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La Guardia Civil investiga a conocidos de Diana Quer vinculados con la delincuencia
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La Guardia Civil investiga a conocidos de Diana Quer vinculados con la delincuencia

Los agentes siguen rastreando las conexiones del teléfono móvil de la chica la noche de la desaparición para reconstruir el trayecto que siguió hasta que el celular se apagó

Foto: Diana Quer. (Facebook)
Diana Quer. (Facebook)

Una semana y media después de que Diana López-Pinel denunciara la desaparición de su hija ante la Guardia Civil, el paradero de la joven madrileña de 18 años sigue siendo una incógnita. Los investigadores continúan manteniendo abiertas varias líneas de investigación. Algunas de ellas cogen fuerza en determinados momentos y luego se desinflan porque los agentes no logran comprobar la veracidad de los múltiples testimonios que llegan al instituto armado y que apuntaban en esa dirección.

Ahora, los responsables de las pesquisas que instruye el Juzgado número 1 de Ribeira han puesto el foco en el círculo de conocidos vinculados con la delincuencia que tenía la chica. En concreto, la Guardia Civil investiga a un grupo con el que Diana tenía relación más o menos habitual y con el que podría haber contactado en algún momento al regresar a casa la madrugada del 22 de agosto. Entre esa camarilla de malas compañías, aunque no necesariamente dentro de la misma, se encuentra el chico marroquí con el que la joven estaba saliendo desde hacía poco. Según reveló uno de sus anteriores novios, Diana es una persona muy confiada.

Guardia Civil: "No podemos dar ninguna información sobre la investigación"

En paralelo a esta línea de investigación, la Guardia Civil continúa rastreando las conexiones realizadas por el teléfono móvil de Diana a lo largo de la madrugada del 21 al 22 de agosto y en la mañana de este último día. Por el momento, está acreditado que la chica se despidió de sus amigas -con las que había pasado la noche de fiesta- pasadas las dos de la madrugada. Mientras iba de camino a casa, a las 2:43, envió un mensaje a un amigo que estaba en Madrid. Poco después, a las 3:30, recibió un audio de otra amiga también ubicada en la capital de España. Los investigadores tratan de indagar si hubo más conexiones a los repetidores desde el teléfono de la joven (llamadas o mensajes de algún tipo) a lo largo de esa noche, con el fin de determinar dónde se encontraba y qué dirección tomó.

Las fuentes policiales consultadas explican que se puede reconstruir el recorrido realizado por una persona analizando los contactos telefónicos que están en manos de las operadoras. Si ha habido muchos, es más fácil, ya que esto permite conocer todos los repetidores por los que ha pasado en cada momento, con lo que además de averiguar el trayecto que ha seguido el dueño del móvil, también se puede saber la velocidad a la que ha pasado por ese camino, lo que ayuda también a establecer el medio de transporte que ha podido utilizar.

Es por ello que los investigadores tienen muchas esperanzas en la información que puedan obtener por esta vía, que podrá ayudar a delimitar por dónde pasó exactamente Diana y en qué momento. Por ahora, se sabe que estuvo en su casa tras pasar las primeras horas de la madrugada en la fiesta, que allí se cambió de ropa y que luego se fue de nuevo a la calle.

La reconstrucción del itinerario junto a la investigación del mencionado entorno conflictivo de la chica podrían aportar información relevante que ayude a saber qué ocurrió exactamente aquella noche con Diana, y quizá también dónde pudiera encontrarse en este momento. Para ello, los investigadores también reconstruyen dónde estuvieron físicamente en cada momento las personas con las que estuvo.

Los testimonios de amigos y círculos cercanos a Diana han permitido a los investigadores conocer que el panorama idílico que pintaban los padres en un primer momento no encaja exactamente con la realidad que vivía la chica. Además de las malas compañías citadas con las que iba, las personas consultadas relatan episodios de peleas en casa que acababan con las hijas yéndose del hogar durante unos días. Los amigos, sin embargo, han asegurado que tanto Diana como su hermana pequeña Valeria siempre volvían.

A pesar de que son las mencionadas líneas las que está priorizando en estos momentos la Unidad de Policía Judicial del instituto armado, los responsables de las pesquisas no han cerrado en modo alguno otras vías de investigación que también barajan y que continúan abiertas. La hipótesis de que se trata de una desaparición voluntaria sigue siendo la más probable, según las fuentes consultadas, aunque no se descarta que tras una presumible huida libre hayan sucedido otras cosas. No en vano, los padres han insistido desde el primer momento en que a su hija se la han llevado de modo forzado.

Al mismo tiempo, continúan desde ayer las batidas coordinadas por la Guardia Civil, tanto en la zona donde desapareció la joven como en las localidades colindantes. Las búsquedas por tierra están siendo apoyadas por decenas de vecinos y efectivos de Protección Civil. En el mar, las labores de búsqueda son respaldadas por la Marina.

En paralelo a la investigación que trata de esclarecer el paradero de Diana, el Juzgado número 2 de Ribeira ha decidido retirar la custodia de Valeria a su madre, una resolución que fue comunicada ayer a los medios por el padre de las chicas, Juan Carlos Quer, que vive separado de su mujer desde hace cuatro años y que no se encontraba en la vivienda de A Pobra do Caramiñal (A Coruña), donde desapareció la joven, el pasado 22 de agosto.

Fuentes jurídicas consultadas no han sabido establecer el día en que el Juzgado número 2 de Ribeira tomó esta decisión, ya que se trata de un procedimiento diferente al que instruye la búsqueda de Diana y que afecta a un asunto familiar del que habitualmente no se da cuenta a la opinión pública. El Juzgado número 1 de la misma localidad, que dirige las pesquisas, aclaró ayer que no tomó ninguna decisión al respecto porque no lleva ese asunto.

Tras conocerse la noticia de la retirada cautelar de la custodia a Diana López-Pinel, esta se ha marchado de la casa de A Pobra y ha remitido una carta a los medios de comunicación en la que explica la "tristeza", la "angustia" y el "sufrimiento" que le ha provocado la desaparición de su hija. "Mi corazón no alcanza a entender nada de lo que está pasando a mi alrededor en estos momentos; tener lo que más quieres lejos de ti es el peor sufrimiento, pero tener a tu hijo lejos y no saber si está vivo, no se puede explicar con palabras", ha dicho la madre.

Una semana y media después de que Diana López-Pinel denunciara la desaparición de su hija ante la Guardia Civil, el paradero de la joven madrileña de 18 años sigue siendo una incógnita. Los investigadores continúan manteniendo abiertas varias líneas de investigación. Algunas de ellas cogen fuerza en determinados momentos y luego se desinflan porque los agentes no logran comprobar la veracidad de los múltiples testimonios que llegan al instituto armado y que apuntaban en esa dirección.

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