Rajoy se declara esperanzado por el arranque de una legislatura "de oportunidades"

Mariano Rajoy se ha reunido con la dirección del Grupo Popular en el Congreso, más para preparar el balance de arranque de la legislatura que expondrá el próximo viernes que para arengar a sus miembros. El presidente del Gobierno ha insistido en que pese a la complejidad del panorama parlamentario (137 escaños del PP en una Cámara de 350), empieza una legislatura “de oportunidades” si todos los partidos se esfuerzan en la negociación y el acuerdo y dejan al margen el sectarismo.

Según el portavoz de los populares, Rafael Hernando, el jefe del Ejecutivo ha calificado los inicios de esta XII legislatura como un comienzo de curso parlamentario “esperanzador y constructivo”. Se refería Rajoy al pacto de investidura suscrito por el PP con Ciudadanos y Coalición Canaria y a los acuerdos sobre el llamado techo de gasto y el nuevo reparto de los objetivos de déficit de las autonomías suscritos con los socialistas.

2017, un año de acuerdos

La esperanza del presidente del Gobierno en sacar adelante el proyecto de Presupuestos Generales del Estado se basa también en los primeros pasos hacia el consenso alcanzados en otros asuntos económicos este mes que termina: la reforma de la LOMCE, las conversaciones abiertas sobre el futuro de las pensiones o la subida del salario mínimo interprofesional. “El próximo año, 2017, puede ser un año de acuerdos -ha comentado Hernando en nombre de su jefe- siempre y cuando nadie insista en esconderse tras la pancarta y el eslogan; y si lo logramos serán tiempos de oportunidades y esperanza".

El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, ha aprovechado para aclarar que ante las próximas negociaciones sobre los Presupuestos Ciudadanos será “socio preferencial”, aunque el PP intentará también sumar al acuerdo a los socialistas.

Después de la reunión con la dirección de los diputados de su partido, escoltado por Hernando y José Antonio Bermúdez de Castro, Rajoy se ha dirigido a tomar el aperitivo, a pie por la calle de San Jerónimo y después por la de San Agustín hasta el bar de su mismo nombre de pila: Mariano.