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Caos con los visados españoles tras su adjudicación a una empresa 'low cost' india
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Colas, esperas y oficinas fantasma

Caos con los visados españoles tras su adjudicación a una empresa 'low cost' india

Personal consular y solicitantes de visados españoles se quejan de la gestión de BLS International Services, la empresa que asumió la gestión en diciembre

Foto: Inauguración del centro de visados de Pekín gestionado por la empresa saliente, VFS Global. (EFE)
Inauguración del centro de visados de Pekín gestionado por la empresa saliente, VFS Global. (EFE)

Colas interminables, esperas que caldean los ánimos hasta requerir la intervención policial, páginas web en las que es imposible concertar una cita o que presentan tarifas contradictorias, oficinas cerradas hasta nuevo aviso… Se trata de algunas de las escenas que narran quienes han intentando sacar un visado para viajar a España desde mediados de diciembre de 2016, cuando la empresa india BLS International Services se hizo cargo de la gestión de la mayor parte de los cerca de un millón de permisos de entrada que concede al año el Ministerio de Exteriores.

El servicio, externalizado desde 2006, fue adjudicado a finales del verano pasado a una compañía salpicada por los escándalos judiciales (entre ellos, la filtración de más de 4.000 ficheros personales o el cobro de servicios no acordados) y a la que otros países han retirado la confianza en los últimos años. La propia embajada india en España, en una decisión ratificada por la Corte Suprema de Nueva Delhi, acaba de cancelar su colaboración con BLS, acusándola de incumplir los compromisos adquiridos “en un 70%”.

En el caso de España, el contrato de cinco años firmado el pasado diciembre (la adjudicación se decidió el 7 de septiembre) con el Ministerio de Exteriores asciende a 175 millones de euros anuales por dar servicio en 37 países y 53 localizaciones. El dinero, en cualquier caso, no sale de los Presupuestos Generales del Estado, sino de lo que la propia empresa recaudará cobrando las tasas de gestión de visados.

“La contrata no es la que da los visados, algo que siguen haciendo los consulados, sino que se ocupa de toda la gestión previa y posterior: atiende a agencias y personas que quieren viajar a España, recoge la documentación, toma los datos biométricos... y manda todo a los consulados, donde después nosotros decidimos si la solicitud se deniega o se concede. Hacen un trabajo muy importante en países como Rusia, con miles de turistas viajando a España cada año; o en Marruecos, con una presión migratoria fuerte”, explica una fuente consular.

En agencias de viajes y entre el personal consular consultado, se repiten quejas parecidas. BLS, lamentan, no dispone de personal cualificado ni de oficinas físicas para recibir a los solicitantes, o lo hacen en espacios improvisados (pasillos, oficinas compartidas…). En varias de las 53 localizaciones designadas ni siquiera están dando atención al público (por ejemplo, en Casablanca, Argel, Santo Domingo, Filipinas, Indonesia o Bahréin). Y en otras plazas, como Bangkok, se opera desde localizaciones temporales.

Algunas agencias están muy confusas y muchos turistas elegirán otro destino si tienen que esperar 15 días para una primera cita

Las webs para pedir cita, se quejan, están repletas de errores y algunas todavía no están del todo operativas, u ofrecen plazos de hasta 12 días de espera. "Complica la vida de la gente y obliga a organizar los viajes con mucha antelación. Algunas agencias están muy confusas y muchos turistas elegirán otro destino europeo si tienen que esperar tanto para su visado. Con la gestión anterior, se podía conseguir cita de un día para otro. El servicio que se está dando no es propio de una potencia turística como España".

En términos más generales, se destaca la “incapacidad de BLS para dar servicio y cumplir el contrato” y la “falta de experiencia con países Schengen". “Es algo realmente raro y nos tiene muy mosqueados, porque se le ha dado de un día para otro un trabajo importante a una empresa sin experiencia", destacan desde la sección de visados de un consulado.

Los más comprensivos admiten que la transición va a ser "tensa y laboriosa”, pero dan un voto de confianza a los recién llegados. "Acaban de empezar y aquí no estamos viendo nada caótico. Hay que esperar unos meses para ver cómo evolucionan". El Confidencial intentó contactar repetidas veces con BLS por teléfono y correo electrónico pero no recibió respuesta.

La decisión de dejar este trabajo en manos de la empresa india fue muy cuestionada en su día dentro del ministerio por buena parte del personal diplomático y de los trabajadores consulares, pero se acabó imponiendo por motivos fundamentalmente económicos, ya que la firma india se comprometió a cobrar 15,45 euros por visado, frente a los 20 de la adjudicataria anterior: VFS Global, empresa de origen también indio que hoy pertenece a un grupo de Dubái y a la que Sisex (sindicato mayoritario de Exteriores) reconoce "una labor extremadamente profesional" durante los años que duró su contrato.

Según un comunicado interno del propio Sisex, en la adjudicación también pesaron los intereses y recomendaciones de Indra. “Al parecer, les interesa porque hacen negocios con ellos y están implicados en la parte tecnológica del proyecto. Como son una empresa española, se les escucha con más atención”, dicen fuentes del ministerio.

Indra apoyó a BLS porque están implicados en la parte tecnológica del proyecto

A finales de septiembre, cuando se anunció que VFS Global había perdido el concurso y que BLS se encargaría de la gestión de visados, el sindicato adelantó que se iba a producir una "transición desordenada", advirtiendo sobre sus “consecuencias directas e inmediatas” para consulados, viajeros y para el sector turístico y pronosticando “una reducción del 70% de los visados emitidos”.

Desde la Oficina de Información Diplomática, aseguran que se están haciendo “todos los esfuerzos posibles para asegurar la transición y dar información al público” y recuerdan que la adjudicación se hizo mediante un “escrupuloso” concurso público. “De hecho, en el proceso administrativo hubo recursos por parte de otras dos empresas y el Tribunal Administrativo Central consideró que se habían cumplido los requisitos de solvencia económica y técnica”.

Colas interminables, esperas que caldean los ánimos hasta requerir la intervención policial, páginas web en las que es imposible concertar una cita o que presentan tarifas contradictorias, oficinas cerradas hasta nuevo aviso… Se trata de algunas de las escenas que narran quienes han intentando sacar un visado para viajar a España desde mediados de diciembre de 2016, cuando la empresa india BLS International Services se hizo cargo de la gestión de la mayor parte de los cerca de un millón de permisos de entrada que concede al año el Ministerio de Exteriores.

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