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El temporal frustra el 'desembarco' de Díaz en los actos del Día de la Constitución
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38º ANIVERSARIO DE LA CARTA MAGNA EN EL CONGRESO

El temporal frustra el 'desembarco' de Díaz en los actos del Día de la Constitución

La presidenta andaluza se queda en Sevilla para seguir la evolución de los daños. El PSOE proclama que ha llegado la hora de una reforma"consensuada y bien medida", "sin miedo y con ilusión"

Foto: Susana Díaz visita por segundo día consecutivo los lugares afectados por las inundaciones. En la imagen, en San Roque, Cádiz, este 5 de diciembre. (EFE)
Susana Díaz visita por segundo día consecutivo los lugares afectados por las inundaciones. En la imagen, en San Roque, Cádiz, este 5 de diciembre. (EFE)

Susana Díaz no será una de las protagonistas de la celebración de los 38 años de la Constitución en Madrid. Podría haberlo sido: Pedro Sánchez fuera de la secretaría general y del Congreso; un presidente de la gestora, Javier Fernández, renuente a convertirse en el centro de atención mediática, y una jornada marcada seguramente por un debate en el que el PSOE andaluz quiere sacar nota, la reforma de la Carta Magna. Pero a la presidenta de la Junta se le cruzaron unas terribles inundaciones en su comunidad, que han acabado con la vida de dos personas y cuantiosos daños en infraestructuras y bienes públicos y privados. Díaz finalmente no se desplazará a la capital, a los actos conmemorativos en el Congreso, para quedarse en Andalucía y seguir de primera mano la evolución del temporal más dañino de los registrados en la región en las dos últimas décadas. Una cancelación de última hora que vendría a probar lo difícil que puede resultarle compaginar la jefatura del Gobierno autonómico con el liderazgo del PSOE, en caso de que opte a la secretaría general y venza.

Díaz suele acudir a la mayoría de actos institucionales en Madrid. Al Doce de Octubre o al aniversario de la Constitución. No solo porque presida la comunidad más poblada de España, sino porque sabe que son una oportunidad para apuntalar su perfil nacional. Y en el caso de la ceremonia del 6 de diciembre, tendría fácil colar su mensaje, por la expectación mediática en torno a ella a su llegada y porque al discurso de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, le sigue un cóctel en el que los periodistas departen con los políticos en corrillos, conversaciones informales que luego son carne de titular. Ocurrió hace dos meses, justo tras la defenestración de Sánchez como secretario general, y también hace un año, cuando España acababa de arrancar la campaña electoral del 20-D. Díaz marcó de nuevo territorio frente al secretario general en sus breves declaraciones a la prensa en la Cámara Baja, y tras las palabras del entonces presidente del Congreso, el popular Jesús Posada, se marchó, sin entretenerse con los informadores.

La cancelación de última hora probaría lo difícil que Díaz podría tener la combinación de su papel como jefa de la Junta y de secretaria general del PSOE

La jefa de la Junta tenía también previsto acercarse este martes a la capital, y así lo había confirmado su equipo el pasado viernes, cuando ella protagonizó un doble acto en Madrid —uno de partido y otro de carácter más institucional— con el que intentar realzar su perfil social y cultural. Pero los planes empezaron a tambalearse anteayer, cuando las lluvias torrenciales hicieron estragos en Málaga y Cádiz y se llevaron por delante dos vidas. Díaz se desplazó a la zona afectada tanto el domingo como el lunes. Hoy, martes, tiene previsto quedarse en Sevilla siguiendo la evolución de los daños del temporal.

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Fernández, Vara y Page el 6-D

En Madrid, la representación socialista en el Congreso estará encabezada por el presidente de la gestora, el asturiano Javier Fernández, y por los jefes de los ejecutivos de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Los tres ya confirmaron asistencia, y también los presidentes de Madrid y Galicia, Cristina Cifuentes y Alberto Núñez Feijóo, ambos del PP. Fernández tiene previsto hacer declaraciones a los medios a su llegada a la carpa instalada en el patio de la Cámara Baja.

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El responsable de la cúpula provisional, con toda seguridad, reafirmará el compromiso del PSOE por la modificación de la Carta Magna. Una reforma "consensuada" y "bien medida para un nuevo largo periodo de convivencia, con el objetivo fundamental de garantizar el progreso, la paz social, la estabilidad política y la solidaridad territorial para las generaciones vivas y las futuras generaciones de españoles". "El tiempo para la reforma constitucional ha llegado", proclama en su manifiesto por el Día de la Constitución, lanzado este lunes [aquí en PDF]. La revisión del pacto de 1978 ha de servir, para los socialistas, para "proteger y garantizar suficientemente el Estado del bienestar", "fortalecer y ampliar" derechos, "modernizar y mejorar la calidad democrática" y de las instituciones, reforzar la articulación con la UE y para "mejorar la estructura y el funcionamiento de nuestro modelo territorial en un sentido federal, fortaleciendo simultáneamente la unidad del Estado, el autogobierno de las comunidades y el respeto e integración democrática de la diversidad de la España plural".


El PSOE se dice dispuesto a "levantar la bandera de las reformas y la bandera de los consensos", inclinado al "diálogo, a tender puentes en lugar de levantar muros". Los socialistas afrontan así la "necesaria" modificación de la Constitución "sin miedo, con ilusión y con esperanza", porque actualizarla es "el único modo de dotarla de un nuevo rigor", sin que el cambio suponga "deslegitimar" el texto de 1978.

El PSOE se dice dispuesto a "levantar la bandera de las reformas y de los consensos", inclinado al "diálogo, a tender puentes en lugar de levantar muros"

El manifiesto fue enviado por Ferraz, pero también el PSOE andaluz quiso hacer que su apuesta por la reforma también es inequívoca. El número dos de Díaz, Juan Cornejo, informa Efe, urgió a los partidos a abordar la modificación de la Carta Magna "sin inmovilismo ni destrucción". O sea, lejos de las posiciones del PP y de Podemos.

Foto: José Luis Rodríguez Zapatero, Elena Valenciano, Felipe González, Alfredo Pérez Rubalcaba, Susana Díaz y Javier Fernández, en la conferencia política del PSOE de noviembre de 2013. (EFE)

Según el barómetro de noviembre del CIS [aquí en PDF], publicado este lunes, el 37,3% de los ciudadanos está conforme con el sistema institucional actual. Un 18,5% desearía un único Estado sin autonomías, y otro 9,7% prefiere que las comunidades tengan menos poder. Otro 13,5% optaría por que aumentaran sus competencias. Entre los que recuerdan haber votado al PSOE el 26-J, el 48,9% se inclina por mantener el statu quo, otro 12,4% quiere más poder para las CCAA y un 15,6% se decanta por una centralización total.

La comparación con Italia

A los socialistas no les tiemblan las piernas tras el batacazo de Matteo Renzi en Italia, al ser derrotada su propuesta de reforma constitucional por un 59,1% de los votos y verse obligado a presentar su dimisión como primer ministro. No consideran que la realidad nacional sea trasplantable de un país a otro, ni tampoco sus sistemas legales. "Aquí la propia Constitución está muy blindada, y exige unas mayorías muy reforzadas para aprobar cualquier cambio en el Parlamento, y si las Cortes no lo sancionan, el nuevo texto no pasa a referéndum. Renzi estuvo obligado a convocarlo porque no reunió las mayorías suficientes en las dos Cámaras", recuerda a este periódico la eurodiputada Elena Valenciano, que como número dos del PSOE durante la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba impulsó el acuerdo dentro del partido que alumbró la 'Declaración de Granada' de 2013.

El PSOE entiende que no tiene nada que ver el revés sufrido por Renzi con la suerte de una revisión de la Carta Magna en España: los sistemas son distintos

La dirigente remarca que en Italia no se ha producido la victoria del populismo o del 'establishment' frente al pueblo, básicamente porque parte del estamento político había defendido el no. La derrota de Renzi es achacable a un "exceso de confianza". "No creo que el resultado pueda interpretarse en clave de populismo. Ha sido el fracaso de una posición que probablemente era muy razonable, pero que el primer ministro no supo defender con suficiente eficacia, asociándose él personalmente al resultado", aseguraba por la mañana en RNE. La consulta se convirtió así en un plebiscito sobre la gestión del líder del Partido Democrático, que había aterrizado al Palazzo Chigi —sede del Gobierno— en febrero de 2014 sin haber pasado el examen de las urnas. "Es verdad que hay una corriente en poder en toda Europa, pero es importante tener en cuenta que parte del poder italiano estaba en el no. Renzi quizá ha ido demasiado lejos y estaba demasiado solo", añade Valenciano.

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El PSOE cree que la única solución al atasco institucional es una reforma de la Carta Magna que sea aprobada por una mayoría amplísima, y que tenga el carácter de un pacto similar al que se forjó en 1978. Cornejo, de hecho, advertía durante su comparecencia de que sería "temerario" ir con "números ajustados" a un referéndum. Y la garantía son las mayorías cualificadas que impone la Constitución: de dos tercios de cada Cámara para los cambios que afecten al Título II (el dedicado a la Corona) y parte del preliminar, el que detalla los derechos más protegidos, y de tres quintos de Congreso y de Senado para el resto del articulado.

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"No podemos tener miedo escénico —defiende el portavoz socialista en la Comisión Constitucional, el catedrático andaluz Gregorio Cámara— porque ni siquiera se han abierto conversaciones. El primer paso es el que proponemos nosotros: poner en marcha una subcomisión de estudio que perimetre el ámbito de la reforma. Y a partir de ahí ir debatiendo. Los tiempos son largos. Pensar a uno o dos años vista es complicado". La cúpula socialista ya se huele que el PP se agarrará a la experiencia italiana para no comenzar la discusión, pero entiende que eso es una mera "excusa" y que hay que afrontar el debate de modo "valiente".

Iceta y Puig piden al PP que abra la negociación para la revisión del texto de 1978

Miquel Iceta viajó a Sevilla para entrevistarse con Susana Díaz hace dos semanas. Este lunes se desplazó a Valencia, para reunirse con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Ambos coincidieron en presionar a Mariano Rajoy para que abra las negociaciones para la "necesaria" reforma constitucional. 

Iceta advirtió al líder del Ejecutivo de que no hace falta esperar a que pase el congreso del PSOE para abordar este asunto, pues los socialistas "tienen los deberes hechos", y se plasman en la 'Declaración de Granada', cuya vigencia ratifican los dos partidos hermanos. "Conviene que el PSOE sea capaz de arrastrar al PP a una posición reformista y valiente, que es más urgente en Cataluña por la deriva independentista, y en este aspecto la posición de la Generalitat valenciana es una referencia para nosotros", afirmó el primer secretario.

"Para Rajoy, puede esperar todo, pero si no empezamos a movernos se nos pasará el arroz", convergió Puig. Para el presidente valenciano, no debe pesar lo ocurrido en Italia. "La actualización de la Constitución es necesaria en lo relativo a Europa y otros derechos, y ese trabajo hay que hacerlo sosegadamente, pero ya. Va a ser necesario un consenso básico y no podemos mirar hacia otro lado pensando que no existe el problema", concluyó Puig, informa Efe. 

El líder del PSC, en declaraciones a este periódico, mostró su confianza en que el PSOE no detendrá sus planes por el revés sufrido por Matteo Renzi, ni cree que las situaciones de España e Italia sean análogas: "Hay que buscar consensos, acuerdos muy amplios, trabajar con tiempo y bien. En el PSOE está claro el camino, pero para eso también hay que lanzar señales, y el PP ya no tiene mayoría para bloquear la reforma". 

Susana Díaz no será una de las protagonistas de la celebración de los 38 años de la Constitución en Madrid. Podría haberlo sido: Pedro Sánchez fuera de la secretaría general y del Congreso; un presidente de la gestora, Javier Fernández, renuente a convertirse en el centro de atención mediática, y una jornada marcada seguramente por un debate en el que el PSOE andaluz quiere sacar nota, la reforma de la Carta Magna. Pero a la presidenta de la Junta se le cruzaron unas terribles inundaciones en su comunidad, que han acabado con la vida de dos personas y cuantiosos daños en infraestructuras y bienes públicos y privados. Díaz finalmente no se desplazará a la capital, a los actos conmemorativos en el Congreso, para quedarse en Andalucía y seguir de primera mano la evolución del temporal más dañino de los registrados en la región en las dos últimas décadas. Una cancelación de última hora que vendría a probar lo difícil que puede resultarle compaginar la jefatura del Gobierno autonómico con el liderazgo del PSOE, en caso de que opte a la secretaría general y venza.

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