Alonso García, el avalista que conecta a Mario Conde, Franco y Manos Limpias

El vicepresidente ejecutivo de la Fundación Francisco Franco, Jaime Alonso García, avaló ayer con cuatro fincas que tiene en Fuerteventura junto a su hermano José Ángel la fianza de 300.000 euros que el juez Santiago Pedraz impuso al exbanquero Mario Conde, que se encuentra en prisión provisional desde el pasado 13 de abril, tras ser detenido por la Policía por alzamiento de bienes, blanqueo de capitales, delito fiscal y pertenencia a organización criminal al crear un entramado de empresas con el supuesto fin de introducir en España 13 millones de euros procedentes de Banesto.

La relación de amistad entre Alonso García y Conde viene de lejos e involucra a las familias de ambos. Una muestra de esta estrecha camaradería es que el exfinanciero fue el padrino de las hijas del gerente de la Fundación Francisco Franco, quien siempre ha estado muy cerca del que fuera presidente de Banesto, no solo en su vida privada sino también en sus apariciones públicas, aunque fuera en la sombra.

Alonso García participó como coordinador de campaña en la promoción del amago de aventura política realizado por Mario Conde a bordo del Centro Democrático y Social (CDS) en el año 2000, cuando el exbanquero se presentó como cabeza de lista por el partido fundado por el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez y se pegó un batacazo que provocó su dimisión la misma noche de los comicios.

El responsable de la Fundación Francisco Franco también acompañó al exbanquero en la presentación de su revista 'MC', cuyo primer número vio la luz en 1999, y ejerció como abogado de Conde durante el periodo que este último pasó en prisión condenado por el caso Banesto. El apoyo a Conde en prisión ha vuelto a darlo Alonso García ahora con la entrega de cuatro fincas para avalar la fianza que pide Pedraz para el exfinanciero.

El fracaso de Alonso García y por ende del propio Conde en la campaña electoral de 2000 no impidió, sin embargo, que la relación entre ambos se perpetuara en el tiempo. Una década después, de hecho, el exbanquero dedicó el libro 'Días de gloria' a quien dirigió su fallida campaña así como a la mujer de este último, con quien Conde también ha mantenido amistad.

Su faceta de letrado la aprovechó para representar a Manos Limpias en varios procesos judiciales, como la querella que interpuso el sindicato contra el que fuera presidente del Parlamento vasco Juan María Atutxa por incumplir un auto del Tribunal Supremo que le obligaba a disolver el grupo Sozialista Abertzaleak, formación considerada heredera de Batasuna, o la que presentó la organización contra el juez Baltasar Garzón.

La relación entre el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, y Alonso García era también muy estrecha, similar a la del responsable de la Fundación Franco con Conde. La cara visible del sindicato, de hecho, fue nombrado Caballero de Honor de la Fundación Franco en 2011 por "sus servicios en defensa de los ideales del Movimiento". Bernad recogió la condecoración de manos de Carmen Franco, hija del dictador, en un acto en el que participó Blas Piñar.

El propio Bernad, de hecho, admite en su declaración ante el juez Pedraz -que ordenó la detención del secretario general de Manos Limpias y del presidente de Ausbanc, Luis Pineda- que fue Alonso García quien le transmitió que el abogado de la infanta Cristina de Borbón, Miquel Roca, le había ofrecido negociar la retirada de la acusación en el caso Nóos contra la hija del rey Juan Carlos por tres millones de euros.

El vicepresidente ejecutivo de la Fundación Franco y su hermano ofrecieron a la Audiencia Nacional cuatro fincas que ambos poseen en Fuerteventura como aval para cubrir la fianza de 300.000 euros fijada por el juez Pedraz para sacar a Mario Conde de la cárcel de Soto del Real. Según los fiadores, los inmuebles están valorados en 610.818 euros, cantidad suficiente para afrontar el montante establecido por el magistrado.