¿Qué le ocurrió a C's el 25-S? El mensaje no caló, rivales muy fuertes, Rivera no bastó...

La ejecutiva nacional de Ciudadanos encargó un informe técnico tras el batacazo electoral en Galicia y País Vasco, parlamentos en los que los de centro no consiguieron ni un solo escaño el 25 de septiembre. El comité electoral al que pertenecen los primeros espadas de la formación —Albert Rivera, José Manuel Villegas, Miguel Gutiérrez, Fran Hervías y Fernando de Páramo— y otros peritos profesionales analizarán con las conclusiones que arroje el documento los motivos que hicieron fracasar al partido naranja en el norte de España, perdiendo más de la mitad de sus votos en comparación con las últimas elecciones generales de junio.

Según explican desde la secretaría de organización del partido, el objetivo más allá de entender lo ocurrido en las urnas, pasa por elaborar el plan estratégico que Ciudadanos piensa desarrollar en los cuatro próximos años para consolidar una implantación territorial que dé garantías de éxitos en futuras elecciones y que ya existe a nivel autonómico y local. Aunque el informe está todavía en elaboración y es pronto para conocer una resolución final, fuentes de la cúpula desgranan ya algunos factores que podrían explicar los mermados resultados en los últimos comicios autonómicos. El partido se presentaba por primera vez a estas elecciones en un territorio especialmente hostil y en el que Ciudadanos no tiene una presencia sólida.

De hecho, las expectativas finales del partido pasaban en el mejor de los casos por obtener un escaño en cada comunidad, el de Álava en el País Vasco y el de Coruña o Pontevedra en Galicia. Dirigentes del partido insisten además en no comparar las autonómicas con el 26-J, "porque la gente vota de forma muy distinta y más todavía en estas regiones". Ciudadanos achaca al 'efecto Feijóo' su imposibilidad de entrar en el parlamento gallego y la formación justifica la buena imagen y el mensaje del líder popular en una comunidad en la que el PP ha obtenido siete mayorías absolutas. De hecho, los carteles electorales del partido conservador apenas contaban con un logo testimonial, dejando todo el protagonismo al candidato, que no está relacionado con la imagen de Mariano Rajoy. "En Galicia los escándalos del PP pasan menos factura porque tienen un líder fuerte, ajeno a todo eso y que tiene casi todo el apoyo de la derecha y el centro derecha en Galicia", explican desde el partido naranja.

El caso vasco, que también tenía un candidato muy fuerte en ese espectro ideológico, Iñigo Urkullu, tenía una dificultad añadida para los de centro, que siempre han defendido la eliminación de "privilegios" existentes en las CCAA, como es el caso del régimen fiscal. Pese al empeño de la formación por copar un espacio de centro existente y ocupado hasta el momento por UPYD, el partido naranja no logró movilizar a esos votantes que podrían haberles entregado el escaño hasta ahora ocupado por el actual líder magenta, Gorka Maneiro.

No es la primera vez que Ciudadanos 'audita' su estrategia tras unas elecciones. Lo hicieron tras las generales del 20 de diciembre

Aun así, fuentes de organización del partido insisten en defender a sus candidatos, Cristina Losada en Galicia y Nicolás de Miguel en Euskadi, con los que esperan seguir contando. La dirección no contempla la posibilidad de que ninguno de los dos se aleje del proyecto al entender que la fortaleza de los adversarios fue la causa mayor de su revés. Otro de los aspectos que el informe debe aclarar es si el mensaje transmitido por Ciudadanos caló en la sociedad o si por el contrario el partido de centro no fue capaz de ofrecer un programa adecuado a los gallegos y vascos. En realidad, la formación de centro apoya un mismo ideario en todos los territorios—con pilares fundamentales como un nuevo sistema laboral, defensa de los autónomos o lucha contra la corrupción— que, sin embargo, no fue bien acogido en estos territorios en vista de los resultados.

Otro punto que necesitará un análisis ulterior es el efecto que tuvo la presencia nacional en las campañas, con el líder del partido muy volcado en ambas comunidades —estuvo hasta siete veces en cada una— e incluso con la aparición de grandes dirigentes del partido, entre los que destacaron la jefe de la oposición en Cataluña, Inés Arrimadas, o los diputados Juan Carlos Girauta, Marta Rivera, Fernando Maura o Melisa Rodríguez. También la portavoz de C's en el Ayuntamiento madrileño, Begoña Villacís, se desplazó al norte para dar su apoyo. Tampoco la estrategia de atraer a los votantes de UPYD surtió efecto, pese a contar con dos referencias del partido como Fernando Savater y Francisco Sosa-Wagner que hicieron un llamamiento expreso a apoyar a Ciudadanos.

Será en los próximos días cuando los miembros del comité electoral estudie minuciosamente las conclusiones del informe técnico. No es la primera vez que Ciudadanos 'audita' su estrategia tras unas elecciones. Lo hicieron tras las generales del 20 de diciembre cuando el partido naranja logró irrumpir en el Congreso con 40 diputados. Un resultado notable que, sin embargo, no alcanzo las expectativas que auguraban las encuestas, llegando a situar a la formación de Rivera como segunda fuerza nacional. Entonces, Ciudadanos afrontó su primer gran ejercicio de autocrítica reconociendo errores en la campaña, la postura adoptada por el candidato —demasiado institucional— y el propio mensaje —que fue desgranado con demasiada antelación—.