Rajoy ordena a los dirigentes del PP hacer caso omiso a las críticas de Aznar

Mariano Rajoy ha ordenado a los dirigentes del PP evitar la confrontación pública con José María Aznar después de las críticas de Faes a Soraya Sáenz de Santamaría por cuestionar la respuesta de los populares frente al Estatuto catalán. "Ya no tiene relación alguna con el partido", es la respuesta oficial repetida por los miembros de la dirección para recordar la ruptura de relaciones con la fundación. El Gobierno mantiene su operación de mano tendida y oferta de diálogo a la Generalitat catalana, pese a la falta de receptividad de los nacionalistas y al hecho de que incluso elevan el tono para mantener su desafío secesionista.

El análisis difundido por Faes incluía además dos acusaciones contra el equipo de Rajoy: una genérica por actuar, a su juicio, acomplejada frente a la izquierda y otra de detalle por subir impuestos en vez de recortar el gasto del Estado. El presidente del Gobierno dejó claro desde primera hora que no quería manifestaciones públicas por ninguna de las opiniones expresadas por la antigua fundación vinculada al partido, aunque no dejaran de ser una enmienda a la totalidad de los primeros pasos del Ejecutivo de Rajoy.

Santamaría, señalada con nombres y apellidos en el texto de Faes, asintió a las indicaciones de su jefe y eludió responder a las críticas personales de Aznar, quien se encuentra fuera de España estos días. En medios de Faes recuerdan que la ahora vicepresidenta del Gobierno era responsable del área de política autonómica de la dirección del PP cuando el partido decidió rechazar y recurrir el nuevo Estatuto catalán que impulsaron José Luis Rodríguez Zapatero y Pasqual Maragall.

En fuentes de La Moncloa se limitan a reafirmarse en que el Gobierno está obligado ahora a buscar el diálogo con la Generalitat, al margen de la magnitud de su desafío al marco constitucional, aunque solo sea, como reza el argumentario oficial, "por defender los intereses generales de los catalanes y el conjunto de los españoles".

Los mensajes de Faes no han tenido, de momento, eco alguno entre los dirigentes del PP. Rajoy salió muy reforzado en el orden interno de las últimas elecciones generales, las repetidas del 26-J. Además, las crisis en el PSOE, en Podemos y en Ciudadanos le han servido después para reforzar su autoridad dentro de la organización. Nadie se mueve en su contra, y menos cuando quedan cargos que cubrir y está en puertas la celebración del XVIII Congreso Nacional del partido, convocado para febrero y que se prevé de absoluta continuidad.

El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, fue el único miembro de la dirección autorizado para comentar las críticas de la fundación de Aznar; y lo hizo para sostener que no eran "compartidas" y que se habían hecho "desde fuera del partido". No obstante, el número tres de los populares dejó claro su apoyo a Santamaría y al empeño del Gobierno en dialogar con la Generalitat.

Pero como presidente de honor, el exjefe del Ejecutivo sigue teniendo puesto en la dirección del mismo y como tal puede asistir a la gran asamblea de febrero. No obstante, ni en Génova ni en Faes saben aún qué papel puede tener Aznar en ese congreso ni si querrá asistir.