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Rajoy invitará a empresarios y sindicatos a negociar la reforma laboral antes de tocarla
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El presidente del gobierno hace su balance anual

Rajoy invitará a empresarios y sindicatos a negociar la reforma laboral antes de tocarla

Los primeros objetivos del Gobierno son sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado y salvar las reformas de la última legislatura hábil, en especial la del mercado laboral

Foto: El líder del PP, Mariano Rajoy (c), preside la reunión del grupo parlamentario popular. (EFE)
El líder del PP, Mariano Rajoy (c), preside la reunión del grupo parlamentario popular. (EFE)

Mariano Rajoy hace este viernes su balance anual de fin de ejercicio, de los 10 meses de bloqueo y los dos últimos de Gobierno, con la vista puesta en sacar ahora adelante el proyecto de Presupuestos Generales del Estado y en salvar las reformas aprobadas en la última legislatura hábil, la primera la del mercado laboral. El Ejecutivo intentará frenar los planes de derogación del PSOE y el resto de la izquierda en el Congreso, al mismo tiempo que instará a las asociaciones empresariales y a los sindicatos a evaluar sus efectos y buscar acuerdos sobre posibles cambios.

Rajoy se saltó el año pasado la tradición del balance anual después del último Consejo de Ministros del año. Estaba en funciones después de las elecciones generales del 20-D y sin previsión alguna sobre sus posibilidades de repetir en el cargo después de hacer su primer llamamiento a constituir un Ejecutivo de gran coalición de los partidos constitucionalistas: PP, PSOE y Ciudadanos.

Después de la repetición de los comicios y de superar el 'no es no' de Pedro Sánchez, el presidente del PP logró su reelección para seguir en La Moncloa y un remedo de acuerdo parcial a dos bandas, con la gestora de los socialistas y con Albert Rivera, para arrancar la legislatura. Rajoy volverá sobre todos esos acontecimientos para hacer un repaso que culmina en los acuerdos con el PSOE para subir impuestos (el de sociedades y los especiales), el llamado techo de gasto y la subida del salario mínimo interprofesional.

Mariano Rajoy, optimista

El retraso en formar gobierno después de las elecciones generales del 26 de junio, cuatro meses, ha hecho imposible preparar el proyecto de Presupuestos para 2017. La prórroga automática de los del pasado ejercicio entrará en vigor el domingo, pero Rajoy se ha ocupado de tener pactadas las medidas complementarias imprescindibles antes de terminar el año. Sólo deja fuera la subida salarial de los funcionarios como un recurso de presión ante el resto de los partidos para que faciliten a partir de enero la tramitación del proyecto de presupuestos.

Según fuentes del PP, los mensajes de Rajoy abundarán sobre esos asuntos: enésima llamada a la negociación y a la responsabilidad de los demás grupos para que apoyen el proceso de recuperación económica y creación de empleo con el apoyo a los nuevos Presupuestos. También se esperan en los mismos medios otro velado recordatorio de que si vuelve el bloqueo político o a la oposición se le va la mano con las iniciativas de contrarreformas, habría que dar por terminada la legislatura. A partir del 3 de mayo Rajoy tendrá en su mano la posibilidad de disolver las Cámaras y convocar nuevos comicios.

En el PP están convencidos de que los socialistas necesitan tiempo para reconstruir su proyecto, elegir nuevo secretario o secretaria general y esperar a que Podemos de desinfle antes de presentarse a otras elecciones. Y en ese supuesto basan su teoría de que la legislatura puede ser complicada por los pactos, pero más larga de lo previsto y que el PSOE tensará la cuerda siempre, pero sin caer de nuevo en el bloqueo. En el grupo socialista rezan para que el PNV apoye los Presupuestos para no tener que hacerlo ellos a última hora.

Lo peor en estos dos últimos meses para el Gobierno en precario por sus 137 diputados en un Congreso de 350 miembros son las coincidencias de los demás partidos a la hora de proponer derogaciones de las reformas que el PP aprobó entre 2012 y 2015. Han encarrilado la aplicación de la Lomce con las llamadas al pacto y han vetado hasta una docena de iniciativas parlamentarias de contrarreforma, aumento de gastos o reducción de ingresos como las tasas judiciales.

De entrada, el Gobierno quiere salvar la reforma laboral, pero no sólo en el trámite parlamentario que ha abierto el PSOE con el apoyo del resto de la izquierda y la abstención de Ciudadanos. Según fuentes del PP, el Gobierno intentará a partir de enero, con las Cortes de vacaciones, que sean los sindicatos y las asociaciones empresariales quienes empiecen a hablar de cambios en la legislación vigente.

En el Ejecutivo insisten en que deben salvar el grueso de las medidas tomadas en su día para flexibilizar el mercado de trabajo y ganar productividad porque han sido útiles para crear empleo. Volver al marco que dejó José Luis Rodríguez Zapatero sería un retroceso en la creación de empleo, reiteran.

Llegada la hora de la verdad en el Congreso y ante la posibilidad de que el PSOE se empeñe en devolver a los sindicatos su antiguo papel preeminente en la negociación, en el Grupo Popular dan por hecho que Ciudadanos tendrá que mojarse en favor de la reforma vigente, igual que el PNV, aunque sólo sea para quedar bien con sus "promotores".

Mariano Rajoy hace este viernes su balance anual de fin de ejercicio, de los 10 meses de bloqueo y los dos últimos de Gobierno, con la vista puesta en sacar ahora adelante el proyecto de Presupuestos Generales del Estado y en salvar las reformas aprobadas en la última legislatura hábil, la primera la del mercado laboral. El Ejecutivo intentará frenar los planes de derogación del PSOE y el resto de la izquierda en el Congreso, al mismo tiempo que instará a las asociaciones empresariales y a los sindicatos a evaluar sus efectos y buscar acuerdos sobre posibles cambios.

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