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Iglesias busca un pacto con Errejón antes del sábado para que no pugne por la secretaría
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RECLAMA GESTOS QUE NO SE ESTÁN DANDO

Iglesias busca un pacto con Errejón antes del sábado para que no pugne por la secretaría

Si en los próximos días no hay gestos, antes de cerrarse la primera fase del congreso, desde el equipo de Iglesias temen que las intenciones del número dos se centren en pugnar por el liderazgo

Foto: El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el número dos, Íñigo Errejón, durante la reunión del último consejo ciudadano previo a Vistalegre II. (EFE)
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el número dos, Íñigo Errejón, durante la reunión del último consejo ciudadano previo a Vistalegre II. (EFE)

No hay acuerdo en el horizonte inmediato entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, ni siquiera en los tiempos o en las formas para llevar a cabo las negociaciones. El secretario general de Podemos está urgiendo la búsqueda de acuerdos internos desde que lanzó el pasado viernes el documento 'Plan 2020', como “herramienta unitaria” para centrar el debate que aunase a los diferentes sectores de cara el próximo congreso de Vistalegre II. Si antes de que remate la semana no se dan pasos hacia este objetivo, coincidiendo con la fecha límite para presentar los documentos provisionales, según marca el calendario congresual, las llamadas a la unidad habrán sido en vano, según anticipan fuentes del equipo del secretario general.

Desde el proyecto que lidera el número dos, Íñigo Errejón, defienden en cambio otros tiempos, estirando el calendario al menos otra semana más, a pesar de que el plazo de inscripción de candidaturas y de los proyectos políticos asociados a estas se cierra el 1 de febrero. Asimismo, no consideran que la búsqueda de acuerdos deba pivotar sobre el documento que encabeza el secretario general, al tiempo que indican que las negociaciones deben desarrollarse “sin tutelas ni advertencias”.

Íñigo Errejón plantea una nueva forma de organización para Podemos

Mientras tanto, el sector errejonista continúa con la campaña que pusieron en marcha el pasado fin de semana, celebrando un total de 14 actos en diferentes puntos del territorio, y con la recogida de aportaciones para su proyecto. Iglesias, por su parte, celebrará un encuentro este viernes en Madrid sobre cambio político junto al coordinador federal de IU, Alberto Garzón, la diputada de En Marea Yolanda Díaz y un representante por confirmar de En Comú Podem.

Tras haber lanzado el guante, desde el equipo del secretario general esperan gestos de acercamiento por parte del número dos, aunque no esconden su pesimismo, al reconocer que no se ha dado ningún paso en este sentido. Si en los próximos días no hay movimientos, antes de finalizar el plazo de presentación de los documentos provisionales, temen que las intenciones del número dos se centren en pugnar por la secretaría general.

Si Errejón presenta un proyecto propio y gana las votaciones, Iglesias dimitiría de la secretaría general y se pensaría si continuar como diputado

Errejón no optaría a este cargo de forma directa, puesto que, según ha anunciado en repetidas ocasiones, no presentará candidatura para el máximo cargo de dirección, pero sí de forma indirecta. Según aseguran miembros cercanos al líder del partido, el secretario político sabe que Iglesias dimitiría de su cargo, y no descarta hacerlo también de su escaño como diputado, si Errejón sigue adelante con su proyecto para Vistalegre II y se impone en las votaciones.

Simplemente el presentar lista y proyecto propio para el consejo ciudadano, que se vota de forma separada a la secretaría general, ya supondría una confrontación de la que solo puede salir un ganador para liderar Podemos y determinar su hoja de ruta durante los próximos tres años. Esta lectura, sin embargo, es tildada de plebiscitaria y negada por el entorno del secretario político.

El papel del equipo técnico

La cuenta atrás para Vistalegre II sigue quemando fases con las posiciones internas entre los dos principales sectores del partido, cada vez más alejadas. A las diferencias políticas entre Iglesias y Errejón recogidas en sus respectivos documentos estratégicos, se suman el cruce de declaraciones públicas y el infructuoso resultado, hasta ahora, de los espacios creados para forzar acuerdos. Los más destacados, tras la lluvia de manifiestos exigiendo acuerdos, son el Colectivo Mayo 2011, lanzado por Carolina Bescansa y Nacho Álvarez, para promover un espacio de encuentro entre las diferentes sensibilidades que “oxigene el debate”, evitando “un choque de trenes, innecesariamente desgarrador”, y la iniciativa Juventud Morada, cuyo manifiesto llama a “superar los problemas surgidos de la lógica de familias existente en Podemos, cuya toxicidad y malas dinámicas han llegado a impregnarnos de una forma nunca deseada”.

Este mismo martes, el sector errejonista volvió a dar un paso hacia adelante en el desarrollo de su proyecto, presentando públicamente las bases de su modelo organizativo, después de que el pasado viernes hiciese lo propio con el político y estratégico. Los cambios organizativos que promulgan se acercan a los que defienden desde el sector Anticapitalistas, con medidas estrella como el de “una persona, un cargo”, que el consejo de coordinación lo nombren los consejeros en lugar del secretario general, la elección de manera independiente de la comisión de garantías o la descentralización, tanto de recursos como en la toma de decisiones, para respetar la autonomía de los territorios.

El objetivo del sector oficialista pasa por convertirse en la bisagra entre el sector errejonista y el anticapitalista, aunque su prioridad, tanto por la polarización como por su peso interno, se centra en buscar un acuerdo con el proyecto que lidera el secretario político. Si finalmente esto no ocurre, “tampoco sería ningún drama”, suelen repetir los más cercanos a Iglesias. La última baza para evitar este extremo recae en el equipo técnico encargado de organizar la asamblea ciudadana, órgano que podría facilitar espacios formales de debate y acuerdo. Las dos próximas semanas serán cruciales, teniendo en cuenta que el tiempo para cerrar posibles acuerdos se agota el 1 de febrero y los días siguientes hasta el congreso presencial, que se celebrará el 11 y 12 del mismo mes, estarán destinados a las campañas de las candidaturas que se presenten.

No hay acuerdo en el horizonte inmediato entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, ni siquiera en los tiempos o en las formas para llevar a cabo las negociaciones. El secretario general de Podemos está urgiendo la búsqueda de acuerdos internos desde que lanzó el pasado viernes el documento 'Plan 2020', como “herramienta unitaria” para centrar el debate que aunase a los diferentes sectores de cara el próximo congreso de Vistalegre II. Si antes de que remate la semana no se dan pasos hacia este objetivo, coincidiendo con la fecha límite para presentar los documentos provisionales, según marca el calendario congresual, las llamadas a la unidad habrán sido en vano, según anticipan fuentes del equipo del secretario general.

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