‘Radares fantasma’: señalizados pero vacíos

Un letrero avisa de su presencia, pero la misma señal no especifica si está activo o no. Porque no todos los controles de velocidad señalizados en las carreteras españolas -614 sin incluir Cataluña y País Vasco, que tienen las competencias transferidas- han puesto multas entre 2013 y 2015. Uno de cada cuatro se podría considerar un ‘radar fantasma’: está señalizado pero no estuvo activo en estos tres años. En 2015 este porcentaje es aún mayor: prácticamente uno de cada dos controles señalizados no ha registrado ninguna infracción en el último año.

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Jesús Escudero

La mitad de los radares de Alicante, Cádiz o Castellón no ha puesto ninguna sanción entre 2013 y 2015. En cambio, todos los sistemas señalizados en Ávila, Cantabria, Valladolid, Palencia, Teruel y Navarra han puesto al menos una multa en el mismo periodo. En otras ocasiones no sancionaron en un largo periodo de tiempo, o lo hicieron de manera intermitente.

Son ‘radares fantasma’, señalizados y registrados, pero desactivados temporalmente o sin máquina que registre la velocidad. Esta práctica es de sobra conocida por las asociaciones de conductores, que la condenan tanto por hacer “poco creíbles” estos controles de velocidad como por generar desconfianza en el conductor.

Se consigue que no sea creíble para la gente y no se lo tomen en serio

“No estamos de acuerdo con la utilización indebida de los radares. Deberían eliminarse los que no están operativos y haber transparencia”, explica Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). “El radar es una herramienta, y si está vacía, no sirve para nada. Además, se consigue que no sea creíble para la gente y no se lo tomen en serio”, añade Antonio Lucas, portavoz del Real Automóvil Club de España (RACE).

Esta práctica fue anunciada en 2005 cuando el director de la Dirección General de Tráfico (DGT) era Pere Navarro. Entonces su uso se justificó con un objetivo disuasorio y para que los dispositivos pudieran cambiarse de una caja a otra.

Radares que mudan de caja

Sin contemplaciones, el radar fijo del kilómetro 18,2 de la A-6, a la altura de Las Rozas (Madrid), ‘caza’ a todos los vehículos que superan los 90 kilómetros por hora. En 2015 registró el mayor número de infracciones por exceso de velocidad en los últimos cinco años, con casi 69.000. Y eso que solo funcionó 79 días, apenas dos meses y medio, lo que hace un promedio de 868 denuncias diarias. El 5 de julio del año pasado, domingo, dejó de multar. Aun así, ningún otro radar señalizado se acercaría a su cifra de multas.

Casualidad o no, dos semanas más tarde se reactivó el radar de la A-5 a su paso por Alcorcón, otro de los puntos calientes de las carreteras de entrada a Madrid. En cinco meses de funcionamiento puso más de 35.000 sanciones -una media de 244 multas diarias-, lo que le sirvió para colarse entre los diez radares más sancionadores de 2015. La puesta en marcha de unos radares y la desactivación de otros explica la gran variación de este ranking de un año para otro.

La DGT ha reconocido en una solicitud de acceso a la información que “un radar fijo puede cambiar de ubicación”. El Confidencial se ha puesto en contacto con la entidad pública para conocer cómo se deciden estos cambios y el número real de radares de los que disponen, sin obtener respuesta alguna.

Bajo la dirección de María Seguí, sucesora de Pere Navarro hasta hace unos días, la filosofía parecía haber cambiado, pero lo cierto es que estas cajas vacías o sin funcionar aún continúan. “Al año de entrar Seguí uno de cada tres radares no estaba operativo, cifra que se fue reduciendo”, explica Arnaldo.

Señalizaciones de radar ¿ilegales?

Desde la Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas (IMU) han presentado varias denuncias por estas prácticas, que entre los socios van recopilando y documentando con fotografías de puntos vacíos. “No estamos de acuerdo con la justificación de la disuasión. Lo que hay que hacer es educar a la gente, no asustarla”, explica Juan Carlos Toribio, coordinador nacional de la asociación. Además, consideran que esta práctica sería ilegal de acuerdo con el artículo 142.1 del Reglamento de Circulación: “El titular de la vía o, en su caso, la autoridad encargada de la regulación del tráfico ordenará la inmediata retirada y, en su caso, la sustitución […] de las que hayan perdido su objeto”.

Desde AEA consideran que las señales identificativas de radar se rigen por la normativa de utilización de videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y no de señales de tráfico, por lo que no sería ilegal. “Entendemos que no hay obligación legal de retirarlas porque se trata de placas informativas, pero deberían tener una utilidad y estas no la tienen”, explica Arnaldo. No obstante, desde UMI remiten al artículo 134 del mismo reglamento, donde se recoge que las señales que estén en una vía “deberán cumplir las normas y especificaciones que se establecen en este Reglamento”. Lo cierto es que la señal de radar no aparece en el catálogo oficial de señales de la DGT.

Al contrario que el resto de asociaciones, el Comisariado Europeo del Automóvil no ve mal que se mantengan estas señalizaciones, aunque ya no contengan un radar real “porque contribuye a que baje la siniestralidad”, según Eugenio de Dobrynine, director del departamento jurídico. No obstante, considera fundamental que se justifique su desactivación o cambio de lugar, algo en lo que todos parecen estar de acuerdo.