La Delegación del Gobierno monitorea las redes sociales y los accesos a Ferraz

La jornada que hoy vivirá el Partido Socialista en la calle Ferraz de Madrid requerirá de un dispositivo policial especial. Los servicios de información controlarán desde primera hora la actividad en redes sociales para estimar las personas que podrían concentrarse en las inmediaciones de la sede del PSOE y garantizar una presencia de la Policía Nacional adecuada y proporcional. Los responsables de seguridad del cuartel general socialista solicitaron formalmente un refuerzo policial a la Delegación del Gobierno en Madrid dirigida por Concepción Dancausa, lo que puso en marcha un plan de prevención.

Fuentes de la Delegación aseguran que no se puede hacer una estimación exacta de las personas que previsiblemente se presentarán pero los datos que manejaban en un principio giraban en torno a 300 personas. Las cifras son impredecibles porque solo la agrupación del PSC de Terrassa había registrado 500 peticiones para acudir a la capital a apoyar a Pedro Sánchez durante el transcurso del comité federal, aunque finalmente se congregarán en el municipio de Maià de Montcal —localidad natal del histórico dirigente socialista Ernest Lluch en la provincia de Girona—, tras la petición de "calma y serenidad" por parte de Ferraz, instando a las agrupaciones movilizadas a no trasladarse hasta la sede socialista. También la secretaría general del PSOE en Madrid ha insistido en pedir "tranquilidad" y dejar que sean los dirigentes presentes en el cónclave los que resuelvan esta situación "con diálogo" ante la avalancha de llamadas y mensajes de calor al todavía líder del partido.

Aun así, Ferraz decidió pedir refuerzos de la Policía Nacional a la Delegación en el barrio de Argüelles en vista de que el conflicto político está calando en vecinos, simpatizantes y militantes, como comprobó El Confidencial este jueves. Dependiendo del número de personas que planeen concentrarse en la sede acudirá un número u otro de agentes. Ya el pasado jueves durante la ejecutiva federal, la Policía Municipal se vio obligada a cortar uno de los carriles en distintos momentos del día y a controlar la actividad a las puertas de la sede. La Delegación del Gobierno insiste en que el objetivo de dotar de mayores recursos policiales durante este sábado responde al objetivo de garantizar la seguridad de todas las personas que se reúnan en Ferraz 70 y del resto de vecinos y personas que se encuentren transitando la zona.

Madrid es uno de los bastiones sociales más cercanos a Sánchez. Muchos de los vecinos y simpatizantes socialistas que se agolparon en Ferraz el jueves para curiosear no dudaron en mostrar su apoyo incondicional a Sánchez calificando de "escándalo público" lo que el sector de los críticos "está haciendo" con el todavía secretario general. Y precisamente desde la tarde de este viernes comenzaron a llegar muchos de los dirigentes llamados este sábado al comité federal, como la delegación andaluza capitaneada por Susana Díaz.

La división total del PSOE es ya un hecho. Se materializó el miércoles por la tarde cuando 17 miembros de la ejecutiva presentaron su dimisión en bloque en un intento por forzar la constitución de una gestora, al entender que el órgano federal quedaba disuelto según los estatutos. Nada más lejos de la realidad: Pedro Sánchez no solo no dimitió sino que está atrincherado desde entonces en la sede impidiendo incluso el paso por la misma a los dimitidos y miembros del sector crítico. Ferraz decidió mantener el comité federal de este sábado y el bando opuesto también está por la labor de un comité. El problema es que cada uno pretende un orden del día distinto.

El plan de Sánchez sigue pasando por que se celebren primarias el día 23 de octubre y el congreso extraordinario se adelante a mediados de noviembre. Los críticos pretenden que la gestora se haga cargo del partido hasta que la tormenta y el bloqueo político con Mariano Rajoy —al frente de una alternativa que reúne 170 escaños, a seis de la mayoría— pase por fin. El congreso sería convocado en unos meses para reconstruir o "coser", en palabras de la presidenta andaluza, la formación.

La gestora que quieren los críticos

El asturiano Javier Fernández, presidente del Principado de Asturias y secretario general de la Federación Socialista Asturiana desde el año 2000, era el hombre elegido por los críticos para tomar las riendas de la gestora del PSOE, la cúpula interina que conduciría el partido transitoriamente, si la 'jugada' de los críticos del PSOE hubiera resultado exitosa tras la cascada de 17 dimisiones. Este bando pensaba en el jefe de los socialistas asturianos para pilotar la formación por su veteranía y por ser una de las voces más respetadas en el seno del partido. De carácter reservado y leal, está considerado uno de los grandes referentes intelectuales y morales de todos los sectores del PSOE, aunque desde las elecciones generales del pasado diciembre, se coronó como un aliado clave de Susana Díaz.

La jefa de los socialistas andaluces no dudó en lanzar un guiño al dirigente asturiano este jueves en su intervención durante el comité rector del PSOE-A situándolo como gran referencia y contando anécdotas de su vida privada para ensalzar su figura dentro del partido. Fue a inicios de esta semana, cuando la 'guerra civil' comenzó en el seno de la formación al lanzar Sánchez su órdago del comité federal y posterior congreso extraordinario, cuando Fernández fue de los primeros en reaccionar. Algo sorprendente para aquellos que le conocen bien, ya que el asturiano no suele hacer comentarios en público y se reserva a los órganos internos para desgranar sus posiciones. "Cuando habla, sentencia", explican fuentes cercanas.

Y, sin embargo, tras el anuncio del secretario general, Fernández no dudó en afirmar que la convocatoria del congreso federal en diciembre estaba "fuera de lugar" y era algo "extemporáneo". Lo de Javier Fernández era una apuesta... y, de momento, lo seguirá siendo. A no ser que este sábado el PSOE por fin llegue a un acuerdo que, sea cual sea, dejará herido de muerte a uno de los dos bandos.