El Gobierno intenta evitar que Trillo y el Yak empañen la festividad de la Pascua Militar

El Gobierno no quiere ningún problema con la resurrección del caso del accidente del Yak-42 (de 2003), y menos en vísperas de la Pascua Militar. La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ya ha quedado con los familiares de las víctimas del accidente y ha pedido comparecer en el Congreso para dar las explicaciones que pueda pedir la oposición, aunque no tenga responsabilidad alguna en el asunto.

Además, en fuentes del Ejecutivo han recordado que Federico Trillo dejará en los próximos días su plaza en Londres, igual que los otros 71 embajadores que terminaron su mandato durante el pasado año y que no han podido ser relevados hasta ahora porque el Gobierno estuvo en funciones desde el 21 de diciembre de 2015 hasta noviembre de 2016. Una constatación que ha sido considerada por algunos familiares de las víctimas del Yak como "una humillación".

Nada más difundirse el informe del Consejo de Estado sobre el accidente del Yak-42, la reacción de Moncloa fue fulminante, unos reflejos que no tuvieron los mismos precedentes en la pasada legislatura de la mayoría absoluta cuando la oposición daba con algún caso de desgaste contra el gabinete de Rajoy, como los que afectaron a José Manuel Soria o Jorge Fernández Díaz.

Esta vez el caso (el reconocimiento de la responsabilidad patrimonial de Defensa) no afecta directamente a ningún ministro, pero sí a las tareas más urgentes del titular de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, como es la mayor renovación de embajadores de la diplomacia española en las últimas legislaturas, que prepara para el arranque del año, y de la titular de Defensa: su primera Pascua Militar.

El solemne acto castrense con el que se inicia el año militar se celebra este viernes en el Palacio Real, presidido por el Rey. Como reza su convocatoria oficial, sirve todos los años “para hacer un balance de las vicisitudes del ejercicio anterior y para marcar las líneas de acción que se desarrollarán en el siguiente. Además, se imponen las condecoraciones militares a aquellos civiles y miembros de las Fuerzas Armadas que se han hecho acreedores de ellas durante el año vencido”.

Don Juan Carlos recuperó la costumbre de celebrar la Pascua Militar en cuanto se convirtió en Rey en 1975, y llevó al Palacio Real la ceremonia correspondiente. Era una tradición heredada de los tiempos de Carlos III, de cuando el monarca ilustrado instauró la celebración en enero de 1782 después de recuperar por las armas frente a los británicos la isla de Menorca. En ese solemne acto, Cospedal tiene que intervenir ante el Rey, ahora Felipe VI, como responsable de la ejecución y desarrollo de la política de defensa del Gobierno.

Cospedal estudia el informe del Consejo de Estado

Para evitar que el caso del Yak desluciera la Pascua, la ministra llamó inmediatamente a los representantes de las víctimas del accidente y quedó en recibirlos en la próxima semana. Al mismo tiempo, en su departamento estudian el contenido del informe del Consejo de Estado para dar cumplida respuesta a sus apreciaciones, aunque el propio dictamen ya apunta que es un caso cerrado en el ámbito de los tribunales y las indemnizaciones cubiertas.

Cospedal también comunicó al Congreso que acudirá, a petición propia, a dar las explicaciones que corresponda como responsable del departamento ante las preguntas que le planteen los grupos de la oposición. José Bono ya persiguió el caso durante su etapa como ministro de Defensa (2004-2006), en clave política y contra Federico Trillo, pero el asunto del accidente se sustanció después en los tribunales, entre otros extremos con la condena del general y dos comandantes responsables de la identificación (falsa) de los restos de las víctimas.

Además de las pocas novedades que pueda aportar Cospedal sobre el asunto cuando sea citada por la Cámara, lo más probable es que para entonces, a partir de febrero, Trillo ya no sea embajador en Londres, porque en pocas semanas empezará la renovación general de los 72 representantes diplomáticos con mandato 'caducado'. El expresidente de las Cortes espera el relevo desde marzo para reintegrarse a su plaza de letrado del Consejo de Estado, el órgano consultivo donde uno de sus miembros, exministro de Felipe González y amigo de José Bono, promovió en octubre el dictamen que ahora devuelve a la actualidad el caso del Yak-42.