El juez imputa a cuatro de los violadores de Sanfermines por otra agresión sexual grupal

El Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona, que investiga la supuesta violación grupal de cinco hombres a una chica durante los pasados Sanfermines, ha emitido un auto en el que asegura que existen "indicios" para concluir que cuatro de ellos participaron también en otra agresión sexual en una localidad de Córdoba el pasado mayo. El material analizado en la investigación de la primera violación ha ayudado a encontrar nuevas evidencias que apuntan en este sentido.

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Sara de Diego

Según el juez, los investigados grabaron este último abuso con un móvil y compartieron uno de los dos vídeos en un chat, lo que ha permitido a los investigadores conocer la agresión. El magistrado, que ha acordado remitir la nueva instrucción a los juzgados de Pozoblanco, partido judicial al que pertenece la localidad en la que se produjeron los hechos, considera que "resulta indiciariamente acreditado" que A. J. C. E. ofreció a la víctima acompañarla a su domicilio en un vehículo y que, nada más entrar y sentarse en el asiento del copiloto, ella cayó "en un estado de profunda inconsciencia".

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En el coche se montaron también J. A. P. M., J. E. D. y A. M. G. E. y, mientras este último conducía, "todos ellos le tocaban los pechos" y se reían mientras A. J. C. E. la "besaba en la boca". Según añade el magistrado, la llevaron luego hasta la localidad de Pozoblanco, donde se despertó "completamente desnuda en el asiento de atrás" y con el mono y las medias rotas. La joven se vistió y se colocó en el asiento del copiloto, momento en el que A. J. C. E. requirió "que le hiciera una felación". Ante la oposición de ella, según relata el juez, el investigado la golpeó "dos veces en la cara y otra en el brazo". Acto seguido, la empujó fuera del coche y la insultó.

Los tocamientos practicados en el vehículo fueron grabados por J. A. P. M. con el teléfono móvil de A. M. G. E., creando dos archivos de vídeo, el segundo de los cuales fue compartido en un chat denominado 'Manada', en el que posteriormente se refirieron a la víctima como "la bella durmiente". Desde esa conversación, el investigado J. A. P. M. difundió ese vídeo en otro chat llamado 'Peligro' en el que participaba A. B. F., el quinto procesado por la supuesta violación de los Sanfermines. Estos hechos, según detalla el juez, están tipificados en el artículo 181 del Código Penal como cuatro delitos de abuso sexual, delitos de los que aparecen como autores los cuatro investigados. Asimismo, el magistrado imputa a A. J. C. E. un delito de lesiones.

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A.Vasco

Para la concreción del relato de los hechos y la valoración de los indicios de criminalidad, el magistrado ha tenido en cuenta "principalmente el relato de la víctima en su denuncia, el clarísimo contenido de los archivos de vídeo", "las fotografías que la víctima hizo de las lesiones sufridas", la comunicación del incidente a terceros y los datos obrantes en el atestado presentado por la Brigada de Delitos contra las Personas de la Policía Foral de Navarra. El magistrado asegura además haber encontrado elementos que apuntan a que en esta otra violación la víctima pudo ser drogada con sustancias que limitaron su consciencia. "Existen serios indicios de que podrían haberse utilizado sustancias específicamente destinadas para provocar la inconsciencia de la víctima", asegura.

Esto, a juicio del magistrado, provocaría que los hechos se calificaran con arreglo al artículo 181 del Código Penal, que "considera abusos sexuales no consentidos los que se ejecuten sobre personas que se hallen privadas de sentido o de cuyo trastorno mental se abusare, así como los que se cometan anulando la voluntad de la víctima mediante el uso de fármacos, drogas o cualquier otra sustancia natural o química idónea a tal efecto". El instructor argumenta que esto podría haber sucedido, dada la forma en la que se despertó la chica, sin tener conocimiento "de nada de lo ocurrido" durante la violación, así como "la profunda inconsciencia que se aprecia en los vídeos sin que la víctima se despierte a pesar de los besos y tocamientos y de las risas de los investigados".

El juez destaca que la joven describió esa inconsciencia como "repentina en el mismo momento de introducirse en el turismo", resalta que los acusados se refirieron a ella como la bella durmiente así como los comentarios que volcaron en el chat 'Peligro' tras compartir el segundo vídeo entre menciones sobre la posible utilización de burundanga, sustancia que actúa como depresor de las terminaciones nerviosas y del cerebro, que ha sido interceptada a delincuentes que dejaban inconscientes y luego amnésicas a sus víctimas, especialmente en ataques sexuales. No en vano, incide el juez, el otro chat utilizado por los acusados ('Veranito') se menciona "la voluntad de llevar para el viaje a Pamplona burundanga".