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Interior maniobra para controlar la cúpula policial en plena incertidumbre electoral
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jubilaciones y traslados de los mandos

Interior maniobra para controlar la cúpula policial en plena incertidumbre electoral

Interior saca a concurso la plaza del director adjunto operativo, que se jubila ahora, y hará lo propio con el comisario de Policía Judicial, responsable de la UDEF

Foto: El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, delante del director adjunto operativo de la Policía, Eugenio Pino, que está a punto de jubilarse. (EFE)
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, delante del director adjunto operativo de la Policía, Eugenio Pino, que está a punto de jubilarse. (EFE)

El Ejecutivo de Mariano Rajoy afrontará las elecciones generales y un hipotético cambio de Gobierno con puestos clave de la cúpula de la Policía Nacional vacantes por jubilación o cambios de destino. El vacío más relevante lo dejará el director adjunto operativo (DAO), Eugenio Pino, máximo mando de la estructura del cuerpo. Fue nombrado por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, solo unos días después de que este último desembarcara en el Ejecutivo en diciembre de 2011 y es un cargo de su máxima confianza. Sin embargo, cumplirá 65 años el próximo 23 de junio y tendrá que abandonar el puesto. La Ley de Régimen de Personal de la Policía no permite seguir en la institución después de alcanzar esa edad.

Fuentes de Interior han asegurado a El Confidencial que Fernández Díaz nombrará a Pino en los próximos días asesor ejecutivo del Ministerio para poder seguir contando con sus servicios, pero ya no actuará en calidad de funcionario de la Policía Nacional, sino como un cargo de confianza asimilado a otros profesionales externos que trabajan coyunturalmente en ese departamento. Otra persona sin experiencia en el puesto tendrá que asumir las responsabilidades que ejercía Pino en un momento clave para el Gobierno.

La Dirección General de la Policía inició este lunes el proceso de sustitución del DAO con la convocatoria de su plaza mediante concurso público. Por cuestiones de “celeridad”, los candidatos interesados solo tienen hasta el próximo miércoles para presentarse. La orden especifica que únicamente pueden optar a la vacante comisarios principales, el mayor rango del escalafón policial, pero la elección se hará por el “procedimiento de libre designación”. “La presente convocatoria, designando al funcionario adjudicatario, se resolverá por orden del ministro del Interior, a propuesta del director general de la Policía y previo informe del secretario de Estado de Seguridad”, aclara el boletín oficial.

El ministro se planteó en un principio ocupar provisionalmente el vacío ascendiendo a uno de los comisarios principales que están en el nivel inmediatamente inferior al DAO en la estructura del cuerpo. El mejor colocado era el subdirector general de Recursos Humanos, Antonio Rodríguez, que entre 1997 y 2004 estuvo al frente de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana y luego pasó por la División de Personal y la Unidad de Documentación de Españoles. Las fuentes consultadas aseguran que Rodríguez tiene suficiente experiencia como para asumir un cargo tan relevante. Sería un movimiento poco traumático y evitaría el desgaste de otro funcionario que, después de todo, puede ser cesado en cuestión de semanas si el PP no logra el 26-J los apoyos necesarios para seguir otros cuatro años en Moncloa, un escenario altamente probable. Sin embargo, el concurso para la elección del nuevo DAO resta opciones a esta solución transitoria.

En la actualidad, Fernández Díaz baraja el nombre de varios comisarios que el propio ministro contempló aunque descartó en 2011 para ese puesto, cuando se decantó finalmente por Pino. La salida del DAO no es la única que amenaza con provocar un vacío en la cúpula policial del Gobierno de Rajoy en un momento especialmente sensible. El próximo julio también se jubila el comisario principal José Santiago Sánchez Aparicio, máximo responsable de la Comisaría General de Policía Judicial, la división del cuerpo que se encarga de investigar todos los casos que están en los tribunales, entre ellos, los grandes escándalos de corrupción y los delitos económicos. De hecho, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) se encuadra en esa comisaría.

Sánchez Aparicio fue nombrado en octubre de 2013 tras la destitución del anterior comisario general de Policía Judicial, José García Losada, por discrepancias con la cúpula del Ministerio. Durante su etapa, se han realizado los últimos informes del caso Gürtel, se ha producido un salto en la investigación sobre la familia Pujol, se han sentado las bases sobre el fraude masivo en los cursos de formación, se ha ejecutado la operación contra Ausbanc y Manos Limpias y se han iniciado las pesquisas sobre la financiación de Podemos por parte de los gobiernos de Irán y Venezuela, entre otras grandes causas. El retiro inminente de Sánchez Aparicio puede paralizar esas investigaciones.

El propio comisario general se ha tenido que implicar directamente en la gestión de esos casos tras otra vacante, la que dejó el pasado marzo el anterior comisario principal de la UDEF, Manuel Vázquez, al ser nombrado nuevo jefe superior de la Policía Nacional de Galicia para cubrir a su vez la jubilación de otro mando policial que se había producido un año antes. El concurso para ocupar la vacante de comisario de la UDEF no se ha convocado precisamente por la situación excepcional en que se encuentra la actual cúpula de la Policía. Se baraja la posibilidad de nombrar para el puesto a uno de los comisarios principales que van a salir de la última promoción, pero otras fuentes se inclinan por dejar la decisión en manos del futuro nuevo comisario general de Policía Judicial, para no condicionar su mandato. Mientras tanto, las funciones de liderazgo de la UDEF han recaído oficiosamente en el jefe de la Brigada de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción de esa sección policial, José Manuel García Catalán.

Según fuentes de Interior, el próximo septiembre se producirá la jubilación de otro comisario general, Emilio Baos, responsable de Extranjería y Fronteras, otra de las secciones cruciales del cuerpo. En condiciones normales, la mayoría de estos mandos policiales habrían sido relevados tras las generales de diciembre, pero la falta de acuerdo para la formación de Gobierno ha provocado que sus mandatos se alarguen más allá de los cuatro años de la última legislatura. Las jubilaciones han llegado antes del cambio de Ejecutivo o una nueva estancia del PP en La Moncloa.

Es la primera vez que la Dirección General de Policía Nacional convoca un concurso para cubrir la plaza de DAO. La iniciativa busca fomentar la transparencia en la designación de altos cargos policiales, pero contrasta con la política que Interior había adoptado hasta ahora al respecto. Pocos días antes de las generales, el departamento dirigido por Fernández Díaz aprobó un real decreto que permite nombrar a dedo y sin necesidad de hacer publicidad a todos los responsables de los órganos de coordinación, gabinetes y subdirecciones generales de la Secretaría de Estado.

El Ejecutivo de Mariano Rajoy afrontará las elecciones generales y un hipotético cambio de Gobierno con puestos clave de la cúpula de la Policía Nacional vacantes por jubilación o cambios de destino. El vacío más relevante lo dejará el director adjunto operativo (DAO), Eugenio Pino, máximo mando de la estructura del cuerpo. Fue nombrado por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, solo unos días después de que este último desembarcara en el Ejecutivo en diciembre de 2011 y es un cargo de su máxima confianza. Sin embargo, cumplirá 65 años el próximo 23 de junio y tendrá que abandonar el puesto. La Ley de Régimen de Personal de la Policía no permite seguir en la institución después de alcanzar esa edad.

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