Botín se lleva su superyate al Caribe para que no se lo incauten por traficar con su 'picasso'

Jaime Botín está cerca de perder el Picasso valorado en 26,2 millones de euros que le incautó la Guardia Civil en julio de 2015 por sacarlo presuntamente de España sin permiso del Ministerio de Cultura, pero también podrían arrebatarle otros activos por ese episodio. El expresidente de Bankinter mantiene su lujoso yate de 65 metros de eslora fuera de aguas españolas desde hace año y medio por temor a que sea embargado por orden del Juzgado de Instrucción número 4 de Pozuelo de Alarcón (Madrid) que le investiga por un delito de contrabando, según fuentes cercanas al caso consultadas por El Confidencial. El Adix, una goleta de tres mástiles construida en 1984, ha estado fondeada durante los últimos meses en puertos de la Costa Este de Estados Unidos y hace unos días se desplazó a aguas del Caribe para hacer un tour por las Islas Antillas.

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José María Olmo

La última vez que la embarcación fue detectada en un puerto nacional fue el 11 de junio de 2015. La Sección Fiscal de la Guardia Civil lo inspeccionó en una dársena de Valencia. Pero sólo unos días después, el 30 de julio, el Servicio de Aduanas francés impidió que la tripulación desembarcara la obra 'Cabeza de mujer joven' en el puerto de Calvi (Córcega), donde ya esperaba un avión privado que debía trasladarla a un depósito franco del aeropuerto de Ginebra (Suiza) para ser subastado finalmente en Londres por la casa Christie´s. El cuadro, perteneciente al periodo Gósol del pintor malagueño, fue entregado automáticamente por Francia a la Guardia Civil y se encuentra desde entonces en los almacenes del Museo Reina Sofía de Madrid.

A juicio del Ministerio de Cultura, para que la obra pase defitivamente a formar parte del patrimonio nacional solo falta que el Tribunal Supremo ratifique una sentencia previa de la Audiencia Nacional que ya prohibió la exportación de la obra. La Ley 12/1995 de Represión del Contrabando establece que el Estado se apropiará automáticamente de todos los bienes protegidos que sean sacados irregularmente de territorio español, una circunstancia que, según Cultura y la Guardia Civil, quedó acreditada cuando el Picasso apareció en el puerto francés de Calvi. Por su parte, la defensa de Botín sostiene que el cuadro siempre estuvo a bordo del Adix, propiedad de una mercantil radicada en la isla de Guernsey y que, por tanto, no pudo ser sacado de suelo nacional porque nunca estuvo dentro.

La causa judicial podría tener graves consecuencias para el banquero, más allá de la propia pérdida de la obra. La ley prevé hasta cinco años de cárcel para los autores de un delito de contrabando pero también una multa de hasta seis veces el importe del bien exportado ilegalmente. Es decir, que además del riesgo de cárcel, Botín podría tener que afrontar una sanción de hasta 157,2 millones de euros.

Según las fuentes consultadas, parte de la multa se cubriría con la subasta del medio de transporte que utilizó el hermano del fallecido presidente del Banco Santander Emilio Botín para intentar trasladar la obra a Ginebra para subastarla. Es decir, el velero de 65 metros que navega estos días por el Caribe.

Si el Adix entra en aguas españolas su valor sería para el erario público. También abriría la puerta a que la Guardia Civil lo convirtiera en su buque escuela

En 2011 se descubrió que el ahora acusado estaba barajando deshacerse de la embarcación. Incluso llegó a ser ofrecida por el bróker Camper & Nicholsons International por un precio de 31,5 millones de dólares (30 millones de euros al cambio actual). El Adix no llegó a cambiar de manos pero el amago sirvió para obtener una tasación actualizada del buque, considerado uno de los 10 yates a vela más grandes del mundo. Fue fabricado en 1984 en Astilleros de Mallorca tomando como referencia a la célebre goleta Atlantic, botada en 1903. En 2009 sufrió una profunda remodelación en Reino Unido. Tiene capacidad para alojar a 10 invitados en lujosos camarotes y estancias para los 14 miembros que integran su tripulación.

Las fuentes consultadas precisan que la incautación del Adix seguiría un procedimiento idéntico al que se utiliza de forma mucho más frecuente en las operaciones contra el contrabando marítimo de tabaco, por ejemplo. Las embarcaciones intervenidas quedan en depósito de las Fuerzas de Seguridad hasta que se conoce la sentencia. En ese momento, en función del veredicto, los barcos se devuelven a sus propietarios o se subastan para hacer frente a la sanción económica. Si el caso se resuelve con una condena, también hay otra posibilidad: que la embarcación pase en el futuro a formar parte de los medios y recursos públicos al servicio de la lucha contra el tráfico ilegal de bienes y mercancías.

La Guardia Civil ya podría haber iniciado los trámites para que el titular del Juzgado de número 4 de Pozuelo de Alarcón ordene la localización del Adix y solicite su incautación. Pero, según las fuentes consultadas por El Confidencial, el trámite no se ha efectuado para esperar a que el velero regrese a aguas españolas. Los convenios internacionales para la recuperación de activos establecen que el valor del bien intervenido deben repartirse al 50% entre el país que ejecuta la aprehensión y el país que lo reclama. Sin embargo, si el Adix entrara en aguas españolas, su valor terminaría íntegramente en el erario público. No sólo eso. También abriría la puerta a que el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, integrado por 1.100 agentes, convirtiera la goleta en su propio buque escuela. El barco reúne una condiciones similares al Juan Sebastián Elcano, el buque de formación de la Armada.

Por si acaso, Botín mantiene su superyate lejos de España. La embarcación ha estado fondeada esta semana en el exclusivo club náutico Isle de Sol de la Isla de San Martín, un diminuto territorio de la Antillas Holandesas famoso por contar con unos de los aeropuertos mejor conectados del Caribe. Justo al lado del Adix se encuentran atracados el yate de la viuda de Steve Jobs, el T1 Venus, valorado en 100 millones de euros, y el Maltese Falcon, otro velero de 88 metros de eslora tasado en 70 millones.

El Adix llegó al Caribe procedente del puerto de la ciudad de Charleston, en Carolina del Sur, en la Costa Este de Estados Unidos. Llegó a esas aguas en octubre tras pasar una temporada fondeado más al norte, en Newport, del estado de Rhode Island.