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En los santuarios de la pedofilia: "¡Los niños son frescos y rosados, nos hacen aaaay...!"
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la policía nacional, contra un fenómeno en auge

En los santuarios de la pedofilia: "¡Los niños son frescos y rosados, nos hacen aaaay...!"

Los investigadores policiales luchan contra la proliferación en internet de foros y redes que facilitan el intercambio de pornografía infantil y fomentan la justificación y el auge de esta desviación sexual

Foto: Un agente de la Policía Nacional revisa material intervenido en una operación contra la pedofilia.
Un agente de la Policía Nacional revisa material intervenido en una operación contra la pedofilia.

“Cuanto más lloran y gritan, mayor placer para nosotros”. Estas nueve palabras acompañan la fotografía de un adulto abusando de un bebé que ha sido subida recientemente a un chat pedófilo, junto a otras imágenes y comentarios igual de escalofriantes. Solo es uno de los miles de foros que proliferan en el reverso oscuro de internet y que están contribuyendo, según la Policía Nacional, a crear una gigantesca comunidad internacional de pederastas y pedófilos en la que estos criminales comparten archivos e información sobre sus víctimas y se apoyan mutuamente justificando sus inclinaciones enfermizas. Las detenciones no dejan de aumentar, pero el fenómeno avanza al mismo ritmo. También en España.

“Antes un pedófilo se sentía solo en su entorno, porque sabía que sentía placer por algo que estaba mal, y a veces incluso hacía un esfuerzo por tratar de encontrar una cura”, explica Luis García Pascual, inspector jefe de la Policía Nacional responsable de la sección de Protección al Menor de la Unidad de Investigación Tecnológica (UIT). “Ahora, ese mismo pedófilo encuentra en foros de acceso restringido a otras personas como él, que comparten los mismos gustos, que defienden esa inclinación sexual y la ven como algo normal”, explica este experto policial. “Se ha creado un movimiento mundial que considera la pederastia una orientación legítima, y aseguran que en el futuro se acabará legalizando, como ha terminado ocurriendo con la homosexualidad. Para estos criminales, es lo mismo. En internet encuentran apoyo y el problema no para de aumentar”.

El deseo enfermizo de estos delincuentes es irrefrenable, aseguran los expertos. Solo termina cuando son detenidos. Y tras el paso por la cárcel, la mayoría reincide. La Policía anunció este jueves su último gran golpe contra estas redes: la detención de 56 distribuidores de pornografía infantil que habían usado sistemas convencionales de intercambio de archivos 'peer to peer' o P2P para enviarse imágenes especialmente violentas y degradantes que incluían torturas a bebés. Entre los detenidos hay viejos conocidos de los investigadores. Uno de ellos, por ejemplo, es el exconserje de un colegio de A Coruña que tenía otro juicio esta misma semana tras descubrirse en marzo de 2015 que había colocado una cámara en los vestuarios del centro. Algunos han sido detenidos hasta cuatro veces.

“La mayoría de los pederastas y pedófilos toma más precauciones que los de esta última operación”, relata José María Martín, un subinspector de la Policía Nacional del grupo de Protección al Menor de la UIT, que también ha participado en esta investigación y lleva más de seis años luchando contra estos delincuentes. “Suelen utilizar redes y correos electrónicos anónimos que son desconocidos para el gran público. Además, los foros y las direcciones que utilizan cambian continuamente. Nuestro trabajo consiste en tenerlos controlados, encontrar pistas y llegar hasta ellos”.

"Antes un pedófilo se sentía solo, ahora encuentra en foros de acceso restringido a otras personas como él”, explica un inspector jefe de la Policía Nacional

Martín y sus compañeros no tienen más remedio que escrutar al milímetro ese submundo, un averno digital en el que se recrean las peores perversiones y se corona a los mayores criminales. “Los consumidores de material se sitúan en el nivel más bajo de estos foros y suelen acceder a archivos antiguos. Por desgracia, hay millones circulando por internet. Los verdaderos líderes de estas redes son los que producen material nuevo grabando sus propios abusos”, explica Martín. “Esos usuarios del escalón superior tienen acceso a canales vips en los que intercambian sus vídeos con otros productores. Para poder acceder a esas áreas, el foro exige previamente que se faciliten vídeos en los que las víctimas aparezcan sujetando un papel con la fecha y el nombre de otros usuarios”, una prueba que acredita la pertenencia a ese exclusivo club de pederastas. “Ningún abusador ofrece su propio material gratis. Y si alguno lo hace, es jaleado por el resto como si fuera un ídolo para que siga facilitando más vídeos e imágenes”, relata este subinspector.

Los investigadores revisan los vídeos para encontrar detalles que les permitan identificar a los criminales y víctimas (formulario para presentar denuncias). Cuando se detecta un archivo nuevo, se remite a una base de datos de Interpol para que la información llegue a todas las policías del mundo. La lucha es tan internacional como esta lacra. “El pasado año logramos detener a un pederasta en México que estaba abusando de una niña y quería hacer lo mismo con su hermana menor. Lo descubrimos en un foro y alertamos rápidamente a las autoridades de ese país”, cuenta Martín. “También buscamos a los niños, por supuesto, para dar la voz de alarma y evitar que sigan abusando de ellos”.

“Ningún abusador ofrece su propio material gratis. Y si alguno lo hace, es jaleado por el resto como si fuera un ídolo”, relata un subinspector

La pista definitiva la ofreció el propio pederasta por un descuido. En uno de los mensajes, al que ha tenido acceso este diario, dio el nombre de sus víctimas. Los expertos de la UIT comenzaron en ese momento un rastreo que les permitió comprobar que las imágenes eran nuevas y habían sido grabadas por un internauta de México. Los responsables policiales de ese país solo tuvieron que ir a su casa a detenerlo. En su domicilio encontraron otros 10 vídeos y 380 fotos.

El inspector jefe Luis García aclara que no todos estos criminales son iguales. “Algunos sienten amor por los niños y consideran que mantener relaciones con ellos solo es la forma de manifestarlo, aunque estos solo representan una minoría. Lo más habitual es que traten a los niños como si fueran objetos. Cuando hablan entre ellos incluso aseguran que, en realidad, a los menores les gusta ser abusados. Los peores son los que disfrutan haciéndoles daño, torturándolos, aunque sean bebés con meses de vida, y se regodean con ese sufrimiento”.

Este diario ha conseguido acceder a un manual que circula por estos foros y que tiene como objetivo enseñar a manipular psicológicamente a los niños para poder abusar de ellos sin que opongan resistencia ni avisen a otros adultos. Incluye ejemplos y diálogos para que el pederasta ensaye antes de poner los consejos en práctica. Por precaución, solo se reproducen algunos pasajes del casi centenar de páginas del documento. “¡Si eres un verdadero pedófilo, entonces tienes el regalo más grande de la tierra! Los adultos pueden ser hermosos, ciertamente. ¡Pero un niño es aún más hermoso! Porque los niños son muy especiales. Ellos son pequeños como muñecos, inocentes y puros como la sal en la tierra, limpios y redondos, frescos y rosados, y nos hacen sentir aaaaay”. Así comienza uno de los párrafos más suaves del manual. Otros son más explícitos y perversos. Las recomendaciones varían en función de si la víctima tiene más o menos de cinco años y el autor garantiza a quien lo lea que podrá abusar de miles de niños sin ser nunca descubierto.

El modo en que está escrito produce un calambrazo, pero la realidad de esta tendencia mundial al alza es aún más dolorosa. En otro mensaje al que ha tenido acceso este diario se vende a niñas de 11 a 12 años por 500 dólares, de 9 y 10 años por 1.000 dólares y de 8 años por 2.000 dólares. Según el autor, sus servicios abarcan de México a Argentina. La Policía confirma que Latinoamérica se ha convertido en uno de los puntos del planeta preferidos por los pederastas. El problema se agrava en zonas como la selva peruana, donde estos criminales se encuentran con un entorno social en el que es habitual la unión de adultos con menores de edad y apenas se denuncian ese tipo de relaciones. La región se ha convertido en un destino de moda para los depredadores sexuales.

Otros foros y mensajes se centran en el intercambio de archivos. Y cuanto más duros sean, más éxito cosechan. “La mayoría de los pedófilos no nacen, sino que se hacen consumiendo material”, explica el subinspector Martín. “Empiezan viendo imágenes de un desnudo pero pronto necesitan más y más hasta que el vídeo que vieron por primera vez ya no les produce ningún placer y entonces suben a otro nivel. Así hasta llegan a disfrutar viendo cómo se tortura a un menor y escribiendo mensajes de puro odio. Saben que está mal, pero solo quieren consumir y consumir más material”.

El mensaje y la imagen pixelada que abren esta noticia entran en esa categoría. También el debate que abrieron luego el resto de usuarios del foro para comentar la imagen y que ha sido igualmente ocultado para no herir sensibilidades. “Por lo general, no se paran a reflexionar sobre lo que están haciendo. Todos lo saben. Y si acceden a estas redes es para disfrutar compartiendo material”, concluye Martín. En la operación de esta semana, este subinspector y sus compañeros se incautaron de 173 discos duros y 614 discos compactos y DVD con miles de 'gigabytes' de información. La mayoría de los 56 arrestados tenía entre 40 y 60 años. Se enfrentan a una pena de hasta nueve años de cárcel por la distribución pornografía infantil. La probabilidad de que sigan delinquiendo cuando salgan es elevada. Tanto como de que este virus continúe expandiéndose.

“Cuanto más lloran y gritan, mayor placer para nosotros”. Estas nueve palabras acompañan la fotografía de un adulto abusando de un bebé que ha sido subida recientemente a un chat pedófilo, junto a otras imágenes y comentarios igual de escalofriantes. Solo es uno de los miles de foros que proliferan en el reverso oscuro de internet y que están contribuyendo, según la Policía Nacional, a crear una gigantesca comunidad internacional de pederastas y pedófilos en la que estos criminales comparten archivos e información sobre sus víctimas y se apoyan mutuamente justificando sus inclinaciones enfermizas. Las detenciones no dejan de aumentar, pero el fenómeno avanza al mismo ritmo. También en España.

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