El Gobierno permite registrar como ibéricos más de 100.000 cerdos sin padres conocidos

El parecido físico es enorme. Manuel Benítez 'El Cordobés' y Manuel Díaz 'El Cordobés' son como dos gotas de agua si se comparan fotos del primero cuando era joven con instantáneas del segundo con la misma edad. Sin embargo, el examen visual no ha sido suficiente durante años para determinar que el primero era el padre del segundo. Ambos han tenido que someterse a una prueba genética para confirmar a ciencia cierta el parentesco.

La comprobación genética es también la única forma de demostrar científicamente que un cerdo ibérico proviene realmente de ascendientes de pura raza (100% ibéricos). Sin embargo, no siempre se utiliza este método para acreditar la pureza de las hembras que los productores utilizan para elaborar derivados cárnicos o engendrar nuevos porcinos. De hecho, al análisis genético se acude solo excepcionalmente.

La Interpretación del Protocolo de Actuación de Informes de Raza (revisado por el Ministerio de Agricultura a finales de 2015), que hace la organización sin ánimo de lucro Aeceriber -a la que el Gobierno y la UE encomiendan el 'Libro genealógico oficial del porcino ibérico'-, fija la simple revisión visual como el método que por defecto deben utilizar los técnicos para determinar que un cerdo es 100% ibérico. Es decir, que si estos expertos observan que el animal cumple los estándares físicos del prototipo, lo clasifican como de pura raza; si no, consideran que no lo es.

La asociación que gestiona el 'Libro genealógico' solo exige hacer la prueba genética cuando hay discrepancias entre el técnico y el ganadero

En concreto, según esta Interpretación del Protocolo, cuando una explotación ganadera solicita a Aeceriber que califique a sus animales, la asociación debe "designar a un técnico calificador, que realiza una visita concertada" a la instalación para "examinar los ejemplares". "El técnico calificador -ordena Aeceriber- los visualiza y verifica el cumplimiento del prototipo racial" como paso previo a la inscripción en el 'Libro genealógico'.

Únicamente "en caso de discrepancias entre el técnico calificador y el ganadero sobre la calificación de un animal -matiza el texto-, podrán tomarse muestras de sangre (...) para su envío a un laboratorio oficial, con objeto de realizar un análisis de pureza racial del ADN, mediante técnicas de genética molecular". Es decir, que solo excepcionalmente -cuando se producen los mencionados desacuerdos- se acude a la prueba científica para determinar si el ejemplar es 100% ibérico.

Tiempo extra para calificar animales

Desde que el Gobierno aprobó el Real Decreto 4/2014, que acordaba los criterios de calidad que deben tener los derivados del cerdo ibérico, las explotaciones tuvieron dos años para solicitar la calificación 100% ibérico para sus ejemplares de prototipo (animales sin ascendencia conocida) e inscribirlos en el 'Libro genealógico'. El plazo expiraba el pasado 11 de enero, pero, según dijo el director gerente de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico, Andrés Paredes, en una conferencia que pronunció el 21 de abril en Fregenal de la Sierra (Badajoz) en el marco de los Diálogos sobre el Cerdo Ibérico, el periodo se ha extendido otros ocho meses más.

"A partir de agosto de este año, echando los números y dando un plazo importante, esas hembras de prototipo [no inscritas en el 'Libro genealógico'] volverán a desaparecer", indicó literalmente Paredes, después de admitir que estos ejemplares "deberían haber estado fuera de la norma a partir del 11 de enero". Hasta el día de la conferencia, como explicó el propio Paredes, las explotaciones habían criado casi 78.000 hembras de prototipo destinadas muchas de ellas a la elaboración de derivados que luego se venden como 100% ibéricos y a la reproducción de nuevos porcinos supuestamente de pura raza, a pesar de que no tienen ascendencia conocida.

El mencionado Real Decreto 4/2014 establece, sin embargo, que un animal 100% ibérico es aquel que procede de un padre y una madre "con un 100% de pureza genética de la raza ibérica, ambos inscritos en el correspondiente 'Libro genealógico". Es en este último registro donde se están inscribiendo desde 2013 las mencionadas hembras sin ascendencia conocida, calificadas como 100% ibéricas únicamente a través del citado reconocimiento visual, sin haber sido sometidas a pruebas genéticas.

Según indicó la presidenta de la Asociación Española de Criadores de Cerdo Ibérico (Aeceriber), Lucía Maesso Corral, en una entrevista concedida a la revista 'Consumidorex' en noviembre de 2014, Aeceriber inscribió en el 'Libro genealógico' 20.000 madres de origen desconocido (únicamente revisadas visualmente) en 2013. Maesso Corral añadió que esperaba que la cifra llegara a 80.000 a finales de 2014. La cantidad de animales de este tipo inscritos en el libro en 2015 no ha sido publicada por ningún organismo oficial.

Actualmente -a fecha de 21 de abril de 2016-, como también aseguraba Paredes, el libro cuenta con 248.432 hembras de cerdo ibérico inscritas. Teniendo en cuenta que, según Maesso Corral, entre 2013 y 2014 Aeceriber habría inscrito unos 100.000 animales, y a falta de conocer el dato de 2015, parece posible pensar que la cantidad de hembras de prototipo -legalizadas como ibéricas a través de un mero reconocimiento visual- podría superar la mitad de todas las registradas como ibéricas 100% en el libro.

Paradójicamente, el artículo 3 del mencionado real decreto establece que para engendrar animales del 50 y 75% de porcentaje racial ibérico solo es necesario que la madre sea 100% ibérica y figure en el 'Libro genealógico', pero en ningún caso obliga a que estén registrados también los ascendientes de esta, como sí se exige para los animales que darán origen a procesados cárnicos 100% ibéricos (jamones, paletas y cañas de lomo).

La verificación genética de la pureza y el origen de los cerdos ibéricos es un tema que a nivel político preocupa al partido Ciudadanos, que tiene previsto plantear una batería de preguntas parlamentarias una vez que se constituyan las nuevas Cortes que salgan de las próximas elecciones generales del 26 de junio. En concreto, el diputado Toni Cantó será quien encabece esta iniciativa parlamentaria, que incidirá directamente en este asunto de la pureza genética y el 'Libro genealógico' que, según fuentes del partido, ha podido contaminar la raza al obligar a inscribir madres de origen desconocido como 100% ibéricas.