtió de que sería un "proceso largo, duro y difícil", que le podría provocar "desgaste". El expresidente reconoció que su punto de vista no era el mismo que el de Felipe González, mucho más duro con el régimen chavista. 

¿Es Leopoldo López un preso político? "Es un preso que debe salir de la cárcel", respondió, resistiéndose a usar el apellido de "político", una cuestión "terminológica" que para Zapatero "no es importante". "Una palabra puede ser perjudicial para el objetivo que intentamos, que es que salga de la carcel. No soy inspector, ni fiscal. Estoy para ayudar a que haya paz, democracia", explicó el expresidente, que añadió que confía en que haya elecciones a gobernadores y alcaldes este año y presidenciales en 2018. Por su parte, se empeñará "a fondo" en que el proceso de diálogo entre Gobierno y oposición llegue a buen puerto. 

Una crítica constante a Pedro Sánchez, la que le llega de forma más o menos directa de quienes están en su contra, es su forma de gestionar el PSOE. Lo que tachan de "cesarismo". Por esa razón su principal rival, Susana Díaz, decía este domingo que no quiere un partido que sea "cien por cien" suyo. Por eso Javier Fernández repudiaba un modelo de PSOE que se convierta en una "plataforma al servicio de un líder". Y por eso mismo José Luis Rodríguez Zapatero no quiere "un líder sin controles, que pueda hacer lo que le venga en gana", ni un partido que sea una "consultora" que pregunte de continuo a sus bases.

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