FAES deja de ser una fundación vinculada al Partido Popular para 'privatizarse'

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) que preside José María Aznar se 'privatiza'. Los problemas económicos por los recortes en las subvenciones oficiales, más las dificultades para compatibilizar esas ayudas con la financiación privada, han hecho que el expresidente del Gobierno se decida a prescindir del vínculo jurídico con el PP como organización relacionada con Génova para trabajar por libre.

El patronato de FAES, nutrido por dirigentes del Partido Popular, está convocado para hoy con el fin de dar el visto bueno a un 'divorcio' que ambas partes consideran pactado y obligado por el fin del modelo de grandes fundaciones al servicio de una formación política. No obstante, el PP y el equipo de Aznar acordarán mantener relaciones y seguir con la asistencia en el terreno doctrinal y teórico, pero sin estar formalmente 'atados'.

El exjefe del Ejecutivo creó FAES en 2002, antes de dejar el poder, con el objetivo de agrupar todas las fundaciones que orbitaban alrededor del PP y fortalecer el ámbito del pensamiento y la elaboración de programas del centro derecha. Después de perder la mayor parte de la asistencia económica del Estado en los últimos seis años, Aznar ha preferido cortar amarras con Génova para garantizar la supervivencia de la organización por la vía privada.

El pasado verano se registró el primer episodio de ruptura por los problemas financieros. El Campus FAES de verano desapareció como tal para integrarse en los cursos del verano de la Universidad Complutense. Desapareció así el habitual foro de debate político organizado por Aznar y que era referencia anual para el Partido Popular.

La fundación de Aznar no depende directamente del PP para sostenerse, pero sí de las subvenciones que conceden y sacan a concurso dos ministerios, el de Cultura y el de Asuntos Exteriores. Así ocurre con todas las fundaciones de todos los partidos, con la particularidad de que hasta 2015 FAES lograba equilibrar sus presupuestos por la vía privada, al conseguir que casi la mitad de sus ingresos procedieran de convenios y aportaciones de entidades privadas y ciudadanos particulares.

El patronato de FAES, nutrido por dirigentes del PP, está convocado con el fin de dar el visto bueno a un 'divorcio' que ambas partes consideran obligado

El desprestigio de la política convencional (solo los movimientos populistas están al alza) y los escándalos que han salpicado a otras fundaciones, como la Ideas del PSOE, con el caso Amy Martin, o la CatDem, utilizada como tapadera de financiación ilegal por Convergència, complicaban el futuro de ese tipo de instituciones vinculadas a los partidos.

FAES había pasado de un presupuesto global de casi cinco millones de euros con el último Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a la amenaza de quedarse por debajo de los dos millones en 2016 con Rajoy como jefe del Gobierno en funciones. La fundación que preside Aznar ha perdido año a año parte de las subvenciones que recibía de los dos ministerios que convocan los correspondientes concursos. En el caso del de Cultura, ha pasado de los 1,2 millones otorgados en 2012, a 758.081 euros en 2013 y a 658.507 euros en agosto pasado. Asuntos Exteriores ha sido más constante, alrededor del medio millón de euros cada año. En total, FAES contaba hasta diciembre de 2015 con unos ingresos estatales de 1,2 millones y casi otro tanto procedente de aportaciones privadas.