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La fiscalía, contra los Cotoner: 'grandes de España'... pero contribuyentes en Luxemburgo y Suiza
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TRAS UNA INVESTIGACiON DE la AGENCIA TRITUBARIA

La fiscalía, contra los Cotoner: 'grandes de España'... pero contribuyentes en Luxemburgo y Suiza

Tres juzgados investigan a hijos del Marqués de Mondéjar, jefe de la Casa del Rey entre 1975 y 1990. Están acusados de fingir su residencia fuera de España para evadir 4,9 millones en impuestos

Foto: Íñigo Cotoner Martos (segundo por la izquierda), marqués de Mondéjar, en una recepción con los reyes Felipe y Letizia en 2003. EFE
Íñigo Cotoner Martos (segundo por la izquierda), marqués de Mondéjar, en una recepción con los reyes Felipe y Letizia en 2003. EFE

El apellido Cotoner está grabado a fuego en la nobleza española. Nicolás Cotoner y Cotoner, marqués de Mondéjar, fue durante décadas preceptor del rey Juan Carlos. Sus cinco hijos heredaron sus títulos, que además de ese marquesado incluyen el de Bélgida, el de Ariany y los títulos de conde de Tendilla y el de la Gomera. Pertenecen al selecto club de los grandes de España y son dueños de un discreto imperio inmobiliario. Ahora, tres de los Cotoner, los varones descendientes del exjefe de la Casa Real, se han unido a otro club: el de los investigados en vía penal por defraudar a Hacienda. La fiscalía les denunció el año pasado por simular que dos de ellos vivían en Luxemburgo y el mayor y actual marqués de Cotoner en Suiza, cuando en realidad residían en Madrid. Les acusa de defraudar 4,89 millones entre los tres. No han querido dar su versión a este diario.

Foto: José María Aristrain de la Cruz. (El Confidencial)

La Diputación de la Grandeza de España explica en su web lo que conlleva esa distinción: "La grandeza constituye la máxima dignidad de la jerarquía nobiliaria española, siendo conferida por el Rey a una persona, generalmente unida a un título del Reino y con carácter hereditario". Forman un grupo exclusivo de nobles que asesora al Ministerio de Justicia en asuntos nobiliarios. Periódicamente el Rey los recibe y fue notable la primera audiencia que les dio Felipe por el mensaje que les lanzó. Les pidió ejemplaridad: "En la España constitucional sabéis bien que vuestros nombres no comportan más que un gran honor; honor que implica responsabilidad y conlleva unas obligaciones para con vuestros antepasados, con vosotros mismos y con España. [...] Los nobles deben dar ejemplo con su conducta y deben mantener un compromiso solidario con el conjunto de la sociedad".

Felipe VI reclamó ante los Cotoner y otros 'grandes de España' que "deben tener un compromiso solidario con la sociedad”

Los Cotoner Martos escucharon allí esa llamada a la ejemplaridad. El mayor de los hermanos, Íñigo, que ostenta el título de marqués de Mondéjar, fue durante años consejero de la diputación. Títulos no le faltan. Él estaba en 2003 cuando la Casa real presentó a Letizia ante la nobleza y figura junto a Juan Carlos en las periódicas recepciones en La Zarzuela. La familia Cotoner estaba especialmente vinculada al Rey emérito. Cuando este llegó a España, Nicolás Cotoner y Cotoner fue nombrado su preceptor y ocupó el cargo de jefe de la casa del Rey entre 1975 y 1990. Cuando falleció, en 1996, la prensa señaló que el entonces rey se refería a él como su "padre adoptivo". En 1977 le había distinguido con el Toisón de Oro, máxima distinción de la corona. Cuando Juan Carlos era cadete en la Academia militar del Aire de San Javier (Murcia) acudía a la casa de los Cotoner de Murcia, hoy reconvertido en hotel de cuatro estrellas y aún propiedad de la familia.

Sus lazos con la Casa Real y sus vinculaciones con la nobleza no han impedido que los tres hijos varones de Nicolás Cotoner y Cotoner sean emigrantes. Al menos formalmente. Tras una inspección de la Agencia Tributaria, la fiscalía de delitos económicos de Madrid los denunció el año pasado en otros tantos juzgados de Madrid por defraudar a Hacienda. "Íñigo Cotoner Martos dejó de presentar las declaraciones correspondientes al IRPF relativas a los ejercicios 2010, 2011, 2012 y 2013, a pesar de que residía permanentemente en territorio español, donde se encontraba el núcleo principal de sus intereses económicos así como sus relaciones económicas y personales más relevantes", sostiene la fiscalía en su denuncia, que ya investiga un juzgado de Plaza de Castilla. El ministerio público añade que para ello "creó la apariencia de que era residente fiscal en Suiza [...] cuando realmente no había abandonado territorio español". Al mayor de los hermanos le acusa de cuatro delitos fiscales y de haber defraudado 1,57 millones de euros.

Otro hermano, José Luis Cotoner, marqués de Bélgida, realizó la misma operación en los mismos años pero fingiendo la residencia en Luxemburgo, primero en un edificio modesto y después en una zona más céntrica, según la acusación, admitida a trámite en otro juzgado madrileño. La fiscalía le acusa de defraudar 1,117 millones de euros en cuatro ejercicios. Sobre el tercer denunciado, Nicolás Cotoner, marqués de Ariañy, sostiene que simuló vivir en otro barrio de Luxemburgo. Está acusado de defraudar 2,2 millones de euros.

Cada uno de los Cotoner está acusado de cuatro delitos fiscales (uno por ejercicio). Su asesor fiscal está siendo investigado en las tres causas como cooperador necesario, un grado más que cómplice, ya que según el fiscal "realizaba las gestiones correspondientes para obtener formalmente la documentación luxemburguesa que le permitiera simular que no era residente fiscal español". En diciembre de 2015, cuando Hacienda tenía su investigación avanzada, Íñigo y Nicolás trasladaron su domicilio fiscal a Londres, a un edificio con vistas a Hyde Park, en una de las mejores zonas de Londres.

Poseen un desconocido imperio inmobiliario entre Madrid, Murcia y el extranjero. Ahora declaran vivir en un lujoso edificio en Londres

El pasado mes de septiembre, el diario 'El Mundo' publicó una conversación entre el líder de Manos Limpias, Miguel Bernad, y la abogada del pseudosindicato Virginia López Negrete. No era un pinchazo judicial sino una grabación realizada entre ellos. Siempre según 'El Mundo', en ella Bernad sostenía que Juan Carlos le había ofrecido dos millones de euros para parar el caso Nóos y que lo había hecho a través del marqués de Mondéjar. Íñigo Cotoner Martos negó categóricamente la afirmación​ y señaló que el día en que supuestamente se produjo la reunión con Bernad estaba fuera de España, en el Reino Unido. Este diario ha intentado sin éxito durante días obtener la versión de los hermanos Cotoner, que no han devuelto las llamadas en la sociedad que gestiona sus inmuebles.

Fingir la residencia fuera de España es un clásico de la defraudación. En los últimos años Hacienda ha lanzado inspecciones contra grandes contribuyentes que de un día para otro se mudan a otro país. Para tributar fuera de España hay que pasar en el extranjero más de 183 días al año, y además se tiene en cuenta dónde está el centro de intereses, familiar y de negocios.

Según 'El Mundo', Juan Carlos le había ofrecido a Bernad dos millones de euros para parar el caso Nóos a través del marqués de Mondéjar

Londres o Suiza son refugios simulados más habituales que Luxemburgo, un lugar triste y minúsculo en el que es difícil imaginar a un millonario. Los Carceller pagaron 93 millones de euros en un acuerdo de conformidad tras aceptar que habían defraudado simulando que vivían entre Reino Unido y Portugal; José María Aristrian de la Cruz se enfrenta a una petición de récord de 1.200 millones de multa por figurar como residente en Suiza; la fiscalía pide cárcel para Borja Thyssen por hacerlo en Andorra; ha denunciado al empresario petrolero Massoud Zandi, socio de Cebrián, y el expiloto de motos Sito Pons está investigado por hacerlo en Mónaco. El año pasado fue condenado por delito fiscal Gonzalo Prado Pardo, marqués de Castiglione de Aragón, por tener cuentas en Suiza que fueron descubiertas gracias a la filtración de Hervé Falciani.

Las denuncias revelan los ingresos de los hermanos de un formidable entramado societario. Los Cotoner son dueños de un desconocido imperio inmobiliario. Tienen propiedades en un monte a las afueras de Madrid objeto de una disputa sobre la propiedad, edificios en Madrid y Luxemburgo, un hotel de cuatro estrellas en Murcia y fincas agrícolas. Cuando David Beckham jugaba para el Real Madrid sondeó para vivir una propiedad que tienen a las afueras de Madrid y que incluye cuatro casas-palacio ,según publicó ABC. Todo eso está ahora bajo el radar de Hacienda.

El apellido Cotoner está grabado a fuego en la nobleza española. Nicolás Cotoner y Cotoner, marqués de Mondéjar, fue durante décadas preceptor del rey Juan Carlos. Sus cinco hijos heredaron sus títulos, que además de ese marquesado incluyen el de Bélgida, el de Ariany y los títulos de conde de Tendilla y el de la Gomera. Pertenecen al selecto club de los grandes de España y son dueños de un discreto imperio inmobiliario. Ahora, tres de los Cotoner, los varones descendientes del exjefe de la Casa Real, se han unido a otro club: el de los investigados en vía penal por defraudar a Hacienda. La fiscalía les denunció el año pasado por simular que dos de ellos vivían en Luxemburgo y el mayor y actual marqués de Cotoner en Suiza, cuando en realidad residían en Madrid. Les acusa de defraudar 4,89 millones entre los tres. No han querido dar su versión a este diario.

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