La falsa 'purga' en la Fiscalía de Murcia mantendrá el cerco al presidente del PP

El fiscal general del estado, José Manuel Maza, propuso el pasado miércoles a los miembros del Consejo Fiscal designar a José Luis Díaz Manzanera nuevo fiscal superior de Murcia. La decisión, que tendrá que ser ratificada ahora por el Consejo de Ministros, conllevará el fin del mandato de Manuel López Bernal, que ocupa el cargo desde 2006, cuando el entonces fiscal general, Cándido Conde Pumpido, apostó por él.

La salida de López Bernal, que aspiraba a renovar en el puesto, ha sido entendida por algunos —y por él mismo, a tenor de sus declaraciones denunciando la persecución a la que se somete a los fiscales que investigan la corrupción— como un golpe de efecto político que tendrá consecuencias en las investigaciones que el fiscal jefe ha impulsado durante estos años, algunas de ellas contra altos cargos del Partido Popular. No en vano, desde hace tiempo se consideraba en sectores conservadores a este representante del ministerio público como una persona cercana al PSOE. Sin embargo, el sustituto de López Bernal no ha sido precisamente alguien que haya destacado por defender a Génova.

Díaz Manzanera ha sido uno de los colaboradores más cercanos de López Bernal en los últimos años. Al frente de la Fiscalía de Delitos Urbanísticos y Medio Ambiente, reclamó y consiguió que el Tribunal Superior de Justicia de Murcia citara a declarar como investigado al presidente de la comunidad autónoma, Pedro Antonio Sánchez, en el marco del caso Auditorio, cuya investigación dirige el propio Díaz Manzanera.

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Al margen de que algunas fuentes aseguran que la decisión de poner a Díaz Manzanera al frente de la Fiscalía de Murcia la ha tomado Maza a última hora y para paliar el escándalo surgido después de que las dos fiscales del caso Púnica decidieran no firmar el informe que pedía no seguir investigando a Sánchez en la Audiencia Nacional, lo cierto es que finalmente el sucesor del que ha sido el azote del PP en la región será previsiblemente un nuevo azote para los populares en ese territorio.

No en vano, lo primero que ha dicho públicamente Díaz Manzanera es que, cuando ocupe el cargo de López Bernal, no descarta dejar a este al frente de la investigación del caso Auditorio, que investiga las irregulares en las que Sánchez pudo incurrir cuando era alcalde de Puerto Lumbreras durante la construcción de un complejo cultural en la ciudad murciana. En una entrevista concedida a Europa Press, el próximo fiscal superior ha argumentado que López Bernal "conoce el asunto perfectamente".

"Tengo que verlo", ha dicho Díaz Manzanera, quien aún no tiene claro tampoco si acudirá a la cita que Sánchez tiene ante el Tribunal Superior de Justicia de Murcia el próximo 6 de marzo para comparecer en calidad de investigado en la mencionada causa. "Lo tengo que ver con los compañeros, no lo sé aún", ha expuesto el futuro fiscal superior, quien sí ha anunciado que en este procedimiento "habrá más diligencias" que aún no puede avanzar porque están actualmente en trámite.

Las palabras de Díaz Manzanera no hacen más que adelantar una política continuista en la Fiscalía Superior de Murcia en materia de lucha contra la corrupción, una previsión que también parecen corroborar sus actuaciones. Y no solo por su empeño en investigar al presidente regional en el marco del caso Auditorio, sino también por el impulso que durante los últimos años ha dado el fiscal a procedimientos como Camelot, Pagamenta, Ninette o Tótem, todos ellos vinculados a algún tipo de corrupción, o el que está imprimiendo en la actualidad en asuntos como la llamada 'trama del agua' o la contaminación del Mar Menor.

En este contexto, López Bernal ha decidido salir a la palestra para denunciar las "intimidaciones" a las que han sido sometidos varios fiscales en los últimos años en la Región de Murcia. "No se nos ha hecho la vida especialmente agradable a los compañeros que estamos metidos en casos de corrupción", ha dicho quien ha dirigido la Fiscalía autonómica durante la última década, denunciando presiones y acoso judicial mediante interposición de querellas contra los representantes del ministerio público que dirigían investigaciones que afectan a la comunidad.

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Las palabras han provocado una polémica pública. La Unión Progresista de Fiscales ha criticado los nombramientos de Maza porque, a su juicio, suponen "un claro retroceso" en la autonomía de la Fiscalía y se ha refererido "en especial" al caso de Murcia, donde "si algún ejemplo había que dar a la sociedad para apuntalar la confianza" en el ministerio público, era mantener a López Bernal "frente a las intolerables presiones". Sin embargo, el ya ex fiscal superior descartó que las presiones se produjeran en el caso de la imputación del presidente murciano. De hecho, el propio López Bernal ha indicado que su sucesor "va a seguir la misma línea" marcada por él en los últimos años en lo que a lucha contra la corrupción se refiere.

Está por ver el papel que jugará, por otro lado, el nuevo fiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix, también recién elegido, quien deberá lidiar con la controversia generada a raíz de la decisión de las dos fiscales del caso Púnica de no firmar el informe que se oponía a continuar la investigación contra el presidente de Murcia en el marco de este procedimiento que dirige la Audiencia Nacional. La Fiscalía, por orden de Maza, se negó a proseguir una de las piezas separadas de la causa, que iba contra 22 personas, entre las que se encontraban Sánchez y la senadora y exalcaldesa de Cartagena Pilar Barreiro. Las dos fiscales mencionadas, sin embargo, no estaban de acuerdo con la orden jerárquica.