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Ferraz acoge con recelo el acuerdo de PSE y PNV a la espera de conocer el contenido
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LA INVESTIDURA DE IÑIGO URKULLU, EL JUEVES

Ferraz acoge con recelo el acuerdo de PSE y PNV a la espera de conocer el contenido

La gestora deja ver una cierta incomodidad al admitir que no sabe los detalles del pacto y que no se pronunciará hasta tener el texto en sus manos. La federación vasca subraya que no hay "nada raro"

Foto: Iñigo Urkullu y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, con la líder del PSE, Idoia Mendia, y su número dos, Miguel Ángel Morales, el pasado 3 de octubre en Bilbao. (EFE)
Iñigo Urkullu y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, con la líder del PSE, Idoia Mendia, y su número dos, Miguel Ángel Morales, el pasado 3 de octubre en Bilbao. (EFE)

Acogida entusiasta no la hubo. Para nada. Más bien lo contrario. Sorprendentemente fría y prudente. Ferraz respalda el entendimiento del Partido Socialista de Euskadi (PSE) con el PNV, pero no quiere pronunciarse sobre el cierre del acuerdo de las dos formaciones que supondrá su reencuentro en el Gobierno vasco después de más de 18 años. Y no quiere hacerlo, en síntesis, porque no lo conoce. En la gestora del PSOE, liderada por el asturiano Javier Fernández, prefieren no hablar ni de "anomalías", ni de malos rollos con el PSE, una federación muy ligada a Pedro Sánchez. Lo cierto es que la negociación se ha conducido desde Euskadi. Sin que Madrid tuviera arte ni parte, aunque sí estuviera informada del último tramo de las conversaciones.

PNV y PSE lanzaron este domingo sendos comunicados calcados en los que confirmaron el cierre de un "preacuerdo programático y de estructura de gobierno", que ambos partidos someterán este lunes a sus respectivos máximos órganos de dirección, la asamblea jeltzale y el comité nacional socialista. Ese pacto implica que el candidato peneuvista y lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, será reelegido el jueves por el Parlamento de Vitoria en segunda votación y por mayoría simple, con los 28 votos de su partido y los nueve del PSE.

El PSE no ha remitido el documento a Ferraz porque aún está perfilándose la estructura del Gabinete, en el que gestionará tres consejerías de un Ejecutivo mayor

Las notas de los dos partidos nada anticipaban del contenido. El documento íntegro del pacto, que firmarán el martes Urkullu y la líder de los socialistas vascos, Idoia Mendia, se conocerá este lunes. Tampoco ese texto obra en poder de Ferraz aún. Fuentes próximas a la secretaria general explicaban ayer domingo que no está rematado al cien por cien, porque hay flecos que están "ultimándose", como la estructura definitiva del nuevo Ejecutivo, que en principio podría con 11 consejerías (ocho tenía el Gabinete saliente) más el lehendakari, tres en manos del PSE. Los socialistas gestionarán, en principio, algunas competencias de infraestructuras (como medio ambiente y vivienda), trabajo y parte de industria (como turismo). Ni Mendia ni su secretario de Organización, Miguel Ángel Morales, los dos dirigentes que han pilotado las negociaciones, entrarán en el Gabinete, porque ambos se centrarán en reflotar a un partido que cosechó los peores resultados de su historia en las elecciones autonómicas del 25 de septiembre: solo nueve escaños (los mismos que el PP) y un raquítico 11,94% de los votos.

Alianza entre el PNV y el PSE para gobernar en Euskadi

"No busquemos tres pies al gato"

El grueso del programa se cerró el pasado viernes entre la delegación socialista y la del PNV, que además de Urkullu contaba con el concurso del presidente del partido jeltzale, Andoni Ortuzar. El texto tiene como ejes el empleo y el desarrollo económico, los servicios públicos, la paz y la convivencia y el autogobierno de Euskadi. Del documento, que ronda "las 60 páginas", según el PSE, no conoce los detalles el presidente de la gestora del PSOE. Y eso fue lo que precisamente trasladó el portavoz de la cúpula interina, el andaluz Mario Jiménez, en un comunicado: tras resaltar que los socialistas "siempre han considerado de manera positiva el entendimiento y el diálogo en el País Vasco con el nacionalismo moderado que representa el PNV", precisa que la dirección "se pronunciará oficialmente sobre el acuerdo una vez conozca su contenido y alcance".

Foto: Imagen de archivo de una reunión entre el lehendakari, Iñigo Urkullu, y la líder del PSE, Idoia Mendia. (EFE)

La nota emitida por Ferraz ya era suficientemente reveladora. Cuidaba las formas, pero dejaba traslucir un cierto malestar y un desconocimiento del pacto de la federación vasca con el PNV. "No es nos mosqueemos. Sí decimos que nos pronunciaremos sobre el acuerdo cuando lo conozcamos. Por ahora no podemos tener elementos de juicio. No sabemos las carteras, no sabemos cómo quedará. No es una anomalía no enterarnos. Lo normal es que cuando se firma y se ultima el acuerdo se comparta —asegura un alto mando de la gestora—. Una negociación es siempre un proceso arduo y difícil, y quizá hay cosas pendientes. Pero no busquemos tres pies al gato. Estamos seguros de que el acuerdo no se va a salir del entorno de las resoluciones congresuales del partido ni habrá nada sensible en el texto".

El pacto recoge la profundización del autogobierno a través de la reforma estatutaria. El PSE defiende Euskadi como nación, pero en un sentido cultural

Fuentes próximas tanto a Mendia como a Fernández admiten que ambos hablaron el pasado viernes y ayer mismo. Pero el documento no ha llegado a Ferraz porque "no está acabado". "Javier sabe las líneas generales, no las medidas concretas, que estábamos en negociaciones con los nacionalistas y que no vamos a hacer locuras. Aquí nos hemos jugado la vida [frente a ETA] y somos gente seria, de garantías, y la relación con la gestora es fluida", advierte un alto responsable del PSE.


La cuestión más sensible para Madrid, y la que con seguridad mirará con lupa, es cómo se plasma el dilema sobre la mejora del autogobierno. En el entorno de Mendia subrayan a este periódico que el PSE jamás apoyará el derecho a decidir —la federación vasca, de hecho, amonestaba al PSC cuando lo defendía—, aunque no rechaza el término "nación" si se entiende no desde el punto de vista político, sino cultural, histórico o lingüístico. El documento, indicaban las mismas fuentes, se limitará a remitir a la apertura de una ponencia sobre la reforma del Estatuto de Gernika de 1979, en la que cada partido defenderá sus posiciones (los socialistas, la configuración federal). En la pasada legislatura, también se abrió una comisión de estudio específica, pero los trabajos concluyeron sin un acuerdo de mínimos entre los partidos.

El PSE reivindica su autonomía

"No haremos ningún estropicio, y no vamos a salirnos del marco de la Constitución. Pero insistimos, Javier ha estado informado de los avances y no ha habido ningún problema. Que nadie busque cinco pies al gato", rubrican en el aparato del PSE, donde reivindican la autonomía de la federación para trenzar sus pactos postelectorales. "Susana [Díaz] pactó con Ciudadanos y nadie dijo nada. Y Javier Lambán y Emiliano García-Page lo hicieron con Podemos, y nadie les dijo nada. O Ximo Puig, con Podemos y Compromís. Nosotros mismos pactamos tras las municipales con el PNV en los ayuntamientos y las diputaciones. Y [José Luis Rodríguez] Zapatero pactó varios Presupuestos con el PNV".

Mendia telefoneó este domingo a Fernández, y le prometió enviarle el texto cuando estuviera cerrado. La gestora ha estado al margen de las negociaciones

Fuentes muy próximas a Fernández ratifican las conversaciones con Mendia y piden no dar "más vueltas", porque no habría más controversia que el desconocimiento del texto. "El acuerdo nos parece bien. Cuando lo cierren veremos los detalles. Pero molestos no estamos", insisten desde el entorno más directo del presidente asturiano.

Otras fuentes cercanas a la gestora sí ven en la falta de información una "deslealtad absoluta" del PSE hacia Fernández, jamás vista. "Es un pacto además que hundirá electoralmente al partido en Euskadi, porque es un PSE muy débil que va a desaparecer dentro del Gobierno. No van a capitalizar nada porque no buscan eso: buscan el control interno del PSE con cargos y sueldos. Es sanchismo puro", critica este diputado en el Congreso, que recuerda que la vasca es una federación, en efecto, muy vinculada a Sánchez, y muy compacta. Mendia ha sido una baronesa fiel al ex secretario general, que le apoyó hasta el final y que incluso defendió con vehemencia el mantenimiento del no a Mariano Rajoy en el comité federal del 23 de octubre, aunque luego respetó al mandato del órgano. Algunos dirigentes críticos con la alianza entienden que habría sido mejor para los socialistas apoyar a Urkullu desde fuera, como en la última legislatura, para poder marcar perfil propio.

Foto: Pedro Sánchez, durante su última rueda de prensa como diputado, el pasado 29 de octubre en el Congreso. (EFE)

El documento será aprobado este lunes por la tarde, y previsiblemente "por amplia mayoría", por los más de 200 miembros del comité nacional del PSE. No habrá consulta a las bases "porque no da tiempo", ya que la firma del acuerdo será el martes y el debate de investidura arranca el miércoles. Tampoco hay tiempo material para convocar un comité federal, el órgano competente para discutir sobre las alianzas, según sus estatutos. Urkullu deberá esperar a la segunda votación, el jueves, para ser investido lehendakari por mayoría simple. El viernes se conocerá el nombre de los diez consejeros. También del PSE, aunque las quinielas apuntan hacia Ernesto Gasco, primer teniente de alcalde de San Sebastián y viceconsejero de Transporte en el Gobierno del socialista Patxi López, y José Antonio Pastor, portavoz en el Parlamento de Vitoria. Urkullu jurará o prometerá su cargo en Gernika el sábado y para el lunes se espera la toma de posesión de su Gabinete.

Pedro Sánchez iniciará su gira en Valencia

Los partidos de la oposición criticaron el acuerdo. EH Bildu, segundo grupo en la Cámara vasca, porque el Ejecutivo de coalición "no es bueno para el país" y no supone "avances en el ámbito nacional, socioeconómico y en la paz-convivencia". Nagua Alba, líder de Podemos en Euskadi, criticó que el PSE vaya a "sostener" las políticas "continuistas" de los nacionalistas por "motivos de supervivencia". El PP tachó de "interesado" el preacuerdo y denunció que los socios no hablaran de su contenido. Ciudadanos, sin representación en el Parlamento de Vitoria, sí aplaudió el pacto y que se conforme un Gobierno para "todos los vascos".

Una entente de nacionalistas y socialistas que resucita la fórmula de hace 30 años

Hace casi 30 años PNV y PSE comenzaron a gobernar juntos en Euskadi. Fue en 1987, en la tercera legislatura. Los socialistas de Txiki Benegas superaron en escaños pero no en votos al PNV, y para facilitar el acuerdo facilitó la presidencia del Gobierno vasco al nacionalista José Antonio Ardanza. Ramón Jáuregui fue su vicelehendakari y el hombre más fuerte del PSE. 

Los Gabinetes de coalición de las dos fuerzas se prolongaron hasta 1998. El entendimiento se rompió porque el PNV se negó a apoyar una propuesta socialista para que en la reforma del reglamento del Parlamento de Vitoria se incluyera una fórmula de acatamiento de la Constitución por parte de los diputados electos. Poco después ETA anunciaría su tregua y los nacionalistas cambiarían de aliados y se distanciarían mucho de los socialistas. Entonces arrancó una nueva era de pactos: del PNV con Eusko Alkartasuna y Ezker Batua y después del PSE con el PP (2009-2012), en la corta legislatura en la que gobernó el socialista Patxi López

La época de malas relaciones concluyó en septiembre de 2013, cuando PNV y PSE, con Iñigo Urkullu ya de lehendakari, firmaron un pacto de estabilidad política y presupuestaria. Entente que se amplió en 2015, cuando los dos suscribieron unos acuerdos que les permitió gobernar juntos en las tres diputaciones forales y en los ayuntamientos de las tres capitales vascas. 

Ahora se retomará una fórmula, la del Gabinete de coalición de PNV y PSE-EE en Euskadi, que funcionó de 1987 a 1998

Acogida entusiasta no la hubo. Para nada. Más bien lo contrario. Sorprendentemente fría y prudente. Ferraz respalda el entendimiento del Partido Socialista de Euskadi (PSE) con el PNV, pero no quiere pronunciarse sobre el cierre del acuerdo de las dos formaciones que supondrá su reencuentro en el Gobierno vasco después de más de 18 años. Y no quiere hacerlo, en síntesis, porque no lo conoce. En la gestora del PSOE, liderada por el asturiano Javier Fernández, prefieren no hablar ni de "anomalías", ni de malos rollos con el PSE, una federación muy ligada a Pedro Sánchez. Lo cierto es que la negociación se ha conducido desde Euskadi. Sin que Madrid tuviera arte ni parte, aunque sí estuviera informada del último tramo de las conversaciones.

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