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PP, C's y PSOE cierran filas con el Rey entre duras críticas de Podemos y los nacionalistas
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PP, C's y PSOE cierran filas con el Rey entre duras críticas de Podemos y los nacionalistas

Los llamados partidos constitucionalistas aplaudieron las palabras de Felipe VI, "por mirar al futuro" y defender "la convivencia" mientras Podemos criticó "haber olvidado" a muchos españoles

Foto: El rey Felipe VI pronuncia el tradicional mensaje de Navidad, el tercero desde que relevó a su padre, Juan Carlos, al frente de la jefatura de Estado. (EFE)
El rey Felipe VI pronuncia el tradicional mensaje de Navidad, el tercero desde que relevó a su padre, Juan Carlos, al frente de la jefatura de Estado. (EFE)

El discurso navideño de Felipe VI, que dejó a un lado las cuestiones políticas para centrarse en los asuntos sociales y en las claves para el futuro de la sociedad española (educación y tecnología), causó por tercer año consecutivo división de opiniones entre las distintas formaciones. PP, PSOE y Ciudadanos, enarbolando la bandera de partidos constitucionalistas, cerraron filas en torno al Rey, respaldando el contenido de su declaración, mientras que Podemos y los nacionalistas de Esquerra Republicana mostraron feroces críticas al percibir un discurso “atemporal” que “olvida a gran parte de los españoles”.

De hecho, en el caso del partido encabezado por Pablo Iglesias, varios de sus dirigentes reaccionaron de forma casi inmediata a las palabras del Rey a través de las redes sociales dejando clara su posición: anodino e inapropiado para el momento actual. Íñigo Errejón abrió la veda tachándolo de directamente de “atemporal” e incidió en que “el patriotismo no son palabras vacías” sino “rescatar a las familias castigadas por la crisis y construir un país que no deje a nadie atrás”. El número dos de Podemos aprovechó además para destacar lo que Felipe VI no dijo: “Algún día tendremos un jefe del Estado elegido democráticamente que diga que hemos de combatir un drama nacional llamado violencia machista”.

En la otra cara de la moneda, el vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, respaldaba en la sede del partido en Barcelona en la mañana del día de Navidad el contenido del discurso, “con el que estamos de acuerdo” y justificó la ausencia de algunos temas a diferencia de los de Podemos. “Somos conscientes de que en un mensaje de unos minutos no cabe todo. No hubo muchas referencias a la corrupción o a las reformas que debe acometer nuestro país. Pero los temas que se trataron fueron fundamentales”, afirmó el número dos de Albert Rivera.

Iglesias, por su parte, suscribió las palabras emitidas por su secretario de organización, que reprochó al monarca “haber dejado fuera a millones de españoles”. Pablo Echenique criticó además que el discurso de Felipe VI “lo podría haber escrito igual el presidente del Gobierno” y que “el único reconocimiento a la obvia plurinacionalidad” fuera “saludar en cuatro idiomas”. Precisamente, el dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián, se mostró especialmente crítico, como en anteriores ediciones, y no dudó en cargar con dureza contra las palabras del Rey.

Lo hizo en la misma Nochebuena a través de su perfil de Twitter con continuas referencias a “la familia” -mostrando una fotografía de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina o del rey emérito en uno de sus viajes a Arabia Saudí- e incluso publicó una carta abierta al Rey para “hacer puntualizaciones por alusiones”. Así, Rufián lanzó un alegato en defensa de Carme Forcadell y el desafío soberanista catalán, “una urna no separa ni divide” frente a la idea de “divide y separa ver a Forcadell en las puertas de un juzgado por ser independentista y a Urdangarin en la playa por ser quien es”. Y concluyó en la idea que su partido defiende nítidamente: “Hay quien defiende una votación refrendada por un rey y hay quien defiende una votación refrendada por el pueblo de Catalunya”.,

Versión muy distinta sobre esta cuestión fue la defendida por el vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Casado, que afirmó “a buen entendedor, pocas palabras bastan” y aplaudió el “mensaje claro” trasladado a juicio del partido del Gobierno por el Rey: “El mensaje de unidad y ambición nacional frente a los que quieren dividir y anteponer intereses partidistas”. Casado señaló las palabras de Felipe VI que hicieron mención expresa a “dar cumplimiento a la ley”, porque vulnerarlas solo lleva, en primer lugar, a tensiones y enfrentamientos “estériles” que no resuelven nada y, después, al “empobrecimiento moral y material de la sociedad”.

Los socialistas valoraron positivamente que el Rey hiciera hincapié “en lo que nos une” y en “mantener el respeto a la diversidad y a las distintas opiniones”. El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, alabó ademas un discurso “con mayor contenido social que político” y con continuas referencias al “problema de la desigualdad”, primera urgencia que hace falta resolver para que se produzca “la consolidación enconómica”. Además, en línea con el PP y, sobre todo, con Ciudadanos, Hernando señaló un discurso navideño “mirando al futuro más que al pasado” y señalando el papel fundamental que juega además de la educación, la investigación, en este sentido.

Justamente, José Manuel Villegas también aplaudió a Felipe VI por resaltar esa cuestión relativa a la educación y la tecnología -por primera vez el Rey dedicó gran espacio de los doce minutos de su discurso a estos temas insistiendo en que “ya no estamos ante una mera revolución tecnológica”- y puso el foco en que esta será “la legislatura del acuerdo y el consenso en la educación para nuestro país”. De la misma forma, el partido del Gobierno afirmó que el monarca “hizo una recapitulación del pasado reciente”, una “apelación al presente” con la necesidad de diálogo y unidad; y, sobre todo, “mostró una ambición futura, con referencias a la educación y al papel de nuestros jóvenes”.

El discurso navideño de Felipe VI, que dejó a un lado las cuestiones políticas para centrarse en los asuntos sociales y en las claves para el futuro de la sociedad española (educación y tecnología), causó por tercer año consecutivo división de opiniones entre las distintas formaciones. PP, PSOE y Ciudadanos, enarbolando la bandera de partidos constitucionalistas, cerraron filas en torno al Rey, respaldando el contenido de su declaración, mientras que Podemos y los nacionalistas de Esquerra Republicana mostraron feroces críticas al percibir un discurso “atemporal” que “olvida a gran parte de los españoles”.

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