La nueva organización de la Policía de Carmena hace saltar las alarmas en Interior

La Policía Nacional y la Policía Municipal de Madrid tendrán más difícil coordinarse entre sí tras la entrada en vigor de la nueva estructura de este último cuerpo que ha creado la Concejalía de Seguridad del Ayuntamiento de la capital. Así lo entienden fuentes de estos dos Cuerpos, que consideran que el sistema de comunicación entre comisarías y unidades de distrito de ambos funcionaba perfectamente, ya que cada dependencia se entendía con su homóloga y atendía una misma zona de la ciudad.

En concreto, hasta ahora la Policía Municipal dividía Madrid en seis zonas en las que tenía otras tantas unidades con el fin de coincidir con las comisarías de Policía Nacional zonales y establecer una eficaz coordinación entre los componentes de ambos cuerpos. La nueva estructura aprobada por el Gobierno dirigido por Manuela Carmena, sin embargo, reduce de seis a cuatro las zonas en las que divide la ciudad, con lo que habrá jefes de unidades de distrito que tengan que entenderse con dos comisarías diferentes. Esta nueva relación, explican fuentes de la Policía Municipal, redundará con toda seguridad en una peor coordinación entre cuerpos, que será menos fluida y directa, lo que afectará necesariamente al ciudadano por un lado u otro.

Pero no solo es esta nueva división zonal de la ciudad la que está llevando de cabeza a los policías dependientes del concejal Javier Barbero. En concreto, son los jefes de este Cuerpo los más afectados por la reestructuración, que según afirma uno de ellos se está realizando no en función de las necesidades de seguridad, sino de acuerdo a los subinspectores -máxima categoría consolidada- que hay. De ahí que las plazas de este nivel profesional se vayan a reducir de 17 a apenas una decena, para adecuarse al número de subinspectores que acaban de aprobar la oposición.

Todos los que la ocupaban sin haber aprobado, por lo tanto, dejarán de tener estas responsabilidades, cosa que ha molestado no solo a estos oficiales, sino a la mayor parte de altos mandos, puesto que el organigrama deja de estar hecho en función de las necesidades, sino del número de profesionales que han ganado la oposición. En la práctica, los antiguos jefes del cuerpo pasarán a un segundo plano en beneficio de los recién ascendidos.

En los últimos años, se han convocado dos tandas de oposiciones a subinspector, que han sido aprobadas por 14 oficiales. Son los funcionarios con mayor rango que tiene el cuerpo y los que, por lo tanto, tienen más derecho a ocupar los puestos de la categoría de inspector -nivel para el que nunca se han convocado oposiciones- y, por supuesto, subinspector.

Estas destituciones de aquellos que no aprobaron la oposición pero que han ostentado los cargos no solo se reflejarán en el puesto que ocuparán, sino también en el salario que todos ellos cobran, ya que previsiblemente bajarían de nivel administrativo. La Asociación de Jefes de la Policía Municipal ve este agravio como una gota más en la política de desprecio hacia los responsables del cuerpo emprendida por el actual Gobierno de Carmena. No en vano, esta asociación ya mandó una carta al coordinador de Seguridad y antiguo miembro de la UDEF, Daniel Vázquez, para protestar por sus declaraciones, en las que ponía en duda el sistema de contratación pública en asuntos de seguridad.

Los altos mandos de la Policía Municipal también están molestos con los responsables de Seguridad del Ayuntamiento porque estos aseguraron que no nombrarían oficiales ni subinspectores a dedo, extremo que están incumpliendo de plano. "Están destinando sin convocatoria, a dedo, a pesar de que dijeron que habría convocatorias", destaca uno de estos jefes policiales.

La polémica con la nueva estructura del cuerpo se produce después de una retahíla de acontecimientos que han tenido lugar en la Policía Municipal desde la llegada de Ahora Madrid al Consistorio, y que no han sido precisamente del agrado no solo de los jefes sino de los funcionarios en general. Entre estas polémicas decisiones políticas, destaca la de eliminar la unidad antidisturbios del cuerpo, las denominadas Unidades Centrales de Seguridad (UCS). Hasta la entrada del equipo de Carmena, había dos grupos dedicados al orden público, número que se ha reducido a cero tras el acceso de Ahora Madrid al poder.

Las iniciativas del Consistorio que han molestado a los policías han generado, además, momentos de mucha tensión entre los funcionarios y el concejal Barbero

La desaparición de los antidisturbios y de otras secciones, como la denominada policía zonal, se ha realizado en beneficio de otras unidades más alineadas con la ideología del grupo municipal que sostiene al equipo de gobierno. En concreto, el nuevo Plan Director propone potenciar el departamento ciclista de la Policía Municipal y crear la Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal.

Las iniciativas del Consistorio que han molestado a los policías han generado, además, momentos de mucha tensión entre los funcionarios y el concejal Barbero, entre los que destaca el escrache que hicieron un numeroso grupo de agentes al edil el pasado febrero, episodio que provocó unas duras declaraciones del político contra algunos de los manifestantes que sentaron muy mal entre el colectivo.