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Guerra por la seguridad del Thyssen: la baronesa veta la vuelta de su antiguo jefe
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juicio contra el museo

Guerra por la seguridad del Thyssen: la baronesa veta la vuelta de su antiguo jefe

Tras disfrutar de una excedencia, pidió el reingreso, pero el museo introdujo un nuevo criterio para el puesto que el afectado no cumplía: haber sido policía o guardia civil

Foto: Tita Cervera, baronesa Thyssen. (EFE)
Tita Cervera, baronesa Thyssen. (EFE)

El que fue director de seguridad de la Fundación Thyssen y del museo del mismo nombre durante casi 20 años, Francisco F. R., abandonó su puesto de trabajo en agosto de 2010. Se acogió a una excedencia voluntaria con el fin de afrontar otros retos laborales y salió de la que había sido su casa dos décadas seguidas, una decisión que no gustó a Tita Cervera. En la memoria de ambos quedaban los numerosos traslados de colecciones de la pinacoteca ejecutados con la exquisita profesionalidad que exigía la baronesa así como un sinfín de episodios demostraban la buena sintonía entre los dos.

Cuatro años después, sin embargo, sus caminos volvieron a unirse, aunque no precisamente en el mismo contexto. Los nuevos desafíos profesionales de Francisco F. R. no lograron los objetivos fijados y el hombre decidió solicitar el reingreso en su puesto de trabajo, algo a lo que tenía derecho al haberse acogido a la mencionada excedencia. El 7 de julio de 2014, pidió a la Fundación Thyssen recuperar su plaza y volver a ejercer como jefe de seguridad, destino que durante los cuatro años que él estuvo fuera había sido ocupado por un sustituto, un antiguo guardia civil con una incapacidad.

La petición de reincorporación, sin embargo, no fue atendida por el Thyssen, que respondió apenas tres semanas después. La baronesa estaba plenamenta satisfecha con el trabajo de su responsable de seguridad 'interino', a pesar de que éste estaba a punto de jubilarse. Tan contenta estaba con el nuevo perfil que en octubre del año siguiente, la fundación modificó los criterios para acceder al ansiado puesto de trabajo e introdujo una condición que no cumplía Francisco F. R. Estableció que la plaza debía ser ocupada por alguien que hubiera sido policía o guardia civil durante al menos 10 años, lo que dejaba fuera al histórico responsable de seguridad, quien vio en esta modificación una clara maniobra de Tita Cervera para evitar su regreso.

Cuando se jubiló el sustituto de Francisco F. R., el 1 de marzo del presente año, de hecho, el puesto fue asignado a otro exmiembro del instituto armado, lo que provocó la inmediata reacción del damnificado, que interpuso una demanda laboral contra la fundación. "A pesar de la importante y dilatada trayectoria profesional en el sector de la seguridad privada de mi cliente -adujo la representación letrada del denunciante-, no ha pertenecido en ningún momento a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, y sin dicho requisito que ahora se añade vino ejerciendo el cargo casi 20 años, sin que sea posible aducir falta de preparación y capacidad (...), ya que en realidad las características funcionales y técnicas del puesto no han cambiado", razonó el escrito de demanda presentado el pasado 6 de abril.

La vista oral se celebró ayer en el Juzgado de lo Social número 16 de Madrid, que escuchó las alegaciones de ambas partes y dejó la causa vista para sentencia. La representanción jurídica del denunciante, ejercida por ADR Abogados, argumentó que los criterios habían sido cambiados justo después de que él pidiera la reincorporación a su puesto de trabajo, lo que representaba una artimaña urdida para evitar su vuelta.

Alerta cuatro antiterrorista

La defensa letrada del museo, por su parte, trató de alegar que se trataba de un asunto estrictamente técnico, que la fundación consideraba que era procedente que el jefe de seguridad hubiera pertenecido a las fuerzas de seguridad del estado debido a que en la actualidad existe una importante amenaza terrorista sobre Europa y que las piezas de arte que alberga la colección Thyssen no son ajenas a este riesgo que se cierne sobre las instituciones y las infraestructuras críticas. Además, argumentó la representación jurídica de la baronesa, en otros museos similares también se exige esta condición para los que aspiran al puesto de jefe de seguridad.

Francisco F. R. reclama en concreto que su salida se declare como un despido improcedente y que la fundación le abone 119.000 euros en concepto de indemnización o que le reincorpore en el puesto. El Juzgado de lo Social rechazó la petición del demandante de que acudiera a declarar Cervera y otros miembros de patronato, como el actual portavoz del Gobierno y barón de Claret, Íñigo Méndez de Vigo, la infanta Pilar de Borbón o el presidente de la Fundación La Caixa Isidre Fainé al considerar que se trataba de una cuestión meramente jurídica y que bastaba con analizar los contratos laborales, currículos y otros documentos que sí fueron admitidos como prueba.

El que fue director de seguridad de la Fundación Thyssen y del museo del mismo nombre durante casi 20 años, Francisco F. R., abandonó su puesto de trabajo en agosto de 2010. Se acogió a una excedencia voluntaria con el fin de afrontar otros retos laborales y salió de la que había sido su casa dos décadas seguidas, una decisión que no gustó a Tita Cervera. En la memoria de ambos quedaban los numerosos traslados de colecciones de la pinacoteca ejecutados con la exquisita profesionalidad que exigía la baronesa así como un sinfín de episodios demostraban la buena sintonía entre los dos.

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