Besos a cámara y risas: la actitud de los supuestos violadores de San Fermín

Las imágenes de la supuesta violación que un grupo de sevillanos realizó a una chica durante los Sanfermines, nunca vistas hasta ahora, podrían revelar a las autoridades información muy relevante para la investigación del caso. 'El Programa de Ana Rosa', de Telecinco, ha tenido acceso a este contenido donde 'el Militar' aparece riéndose; el conocido como 'el Lobo' lanza besos a la cámara mientras la joven le realiza una felación; y 'el Prenda' gesticula con el rostro.

El documento se conoce después de que se publicaran las declaraciones de algunos de los presuntos violadores. 'El Prenda', uno de ellos, afirmó que la joven participó voluntariamente del encuentro sexual grupal y que incluso era ella “la primera que estaba como mandando callar a todos, como diciendo 'no vamos a hacer jaleo para que no se den cuenta los vecinos”. De haber sido descubiertos, tal y como se dice en el vídeo de Telecinco, hubieran tenido que vestirse, puesto que todos los implicados estaban desnudos de cintura para abajo.

“Mis amigos empiezan a bajarse los pantalones y, mientras que a mí me hace la felación, empieza ella a masturbar con una mano a uno y con la otra a otro”, declaró el conocido como 'el Militar'. La grabación del encuentro sexual, llevada a cabo por el guardia civil investigado, recoge sexo explícito. La joven siempre aparece con los ojos cerrados, aunque los miembros de 'la Manada' –como así se hacía llamar el grupo de presuntos violadores– aseguran que los momentos de intimidad fueron consentidos.

De hecho, 'el Militar' confirma cierto diálogo con la joven durante su declaración ante el juez: “Le pregunté yo a ella que si le gustaba hacer el 'beso negro' y me dijo que sí. Le dije que me lo hiciera. Bueno… me lo hizo y José Ángel 'Prenda' le dijo que se lo hiciera a él también”.

La declaración de la víctima

Los implicados aseguran que la chica siempre consintió las escenas sexuales, aunque ella se defiende diciendo que en el portal –sito en la calle Tafalla número 5– fue rodeada por los cuatro, la tiraron al suelo, le quitaron el sujetador y le sujetaron la boca para que les hiciera una felación. Según su testimonio, no pudo zafarse ni gritar porque “el chico del reloj” le tapaba la boca continuamente.

“Me obligaron a hacer una felación a cada uno y luego me penetraron los cuatro (…) Mientras uno me agarraba por la cadera, otro me estaba cogiendo por el cuello. Yo estaba bloqueada. Cuando terminaron, se fueron de allí corriendo”, ha asegurado la chica, de 19 años. Después, la joven contó lo sucedido a un grupo de chicos que llamó al 112 para alertar de la supuesta violación.