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Patxi López: "Seguimos siendo los terceros en el CIS y ese no es el PSOE que yo quiero"
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ENTREVISTA AL PRECANDIDATO A LA SECRETARÍA GENERAL DEL PSOE

Patxi López: "Seguimos siendo los terceros en el CIS y ese no es el PSOE que yo quiero"

El exlendakari remarca que no cabe "conformarse". Advierte de que no se puede consultar a los militantes "todo y para todo" y que estos han de votar para unir: lo contrario lleva al PSOE "al desastre"

Foto: Patxi López, durante una entrevista con El Confidencial en un restaurante cercano al Congreso. (Enrique Villarino)
Patxi López, durante una entrevista con El Confidencial en un restaurante cercano al Congreso. (Enrique Villarino)

Asegura que se siente con fuerzas, que está motivado con su última "batalla", la que no dio en 2012 y en 2014, la de la carrera por el liderazgo del PSOE. Le ilusiona porque está convencido, dice, de que el partido "necesita unirse y tener un proyecto definido". Y cree que ha llegado su momento y que es el hombre que puede sacar al PSOE de su ruina, cohesionándolo.

Patxi López Álvarez (Portugalete, 1959), exlíder del PSE (2002-2014), exlendakari (2009-2012), expresidente del Congreso (2016), se encuentra con El Confidencial en la sala de un céntrico hotel de Madrid, muy cercano a la Cámara Baja. Acaba de llegar de su tierra, Euskadi, pasa unos días por la capital y el jueves y viernes viaja a Extremadura. Se le ve como siempre, relajado, campechano, aunque aún no ha comenzado lo peor de la campaña interna. Pero se nota que en cada respuesta, por mucho que se le pregunte y se le repregunte, se contiene para no embarrar el terreno de juego y no salirse de los márgenes de una estrategia sin ataques directos a sus rivales, con los que no rechazará "ningún debate". "Me estás buscando en la pelea todo el rato, otra cosa es que me encuentres", despacha con humor para zafarse de la insistencia del periodista. 24 horas después, responde telefónicamente a un puñado de cuestiones sobre el último barómetro del CIS, que refleja un pequeño ascenso del PSOE, pero aún lejos de Unidos Podemos y más aún del PP.

PREGUNTA. ¿Qué opinión tiene de la encuesta del CIS? Su partido sube 1,6 puntos en estimación de voto.

RESPUESTA. Siempre me voy a alegrar de que el PSOE mejore en sus perspectivas. Pero no es suficiente. Necesitamos dar un salto mucho mayor, necesitamos mucha mayor fortaleza. Seguimos siendo los terceros y ese no es el PSOE que yo quiero.

R. Siendo terceros y no erigiéndonos como la alternativa al Gobierno, la euforia no es el mejor sentimiento que tenemos que tener.

Foto: El presidente de la gestora y de Asturias, Javier Fernández, junto al padre Ángel, este 7 de febrero en un desayuno informativo. (EFE)

P. ¿Entiende que ese 18,6% es un aval a la abstención a Mariano Rajoy y a la estrategia de la dirección?

R. No. Con una encuesta caben mil lecturas, y no solo hay que mirar cómo quedas tú, sino qué desgaste sufren los otros partidos. Este sigue siendo un resultado para no conformarse.

P. ¿Pueden beneficiar estos datos a Susana Díaz, toda vez que ella respalda por completo el nuevo rumbo del PSOE?

R. Eso es una elucubración. No cabe hacer lecturas internas de una pequeña recuperación. Con este resultado no vamos a ninguna parte. Cualquiera que nos presentemos como candidato querremos multiplicar ese avance. No podemos estar eufóricos ni satisfechos.

No cabe hacer lecturas internas de una pequeña recuperación en los sondeos. Con este resultado no vamos a ninguna parte

P. Los ciudadanos perciben un ligero corrimiento a la derecha del partido. ¿Le preocupa?

R. Si es así como nos ven, es que seguimos estando donde no debemos estar, porque el PSOE debe estar en la izquierda y no desplazarse a la derecha, sino ocupar el espacio que nos corresponde. Si la ciudadanía nos visualiza desplazándonos a la derecha, es que algo estamos haciendo mal.

P. Pedro Sánchez repite que candidaturas al liderazgo del PSOE puede haber "muchas", pero modelos de partido "solo hay dos", el suyo y el de aquellos que se alinean con la gestora. ¿Siente que quiere sacarle de la carrera, orillarle?

R. No, supongo que será su idea fuerza. Es evidente que modelos de partido puede haber varios, tantos como candidaturas, y propuestas para hacer un PSOE mejor habrá tantas como candidatos. Yo lo que defiendo es un modelo de partido en el que combinemos la capacidad de los militantes para adoptar grandes decisiones y ser consultados en los momentos de gran importancia, de enorme división, con la responsabilidad que asume una dirección, porque las direcciones se eligen para dirigir el partido y rendir cuentas. El PSOE no es un partido asambleario, es otra cosa.

Consulte en vídeo algunos momentos de la entrevista de Patxi López con El Confidencial

P. ¿Pero en el fondo no cree que subyacen dos modelos, respecto a lo interno, a las formas de concebir las alianzas...?

R. Cometemos un error si decimos que las alianzas han de ser con este u otro partido. Lo que tenemos que hacer es un PSOE lo suficientemente fuerte como para no tener que estar mirando ni hacia un lado ni hacia otro, como para no tener que definirnos por nuestra cercanía al PP o a Podemos, y en caso de necesidad las alianzas no se deciden en función de las políticas. El primer objetivo no es poner en marcha un PSOE para coaligarnos o para buscar entendimientos con Podemos o con el PP, sino para concitar una mayoría suficiente como para gobernar este país.

P. No cree, como dice Sánchez, que haya que elegir entre la vía a la portuguesa, de coalición de las izquierdas, o la alemana, de pacto de la derecha con la socialdemocracia.

R. Me gusta más la vía española, la de un PSOE fuerte como para concitar una mayoría amplia para gobernar.

P. Decía el ex secretario general que su PSOE se entendería más fácilmente con el Podemos de Íñigo Errejón.

R. Yo quiero entenderme con los ciudadanos, con los progresistas de este país. Yo busco ese nosotros progresista que existe en España y que creo que es mayoritario. No creo que la cuestión sea si me llevo mejor con Íñigo Errejón, con Pablo Iglesias, con Mariano Rajoy o con Albert Rivera. Es un error de bulto definir al PSOE por esto. Se debe definir por un proyecto que sea capaz de conectar con la mayoría progresista y de izquierdas de este país, sin intermediarios, sin acomodos ni muletas, por sí mismo, autónomo, fuerte, sin complejos.

No es verdad [como dice Sánchez] que hay solo dos modelos de partido. Puede haber varios, tantos como candidaturas

P. ¿Escucha en el PSOE discursos rayanos en el populismo?

R. No, cada uno tiene su idea de cómo debemos resolver las cosas.

P. Lo digo por estos mensajes binarios o dicotómicos que se escuchan, por ejemplo, a Pedro Sánchez.

R. Pues yo los haré 'trinarios'. En lo interno estamos en un momento donde tenemos que debatir de diferentes propuestas, luego la militancia tendrá que elegir y después será el momento de integrar, para ir a un congreso en el que salgamos fortalecidos, sin vencedores ni vencidos, sino todos juntos, detrás de un proyecto que busque la implicación de todos, porque aquí no nos sobra nadie.

P. ¿Su candidatura es creíble? Porque las otras dos candidaturas, y en especial la del exlíder, le acusan de no acompasar palabras y hechos.

R. Los que hagan esas afirmaciones son los que tienen que demostrarlo. Yo hablo de unir al partido y de integrar a gente que piensa diferente en un mismo proyecto. Mis hechos sí corroboran esto: yo fui elegido secretario general del PSE [en 2002] en circunstancias similares, con tres candidatos, y salí elegido por un 57%. Pero un año después había un proyecto del socialismo vasco que concitó la casi unanimidad del comité nacional. Los otros candidatos se integraron en mi ejecutiva o en mi Gobierno, y eso se hizo con un proyecto claro y nítido, que es lo que pretendo para el socialismo español. Los hechos por tanto sí me avalan. No todo vale: no vale que me critiquen a mí por abstenerme [en la investidura de Mariano Rajoy] y a otros [los diputados sanchistas que se abstuvieron] los jaleen por hacer exactamente lo mismo que yo. Si no se acepta la decisión de la mayoría, acabamos convirtiéndonos en una cosa que no es un partido.

No todo vale: no vale que me critiquen por abstenerme [en la investidura] y a otros los jaleen por hacer lo mismo que yo

P. ¿Otros candidatos no son tan creíbles en su apelación a la unidad? Usted mismo decía el otro día que la unidad no es un lema propagandístico.

R. Yo alguna experiencia tengo, no digo que otros no la tengan. Para mí es básico. Si seguimos con la división interna, al PSOE no lo va a escuchar nadie. El principal objetivo de este proceso es salir más unidos, no más divididos. Los militantes tienen que votar, sí, pero para unir, no para dividir, porque entonces vamos al desastre.


P. Y sin embargo vamos a primarias con una gran polarización. ¿Teme que su candidatura pueda quedar en tierra de nadie?

R. Estoy convencido de que si hubiera ese choque de trenes, el espacio mayoritario dentro del PSOE es este que yo defiendo. Conozco bien a la militancia socialista y quiere por encima de todo al PSOE unido, y lo quiere fuerte, y por eso estoy convencido de que hay una amplísima mayoría en ese espacio de la centralidad y que no quiere el choque de trenes ni salir divididos.

P. En estos tiempos de Brexit, de Benoît Hamon, de Donald Trump, ¿no cree que podría reproducirse ese esquema de elección de opciones extremas en el PSOE?

R. Yo hablo no del centro, sino de la centralidad, que hace que desde una izquierda exigente, no de pancarta ni de megáfono, no de 'asaltacielos', sea capaz de atraer a ese espacio a sus posiciones. Eso es lo que consiguió el PSOE cuando ganó elecciones. Aunque lo que pasa fuera es síntoma o consecuencia de esa indefinición del proyecto socialista, creo que en España tenemos la oportunidad de buscar ese espacio identificable sin asaltar los cielos ni caer en la resignación.

P. ¿La gestora ha derechizado al PSOE?

Es un error de bulto definirnos por la cercanía con Errejón, Iglesias o Rajoy. El PSOE debe conectar con la mayoría progresista

R. ¿Es positivo que hayamos conseguido que el Gobierno haya asumido que haya que subir el SMI, o un plan de lucha contra la pobreza, o intentar evitar la judicialización excesiva por las cláusulas suelo? Es bueno. Ahora bien, ¿la imagen del PSOE debe ser la de la alianza permanente con un Gobierno del PP que en lo fundamental sigue manteniendo sus políticas? Creo que no, porque el PSOE tiene que visualizarse como una alternativa clara a todas esas políticas.

P. ¿Pero es una cuestión de las materias en las que se pacta o de cómo se comunica?

R. Una buena oposición debe tener tres patas: la crítica al Gobierno, la alternativa en todas las políticas para dar respuesta a los problemas que tiene la gente y la definición de espacios de consenso con el Gobierno. Estos para mí siempre han sido políticas de Estado (lucha contra el terrorismo, la política exterior de España o cuestiones básicas para la convivencia y la concordia…), y no digo que en eso no encontremos cuestiones que pueden beneficiar a la ciudadanía, pero no deben ser nuestro papel exclusivo.

P. ¿Se arrepiente de haber dado el paso tan pronto?

R. No. Cuando la gestora propone y el comité federal aprueba un calendario del congreso, pensé que ya era el momento en que la militancia empezara a tener certezas ante tanta incertidumbre, porque todo sobrevolaba pero parecía que no había nadie dispuesto a dar un paso al frente. Yo lo di consciente, pese a que alguno pudiera interpretar que era muy pronto o no era el momento. Pero yo tengo una propuesta: una izquierda exigente, que no ponga parches a lo que hace la derecha. Tengo muy claro que el PSOE tiene una urgencia vital, la de unir, y otra, definir un proyecto reconocible que debe dar respuestas a los nuevos problemas del siglo XXI.


P. Sánchez dijo que le sorprendió el momento en que lo dijo.

R. Yo hice esa reflexión porque la militancia no podía seguir en la nebulosa.

P. ¿Ha intentado hablar con Pedro Sánchez o con Susana Díaz tras su postulación?

R. No, no.

P. Dice estar muy empeñado en la "unidad" del partido. ¿Si gana alguna de las otras dos opciones, el partido corre riesgo de escisión?

R. Espero que no. Espero que todos entendamos que divididos no vamos a ninguna parte.

P. Sí, pero los que impulsaron su candidatura esgrimieron que era la opción que garantizaba la unidad. Si vence otro aspirante, ¿ese riesgo de ruptura está más presente?

R. Espero que no.

P. ¿Podríamos ir a nuevas elecciones si gana Pedro Sánchez?

La imagen del PSOE no debe ser la de la alianza permanente con un Gobierno del PP que mantiene sus políticas

R. Eso solo depende de una persona: Mariano Rajoy. Pero si él espera someter al PSOE a un chantaje permanente, de "o me aprobáis esto o convoco elecciones", que tenga claro que el PSOE no se va a humillar nunca.

R. Yo les llamaría los primeros. Y veríamos cuál es la mejor forma de integrar. A veces no se trata de nombres y apellidos, sino de ideas, propuestas, voluntades.

P. ¿Y usted se integraría en la dirección de sus rivales?

R. No se trata de Patxi López, sino de algo que yo defiendo: unir y definir un proyecto de manera clara. Yo pondría voluntad para que eso fuera posible. Lo primero que haría sería ponerme a disposición del secretario general.

P. ¿Usted haría obligatorias las consultas a los militantes para los pactos de gobierno, como propone Sánchez?

R. Una vez que los militantes votaron un acuerdo de gobierno [el del PSOE con Ciudadanos, hace un año], creo que nadie irá para atrás. Pero esto tiene que tener reglas claras. No puede depender de la decisión del secretario general qué se consulta y qué no. Yo creo que hay momentos de especial importancia, de incertidumbre, en los que los militantes deben ser consultados. Pero eso es complementario con que haya una ejecutiva y un comité federal que asuma su responsabilidad, porque no podemos consultar todo y para todo a los militantes, porque nos estaríamos equivocando. Las direcciones deben dirigir y rendir cuentas de lo que hacen. Yo me propongo que, una vez al año, la ejecutiva elabore un documento de lo hecho y lo que se pretende hacer para que se envíe a todas las agrupaciones y la militancia lo discuta y lo valore y sea la hoja de ruta del partido. Pero sí que debiéramos tener reglas claras en esta cuestión.


P. Anoche en Calasparra (Murcia), Sánchez pidió a la gestora que permita a los militantes del PSC votar en primarias sin tener que inscribirse previamente en un censo. ¿Lo comparte?

R. Siempre dije que los afiliados del PSC deben poder votar. Pero no voy a enturbiar el proceso de diálogo entre los dos partidos ni echar gasolina al fuego. Espero que haya un acuerdo razonable, y me parecerá bien el pacto que firmen PSOE y PSC.

Siempre dije que los militantes del PSC deben votar. Pero no voy a echar gasolina al fuego. Espero que haya un acuerdo razonable

P. Ahora está en marcha la redacción de una ponencia marco para el 39º Congreso. ¿Confía en que sea útil para la vida del partido?

R. Será un texto que discutamos todos, y que podamos enmendar todos. No deja de ser un borrador para la discusión, y luego el congreso decidirá definitivamente cómo queremos que sea. Pero también diré que este congreso no me gustaría que cerrara ningún debate.

P. ¿Lo dice por la previsión de fijar una guía de oposición? ¿Lo dice porque entiende que la gestora quiere cerrar el debate?

R. No, no, no, me da igual quién lo hubiera hecho y quién hubiera estado al frente. Como definición, el PSOE no debiera encerrarse en sí mismo, cerrar su proyecto en el congreso, sino abrirlo, porque hay que atraer a mucha más gente, contar con todos aquellos que quieran enriquecer nuestro proyecto, y si les damos todo cerrado es como una especie de sí o no. Si les damos unas bases aprobadas por un congreso, firmes y sólidas, para que ellos puedan aportar y criticar, seremos capaces de concitar más complicidades.

P. ¿Está satisfecho con el plantel de ponentes elegido?

R. En el fondo, me da un poco igual, porque no dejan de ser los que van a elaborar un texto que yo voy a poder discutir luego. ¿Para qué me voy a meter en una pelea ridícula? Cuando vea el texto que preparan, ya lo enmendaré si no estoy de acuerdo.

Los militantes tienen que votar en las primarias, pero para unir, no para dividir, porque entonces vamos al desastre

P. ¿Cree que el PSOE debe revisar el modelo de reforma federal de la Constitución descrito en la 'Declaración de Granada' de 2013?

R. Debemos ofrecerlo con más contundencia todavía, y cada día que pasa más.

P. ¿Entiende que Díaz debería decir lo antes posible si compite para aclarar el terreno de juego?

R. Lo deberá decir ella. Al final es una cuestión personal.

P. ¿Le sorprende que haya tanto antisusanismo en las bases?


R. No debiera haber 'antinada' en este partido.

P. Pero lo ha percibido?

R. No, no, no. Lo que me gusta percibir son los a favor del PSOE. Yo he lamentado cuando en las redes o en algún acto he visto a algunos compañeros que han usado expresiones o modos que en absoluto son de compañeros. Debiéramos recuperar la fraternidad que debiera existir entre los socialistas. Somos socialistas distintos, defendiendo distintas ideas, que queremos lo mejor para el PSOE. Yo no voy a jugar a decir que otro compañero es mi enemigo.

P. Si quedase por delante de Sánchez en avales, ¿desearía que se uniera a su candidatura?

R. Esto no es socialismo al peso. No es una guerra de avales, es un debate de ideas. Y ha habido compañeros que recogieron más avales que votos tuvieron luego. Con conseguir los avales suficientes para ser proclamado candidato, me vale.

No podemos consultar todo y para todo a los militantes: nos equivocaríamos. Debemos tener las reglas claras de las consultas

P. Dice que irá hasta el final. Pero ¿a qué atribuye que siga existiendo esa sospecha de que puede llegar a pactar?

R. La rumorología la hemos tenido desde el minuto menos uno. Yo era el candidato no sé de quién, me presentaba para no sé qué cosa inconfesable. Yo soy Patxi López, me conoce casi toda la militancia, y sabe que cuando doy un paso lo doy hasta el final y con todas las consecuencias. Y espero que no sea malo que uno pueda hablar con todo el mundo. Yo creo que todo el mundo debiera ser capaz de hablar con todo el mundo.

P. ¿Y un candidato que no habla con nadie puede ser secretario general?

R. [Risas] Todo el mundo puede hablar con todo el mundo en este partido.

Sánchez pide a la gestora que no exija rogar el voto a los militantes del PSC

Tercera parada de Pedro Sánchez desde su postulación en Dos Hermanas, tras Castellón y Zaragoza. Ayer martes viajó, acompañado de la diputada asturiana Adriana Lastra, a Calasparra (Murcia). Ya había avanzado vía Twitter que haría una petición a la gestora. La hizo: que no exija a los afiliados del PSC rogar el voto para poder participar en las primarias para elegir secretario general del PSOE. Pero esa condición ya forma parte del preacuerdo al que han llegado las dos organizaciones en la comisión bilateral que estudia la revisión de las relaciones orgánicas y políticas.

"Romper la unidad entre el PSOE y el PSC sería abandonar a Cataluña a su suerte. No lo permitiremos —avisó—. Por eso, pido a la gestora que acabe con la incertidumbre que vive el socialismo catalán. Y que se resuelva en la dirección que queremos la mayoría de socialistas: la de reforzar los lazos de hermandad entre el PSOE y el PSC. Los socialistas catalanes tienen el mismo derecho a votar que el resto de afiliados, nadie puede excluirles del debate político, ni quitarles el derecho a votar u obligarles a rogar el voto". 

Asegura que se siente con fuerzas, que está motivado con su última "batalla", la que no dio en 2012 y en 2014, la de la carrera por el liderazgo del PSOE. Le ilusiona porque está convencido, dice, de que el partido "necesita unirse y tener un proyecto definido". Y cree que ha llegado su momento y que es el hombre que puede sacar al PSOE de su ruina, cohesionándolo.

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