El régimen de Maduro detiene a un hispano-venezolano del partido de Leopoldo López

La detención repentina de dos activistas del partido opositor fundado por Leopoldo López -Voluntad Popular, integrado en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)- el domingo ha vuelto a golpear Venezuela, ahora sumida en una continua protesta que reclama la libertad de Gabriel San Miguel Rodríguez y Francisco Márquez Lara. El primero, con la doble nacionalidad venezolana y española según confirmó este diario a través de familiares y, el segundo, venezolano-estadounidense. Los militantes se desplazaban desde Caracas a Portuguesa, Estado al que acudían para movilizar a la sociedad que participó en la recogida de firmas para lograr el referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.

El Consejo Nacional Electoral añadió en los últimos días una traba mayor para conseguir la consulta: todos los firmantes deben validar la rúbrica en persona con su huella dactilar. Precisamente para colaborar con el traslado de personas de un municipio a otro y asegurarse de que en Portuguesa se hacía efectiva la validación de firmas, Gabriel San Miguel y Francisco Márquez se dirigieron a esa región del país iberoamericano cuando fueron detenidos a mitad de viaje, concretamente en el Estado de Cojedes. Cuando se cumplieron más de 48 horas de detención "sin motivos" según denuncian altos dirigentes de la formación como el coordinador nacional Freddy Guevara, el Tribunal de Justicia de San Carlos determinó los cargos que les imputan.

La juez confirmó anoche acordar todas las medidas solicitadas por el Ministerior Público contra los arrestados, entre las que se incluyen la congelación de cuentas bancarias. Además, la magistrada acordó “la privativa de libertad” por lo que San Miguel y Márquez permanecerá, de momento, recluidos.

Según explican a este diario allegados a los presos, desde su arresto el pasado domingo sobre las siete de la tarde, pasaron muchas horas incomunicados y no pudieron hablar con sus abogados hasta un día después. En el caso de Gabriel San Miguel, pese a tener la nacionalidad española, es considerado en el país iberoamericano como nacional venezolano y, por tanto, el Gobierno en funciones no podría facilitarle servicios consulares. Según expertos en materia de derecho internacional, una persona que posee la doble nacionalidad es considerado como nacional en el país en el que se encuentre. Por tanto, San Miguel en Venezuela no será reconocido como extranjero, sino como venezolano, lo que impediría a todas luces una actuación oficial del Gobierno español.

La movilización para pedir su liberación y la de Francisco Márquez comenzó el mismo domingo en las redes sociales, especialmente a través de los principales dirigentes de Voluntad Popular. Incluso La organización mundial 'Human Rights Watch' lanzó un comunicado asegurando "no conocer los motivos de la detención" y afirma "hacer responsable al Gobierno de Venezuela de la integridad física" de ambos, que se encuentran en estos momentos bajo la custodia de las autoridades. El comunicado exige además su liberación inmediata "de no existir fundamentos legales que justifiquen el arresto".

Según la organización, durante la detención en una base de la Guardia Nacional, San Miguel y Márquez Lara fueron interrogados por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y recibieron horas depués una sola visita de un abogado de la formación política a la que pertenecen durante cinco minutos y en presencia de militares.