Fernández reúne a la gestora este lunes para comenzar la reconstrucción del PSOE

A las 1.15 horas de este domingo se ponía fin a un comité federal turbulento y tumultuoso. Con Pedro Sánchez ya dimitido desde las 20.20 horas, quedaba trenzar el perfil de la nueva dirección interina del PSOE, la que llevará las riendas del partido hasta el siguiente congreso. Desde la renuncia de los 17 miembros de la ejecutiva el pasado miércoles, ya estaba claro que quien se pondría al frente de la gestora, en caso de que se aprobara y se tumbaran así los planes del secretario general, sería Javier Fernández, el presidente asturiano, una voz respetadísima dentro del PSOE. El representante más fiel del socialismo ortodoxo, clásico, el hombre metódico, reservado, parco en sus declaraciones a los medios, prudente pero vehemente, querido y aplaudido también por la militancia. Un veterano (Mieres, 1948) para una tarea fundamental, recomponer un PSOE roto, hecho pedazos, más si cabe después del esperpéntico comité federal que supuso la decapitación definitiva de Pedro Sánchez. La tarea comenzará a llevarse a cabo desde mañana lunes. A las 12 horas está convocada la primera reunión de la cúpula interina en Ferraz.

Fernández representa, para los barones, el perfil perfecto: es un hombre con experiencia institucional y orgánica, con una cabeza privilegiada, unos principios irrompibles, una cultura de partido innegable, un dirigente que gobierna una comunidad fetiche para los socialistas, y que sin embargo está de salida, con lo que no tiene ambiciones personales, a diferencia de Susana Díaz, a quien todos señalan como la sucesora de Sánchez para cuando se convoque el congreso federal, siempre que gane la partida a este, que mantiene su intención de presentarse. El presidente del Principado desde 2012 y secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA) es un claro partidario de que no haya terceras elecciones, por la crisis que esta anomalía produciría en el sistema democrático. Sus relaciones con Podemos en la comunidad son pésimas, pero no así con la IU de Gaspar Llamazares.

La cita es en Ferraz a las 12 de la mañana. El otro cometido fundamental será ir orientando la posición del partido de cara a la investidura

A Fernández le acompañarán nueve vocales en el gobierno interino del PSOE, más otro dirigente del PSC que se incorporará cuando el partido haya concluido su congreso, el próximo mes. De los nueve responsables que pilotarán con el presidente asturiano la nave socialista, el de mayor perfil político es Mario Jiménez, actual portavoz del partido en el Parlamento andaluz. Jiménez (Moguer, Huelva, 1971), diplomado en Economía, en la especialidad de Administración Pública y con un máster en Derecho, fue secretario general del PSOE en Huelva entre 2008 y 2012, y luego José Antonio Griñán le convirtió en su vicesecretario general en el cónclave de 2012. El ascenso de Susana Díaz a la Presidencia de la Junta y al liderazgo del todopoderoso PSOE-A le dejó algo más apartado, hasta que recompuso sus relaciones con la baronesa. Ahora él será el hombre de Díaz en la gestora y el llamado a conducir la fontanería en este tiempo de transición.

Vara es otro de los ganadores

Jiménez no será el único andaluz en la cúpula provisional del PSOE. Estará con él María Jesús Serrano (Córdoba, 1970), diputada por su provincia en el Congreso. Fue alcaldesa de Baena entre 2011 y 2013, y luego consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio (2013-2015) y también de Fomento y Vivienda (2015), tras la marcha de IU del Ejecutivo.

Están representadas Andalucía, Asturias, Extremadura, Valencia y Canarias, más tres miembros de las federaciones sanchistas y otro más del PSC

Díaz coloca a dos de sus fieles en la gestora. Y Guillermo Fernández Vara, otro de los barones críticos de peso, también sitúa a dos personas de su confianza en la comisión política. La primera es su secretaria de Organización, Ascensión Godoy (Montornès del Vallès, Barcelona, 1965), ingeniera técnico informática, diputada autonómica por Badajoz y buena conocedora de las tripas del partido. Es la dirigente más cercana a Vara, y una de las pocas que sabe dónde está en cada momento. Fernández, Jiménez y Godoy conformarán la tripleta de mando del gobierno temporal del PSOE.

Soraya Vega Prieto (Herrera del Duque, Badajoz, 1987) es la otra representante extremeña. Líder de las Juventudes Socialistas en la región, es concejala de Ciudadanía, Participación, Empleo, Emprendimiento y Juventud en su localidad natal.

El presidente valenciano, Ximo Puig, eligió al joven José Muñoz Lladró (Valencia, 1985) como su representante en la gestora. El barón autonómico tenía claro que quería situar a un dirigente joven y de su confianza en el órgano. Muñoz es secretario general de Juventudes en la comunidad y además portavoz adjunto del Grupo Socialista en Les Corts. Para algunos, es visto como el heredero del 'president'. Muñoz, como Vega, son líderes juveniles cercanos al jefe de la organización en todo el Estado, el asturiano Nino Torre, a su vez muy cercano a Javier Fernández.

Lola Padrón, presidenta del PSOE canario desde la llegada a la secretaría general de José Miguel Pérez en 2010 —él es uno de los miembros de la ejecutiva de Sánchez que presentó su dimisión el miércoles—, fue diputada autonómica entre 1999 y 2015 y alcaldesa de la ciudad en la que nació en 1963, Puerto de la Cruz, Tenerife, entre 2007 y 2009. Es maestra especialista en Ciencias Humanas y licenciada en Psicopedagogía.

Los otros tres vocales proceden de las federaciones más próximas a Pedro Sánchez. Es el caso del expresidente de Baleares Francesc Antich (Caracas, Venezuela, 1958), senador desde 2011, exdiputado nacional, exparlamentario autonómico y exalcalde de Algaida. Ricardo Cortés (Castro Urdiales, 1969) recogió su acta de diputada el pasado 22 de septiembre, en sustitución de su compañera Puerto Gallego, que dimitió por una imputación. El parlamentario cántabro fue eurodiputado entre 2009 y 2014 y su entrada en la gestora es un gesto de complicidad con la vicepresidenta regional y líder socialista autonómica, Eva Díaz Tezanos, vocal en la ejecutiva de Sánchez que no presentó su dimisión el miércoles.

Una abstención y un voto en contra

El último nombre de la gestora de Javier Fernández es el de Paco Ocón Pascual, secretario de Organización del PSOE de La Rioja, la federación de la que sigue siendo secretario general el que hasta ayer sábado era responsable del aparato (o sea, número dos) de Sánchez, César Luena. Un guiño claro a la dirección saliente.

La comisión política tiene bajo perfil político, no es paritaria al 50% y representa más a los territorios que a los bloques en los que se ha dividido el PSOE

El dibujo final de la gestora es el de un órgano que no respeta la paridad por ahora (hay seis hombres y cuatro mujeres), que representa sobre todo a las federaciones críticas, que con las destacadísimas excepciones de Javier Fernández, Mario Jiménez y Ascen Godoy, es de bajo perfil político y que no integra a los sanchistas de primer nivel, también porque ellos lo rechazaron, caso de Patxi López, expresidente del Congreso y exlehendakari, dado que el PSE no quería tener a ningún representante en la gestora, sino ir a un congreso, en línea con Sánchez. Además, federaciones potentes como Aragón y Castilla-La Mancha, presididas por Javier Lambán y Emiliano García-Page, rehusaron tener silla en dirección provisional. En este último caso, para centrarse en la labor de gobierno. Territorios como Madrid, Galicia —ambos muy divididos internamente—, Navarra, Euskadi, Castilla y León y Murcia también se quedan fuera.

Según explicó el sábado la exportavoz del Grupo Socialista, Soraya Rodríguez, la composición de la gestora se aprobó por la práctica unanimidad del comité federal al haberse registrado una abstención y un voto en contra. No obstante, parte de los sanchistas habían abandonado el órgano (empezando por el ya ex secretario general) y no participaron en la votación.