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La Fiscalía pide 3 años de prisión y 45.000 euros para el agresor de la Diagonal
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LE ACUSA DE "HUMILLAR A UNA MUJER SOLO POR SERLO"

La Fiscalía pide 3 años de prisión y 45.000 euros para el agresor de la Diagonal

El ministerio público reclama penas de cárcel tanto para el agresor como para el que grabó el vídeo. Además, insta al juez a emitir una orden de alejamiento de la víctima

Foto: Tres capturas de la salvaje agresión en Barcelona
Tres capturas de la salvaje agresión en Barcelona

"Un momento, un momento. Tres, dos, uno...". Lo que viene después ya lo conocen. Son las palabras con las que Mario García Montealegre, de 26 años y natural de Talavera de la Reina, se preparó para perpetrar una de las agresiones que más han indignidado a la sociedad española en los últimos años. Durante la madrugada del 22 de febrero de 2015, en plena Avenida Diagonal, Mario golpeó salvajemente y por la espalda a la barcelonesa G. N. S., haciéndola caer súbitamente al suelo y provocándole diversas lesiones. La escena la grabó con su móvil Álvaro G. M., un amigo de García con el que al parecer comparte sentido del humor.

Ahora la Fiscalía Provincial de Barcelona reclama para Mario y Álvaro tres años de prisión y una indemnización superior a los 45.000 euros por aquel episodio. Les acusa de dos delitos contra la integridad moral (artículos 173.1 y 177 del Código Penal) más otro de lesiones (147.1) a los dos por igual. Además, el fiscal considera un agravante la alevosía y la discriminación por sexo.

El texto considera que el género tuvo un papel relevante en la agresión: "Guiados por su afán de humillar y ridiculizar a una mujer por el hecho de serlo (...) centraron su atención en una viandante a la que no conocían absolutamente de nada, que en ese momento se encontraba tranquila y confiadamente esperando un taxi junto a una amiga". Después, continúa la acusación, Mario "contó marcha atrás con los dedos de su mano y acto seguido empendió veloz carrera, directa hacia las jóvenes, propinando por la espalda y sin posibilidad de reacción por parte de ninguna de ellas, una brutal patada, inclinando para ello su pierna para disponer de más fuerza y poder impactar con más energía, en el tobillo derecho de N. G. S., circunstancia que provocó que cayera derrumbada fulgurantemente al suelo, todo ello entre carcajadas, abandonando los acusados rápidamente el lugar".

La víctima sufrió un esguince, dos hematomas y dolor cervical tras la agresión. Estuvo 75 días de baja

Instantes después Álvaro G. M., con el conocimiento de García Montealegre, compartió el vídeo con un grupo de Whastapp en el que había quince personas. "Hahaha, la hostia que se da es cojonuda", "¿pero os estaba vacilando o algo?" o "¿quién es la tía? es una ramdmo", fueron algunos de los comentarios con los que sus amigos recibieron la agresión. Fue una de ellos, cuya identidad no ha trascendido, quien colgó la pieza en YouTube. De ahí la obtuvo el periódico La Vanguardia y el asunto se convirtió en uno de los virales del año.

El 27 de febrero, solo cinco días después de la agresión, las redes sociales identificaron a García Montealegre y dieron aviso a la Policía. Este medio fue el primero en publicar la identidad del talaverano, que un día después se personó en la comisaría. Álvaro G. M. lo haría un día después. Antes, los jóvenes habían borrado el vídeo de YouTube y eliminado sus perfiles en todas las redes sociales. No es la primera vez que García Montealegre agredía a una mujer por la espalda: según publicó El Mundo en las semanas posteriores, el joven ya había grabado otro ataque en 2013 en el paseo martítimo de Benidorm.

Un esguince y desórdenes psicológicos

La Fiscalía, que no ha tenido en cuenta estos antecedentes, cifra en 5.625 euros los daños físicos causados sobre G. N. S., que incluyen, según el peritaje médico, hematomas en la rodilla y la muñeca izquierdas, esguince en el tobillo derecho y cervicalgia, heridas que la mantuvieron de baja 75 días. Mucho más graves, relata la Fiscalía, serían los daños morales, estimados en una indemnización de 40.000 euros. "No solo por los inherentes al acto violento, sino también por los derivados de la inserción del vídeo con las imágenes de los hechos en un grupo de contactos de mensajería con la razonable y previsible difusión indiscriminada y masiva del mismo en internet y en todo tipo de medios de comunicación".

En opinión del abogado Manuel Merino Maestre, quien ejerce la acusación popular en nombre de la Asociación Nacional de Afectados por Internet y las Nuevas Tecnologías (ANFITEC), la acusación por delito contra la integridad moral es totalmente acertada puesto que es el adecuado para castigar conductas que lesionen la dignidad de las personas a través de internet o las redes sociales".

Por último el fiscal señala que la agredida, a nivel psicológico, "presenta estrés post traumático en relación a la agresión sufrida, con indicadores como el aumento de la desconfianza a las intenciones de los otros, rabia por la incomprensión de la violencia gratuita y no sentirse ayudada en el momento de los hechos por la gente que fue testigo de los mismos", y reclama que el juez emita una orden de alejamiento contra los agresores de al menos 1.000 metros con respecto a la víctima.

"Un momento, un momento. Tres, dos, uno...". Lo que viene después ya lo conocen. Son las palabras con las que Mario García Montealegre, de 26 años y natural de Talavera de la Reina, se preparó para perpetrar una de las agresiones que más han indignidado a la sociedad española en los últimos años. Durante la madrugada del 22 de febrero de 2015, en plena Avenida Diagonal, Mario golpeó salvajemente y por la espalda a la barcelonesa G. N. S., haciéndola caer súbitamente al suelo y provocándole diversas lesiones. La escena la grabó con su móvil Álvaro G. M., un amigo de García con el que al parecer comparte sentido del humor.

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