Rajoy se abre al diálogo con el PSOE sobre pensiones y el reto independentista
El presidente en funciones se abre al diálogo con el PSOE sobre pensiones y el reto independentista
El presidente del Gobierno en funciones, una vez que el PSOE ha levantado el bloqueo institucional con la decisión de abstenerse en una nueva sesión de investidura, ofrece mano tendida. “Si hay voluntad política, podemos tener por delante un gran futuro para España”, dijo Mariano Rajoy sobre la resolución aprobada por los socialistas para evitar las terceras elecciones y recuperar el funcionamiento ordinario de las instituciones.
Ante su previsible reelección por el Congreso el próximo fin de semana, el jefe del Ejecutivo se refirió al contenido del citado texto sancionado por el comité federal del PSOE por incluir asuntos “sobre los que se puede hablar en el futuro” para trabajar por el interés general de España. Se refería a las políticas llamadas de Estado que también figuran entre los siete puntos que el presidente del PP considera necesario pactar con los socialistas como la defensa de la unidad nacional frente al reto secesionista en Cataluña o el sostenimiento del sistema de pensiones.
La resolución de los socialistas ofrecen margen para el entendimiento en esos asuntos, aunque menos en otros como la derogación completa de la LOMCE o la reforma laboral impulsada en la última legislatura con mayoría absoluta del Partido Popular sobre la que admiten cambios, pero no volver a la legislación de 2011, la de la crisis económica y la destrucción masiva de empleo.
Lo que más celebran en fuentes del PP es el “análisis realista de la situación” de bloqueo a que había sometido el PSOE de Pedro Sánchez al Estado, práctica a la que ahora renuncia la gestora por escrito y con el aval de una amplia mayoría de su comité federal.
Rajoy aprovechó su presencia en un desayuno del Fórum Europa en el que tenía que presentar al coordinador del presidente del PP en Cataluña, Xavier García Albiol, para hacer un primer comentario sobre el paso dado por los socialistas hacia la abstención, “una decisión muy razonable e “importante”.
El jefe del Ejecutivo estuvo rodeado de la mayor parte de la dirección de su partido, con María Dolores de Cospedal al frente y casi todos los vicesecretarios; los presidentes del Congreso y el Senado, Ana Pastor y Pío García Escudero y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. El único ministro presente era el único que parece de salida, al menos de su actual cartera de Interior, Jorge Fernández Díaz.
Rajoy habló poco de su próxima investidura recién despejada (“ya lo haré en el Parlamento”), y bastante más de la situación en Cataluña y de la trayectoria de García Albiol, desplazado de la alcaldía de Badalona en 2015 pese a ser el candidato más votado, por un pacto de “independentistas, radicales y el PSC”.
El presidente del Gobierno expresó su deseo de que pronto haya un “Gobierno en plenitud de funciones y que va a seguir velando por los intereses” de todos los ciudadanos. Aludía al desafío separatista para dejar claro que su partido siempre defenderá “la unidad de España, la soberanía nacional y la igualdad de los españoles” como “piedras innegociables” en cualquier negociación. “De todo lo demás, se puede hablar y acordar”, puntualizó.
El presidente del Gobierno en funciones, una vez que el PSOE ha levantado el bloqueo institucional con la decisión de abstenerse en una nueva sesión de investidura, ofrece mano tendida. “Si hay voluntad política, podemos tener por delante un gran futuro para España”, dijo Mariano Rajoy sobre la resolución aprobada por los socialistas para evitar las terceras elecciones y recuperar el funcionamiento ordinario de las instituciones.