Feijóo gana con mayoría absoluta y Urkullu no necesita ni a PP ni PSOE para gobernar

Alberto Núñez Feijóo gana las elecciones en Galicia con mayoría absoluta cuando se lleva escrutado el 90,03% de los votos, unas cifras que confirman los sondeos a pie de urna de la TVG y de GAD3 para ABC. Esta victoria supone un espaldarazo a la posición negociadora de Mariano Rajoy para intentar forzar la abstención del PSOE en una hipotética segunda investidura.

Además, el escrutinio provisional muestra ya con claridad cómo el PSOE defiende con uñas la segunda posición en favor de En Marea y, por tanto, el temido 'sorpasso', con más de 93% escrutado. En el País Vasco, la descontada victoria del PNV quedó aumentada con el escrutinio: Íñigo Urkullu gana con 29 escaños (dos más de los que tenía ahora), y el desplome final de Podemos (11) pese a que ha aguantado Bildu (17) hace que no necesite ni a PSOE ni a PP para poder volver a ser elegido lendakari .

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Con el 90,03% escrutado, el PP ha ganado en Galicia con 41 escaños, repitiendo los que tenía ahora, mientras que el PSdG perdería la segunda posición con un 17,89% del voto y 14 escaños, por los 14 de En Marea, que logra el 18,68%. Estos resultados certifican el 'sorpasso' y el PSOE perdería la segunda posición en valor absoluto, con los peores resultados de su historia en Galicia. Parece claro el fiasco de Ciudadanos, que no entraría en el Parlamento gallego.

El sondeo de la televisión autonómica gallega concedía al PP la victoria con un 45,5% del voto y entre 38 y 41 escaños (la mayoría absoluta está en 38), mientras que colocaba en segunda posición a En Marea con un 19,5% del voto y entre 14 y 16 escaños. En porcentaje, el PSOE sería tercero con un 18,9% del voto, pero la misma horquilla de escaños: 14 a 16. El BNG quedaría cuarto con un 8,8% y 5 ó 6 escaños, mientras que Ciudadanos estaría luchando por conseguir entrar en el Parlamento: un 4,4% del voto que le daría 0-1 escaño.

La encuesta de GAD3 para ABC en Galicia, realizada sobre 1.450 entrevistas a pie de urna, concedía al PP entre 40 y 42 escaños, por encima de los 38 que necesita Feijóo para obtener la mayoría absoluta (38) de los 75 escaños que tiene el Parlamento gallego.

Con este resultado, el dirigente popular conseguiría un doble objetivo: por un lado, y en primer lugar, cargar a Rajoy de razones para seguir culpando al PSOE de Pedro Sánchez de mantener el bloqueo a su investidura con un nuevo triunfo en las urnas y por mayoría absoluta. Por otro, y con la mirada puesta en Génova, Feijóo se refuerza en su papel de delfín y sucesor de Mariano Rajoy para la Moncloa con vistas a una legislatura corta.

Por su parte, del 'sorpasso' dependía que Sánchez pudiera 'vender' esta nueva derrota como un triunfo: su equipo se ha empeñado en hacer ver que evitar ser superado por En Marea sería suficiente para cargarse de razones y no ver este segundo puesto y esa mayoría absoluta de Feijóo frente al candidato impuesto desde Ferraz como un arma suficiente para ceder el pulso ante los 'barones' y facilitar la investidura de Rajoy. Las dos encuestas daban la misma horquilla (14-16) escaños para En Marea y los socialistas, y en esa atribución final estaba el argumentario de Pedro Sánchez para mantener esta derrota como una victoria. Los resultados han sido tozudos: el sorpasso se ha producido tanto en votos como en escaños y en Ferraz, de momento, guardan silenncio.

El País Vasco, 'cantado'

En cuanto al País Vasco, las encuestas seguían proclamando a gritos que el PNV mantenía su hegemonía por mucho que Podemos irrumpa en el escenario vasco, y que quien debía preocuparse ante este nuevo actor era la izquierda abertzale. Amén, eso sí, de los partidos 'tradicionales', PSE y PP, que elección tras elección ven cómo son residuales aunque que, sin embargo, iban a seguir siendo la muleta en la que debía apoyarse Íñigo Urkullu para poder mantenerse en la 'lehendakaritza'.

Con el 99,81% del voto escrutado, el PNV ha ganado las elecciones con 29 escaños, dos más de los que tenía ahora. En segundo lugar quedaría Bildu, con 17 escaños, muy por encima de Podemos, a quien los resultados provisionales conceden sólo 11 escaños, muy lejos de los 18 con los que llegaron a soñar. La suma de ambos (28) hace que -debido al sistema de elección de lendakari- Urkullu pueda ser elegido con su mayoría relativa (Podemos y Bildu no llegan a sus 29 escaños), y el PNV ya no necesita ni a PSE ni a PP para seguir en Ajuria Enea.

Los dos partidos constitucionalistas siguen su particular descalabro. El PSE se tendría que conformar con 9 escaños, también los peores resultados de su historia en esa Comunidad, los mismos que el PP, que con 9, perdería otro escaño con respecto a 2012.

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Los socialistas pierden entre 7 escaños con respecto a los 16 que lograron hace cuatro años y Podemos no ha podido hacer frente al empuje final y la campaña de victimización de la izquierda abertzale y de su 'no candidato', Arnaldo Otegi. Mientras que Ciudadanos se queda fuera del Parlamento vasco, lo que marca el fiasco absoluto de la formación naranja: UPyD sí tenía representación, el escaño de Gorka Maneyro.

Las elecciones se han desarrollado sin apenas incidentes, más allá de una protesta formal por unas carpetas del PP que interventores de este partido mostraban en algunas mesas electorales y que provocaron la protesta ante la Junta Electoral. En cuanto a la participación, las cifras muestran una cierta fatiga de los electores, que comenzaron votando a primera hora -superando incluso los niveles de participación de las últimas elecciones autonómicas-. Sin embargo, y a medida que avanzaba la jornada, la participación caía, Al final, en el País Vasco fue del 62,2%, descendiendo 3,6 puntos respecto a 2012, y mientras que la participación en Galicia ha sido del 63%, muy superior al 54% de hace cuatro años.